La vacunación de la gripe pretende proteger al 75% de la población diana
● Salud inicia la campaña con el reparto de dosis en las residencias ● Los expertos no creen que la cobertura alcance el objetivo
Miguel Lasida
La pandemia del coronavirus ha obligado a adelantar la vacunación contra la gripe común, cuya presencia y circulación está cerca de añadir un nuevo patógeno de tipo respiratorio al ambiente en esta parte del planeta. En la actual campaña, que dará comienzo el 14 de octubre, los andaluces dispondrán de dosis con fórmulas reforzadas con objeto de aumentar la posibilidad de inmunizar a la población estratégica. Para ello, las vacunas dirigidas a las personas por encima de los 75 años dispondrán de una sustancia que estimula aún más el sistema inmune, mientras que el resto de dosis contarán con la protección frente a cuatro cepas –tetravalentes– en lugar de aquellas que inmunizan contra tres tipos de virus –trivalentes–, que eran las que se han administrado en anteriores campañas.
Con el primer tipo de vacunas, que son las que añaden en su fórmula el denominado adyuvante –previstas para personas con sistemas inmunes debilitados–, posó ayer el consejero de Salud, Jesús Aguirre, cuyo departamento distribuyó las primeras remesas en las centros de ancianos andaluces. Se trata de proteger a la que la Junta llama “población diana”, compuesta por los individuos vulnerables y los pertenecientes a colectivos estratégicos para la sociedad.
La Junta cifró en 45.014 las personas usuarias de geriátricos y en 7.567 en centros de discapacitados. A ellos se sumarán la administración de la vacuna a los trabajadores de las residencias y al personal sanitario, informó ayer la Consejería.
La recomendación general, como recuerda el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, es vacunar al 75% de la población mayor de 65 años, de embarazadas, personas en residencias, personas con enfermedades crónicas, personal sanitario y de otros servicios públicos –policías y bomberos, entre otros– y personas que convivan con la población de riesgo. Además, añade la Consejería, las vacunas estarán recomendadas este año a personas con hipertensión arterial aislada y sus convivientes, mujeres durante el puerperio y su convivientes y profesionales de centros educativos que tengan trato directo con alumnos.
Aunque la Consejería pretende alcanzar durante la campaña de este año la cobertura de la vacuna del 75% –es el porcentaje que sugiere la Organización Mundial de la Salud–, lo expertos en vacunas cuestionan que tales cifras puedan alcanzarse. La farmacéutica y especialista en vacunas Raquel Cordero califica el objetivo de “muy ambicioso”, teniendo en cuenta –explica– que en la presente estación las oficinas de farmacia apenas dispensarán dosis. El acopio efectuado de modo extraordinario por el Ministerio de Sanidad y las consejerías autonómicas han provocado el desabastecimiento en las boticas, una situación inédita. Los asegurados en Muface o Isfas, entre otros, deberán vacunarse esta vez en los centros de salud del SAS, como el resto de la población.
Hay cooperativas mayoristas, sin embargo, que han ofrecido a las oficinas de farmacia una reserva de un máximo de cuatro vacunas por botica, aunque con precios elevados y no financiables.
Para evitar las aglomeraciones en los centros de salud, las vacunas estarán disponibles esta temporada con citas programadas en varios puntos, también en horario vespertino, y se instalarán carpas en las grandes poblaciones, donde la población podrá vacunarse mediante cita previa sin tener que acudir a los centros de salud. Los mayores de 75 años y dependientes podrán vacunarse en sus casas.