Orense vive su primer día de cierre perimetral entre protestas
La tercera ciudad gallega lleva varias jornadas rozando los cien nuevos casos diarios
L. R. de la Torre (Efe) Orense, tercera ciudad de Galicia, vive desde ayer un confinamiento perimetral. El sector termal, pujante en la zona, es uno de los más dañados, junto con la hostelería.
A la crisis sanitaria se le une la política, pues el Gobierno local que preside Gonzalo Pérez Jácome está en crisis, tras ser denunciada la gestión del primer edil por concejales de su propio grupo.
Con un panorama descorazonador, y en medio de la preocupación por el aumento de casos de Covid-19, la capital de As Burgas se ha levantado esta mañana a medio gas, con terrazas al 50% y el interior de los bares cerrado, unas medidas que han provocado la protesta de los hosteleros, que lamentan que se les “criminalice”.
En el área sanitaria de Orense, Verín y El Barco de Valdeorras se disparan los casos registrados en Galicia, tras contabilizar en veinticuatro horas 85 nuevos infectados y alcanzar ayer la cifra de 1.148 casos activos.
El hecho de que lleven varias jornadas rozando el centenar de casos diarios ha llevado a las autoridades sanitarias a restringir la movilidad en Orense y en el ayuntamiento limítrofe de Barbadás para tratar de contener la transmisión del minúsculo patógeno que mantiene en vilo al mundo.
La preocupación es grande en las residencias de mayores, con más de 150 casos circunscritos a la provincia de Orense.