El Córdoba Futsal arranca en Vista Alegre el curso de su consolidación
● Con seis caras nuevas y Josan González al mando, el Córdoba Futsal afronta el exigente reto de consolidar su proyecto en la mejor liga del mundo
1º
Desequilibrio
Es uno de esos jugadores diferentes que siempre hacen falta en una plantilla para dotarla de mayor imaginación, desequilibrio y gol. El gaditano ha caído de pie en el Córdoba Patrimonio, después de demostrar durante años en Italia que es un jugador para la élite. 7º
Liderazgo
Cada temporada que pasa crece en su juego y eso habla muy bien del capitán blanquiverde, que ha experimentado un fulgurante progreso de la mano del Córdoba Futsal. Su figura va más allá de la pista, donde ha mostrado sus dotes de mando. Es el alma del vestuario.
Rafael Cano
Siete meses después de ver interrumpida su temporada de estreno en la máxima categoría del fútbol sala nacional, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad afronta un ilusionante segundo curso en la élite, con el reto de consolidar el proyecto entre los mejores de España y mirar al futuro con optimismo a la búsqueda de retos más exigentes.
Por el momento, renovar la permanencia sin demasiados apuros ya sería una noticia inmejorable para una institución que ha crecido de manera fulgurante desde su nacimiento en 2013, y que ahora trata de sentar las bases de un proyecto de futuro en el que la cantera y el ADN cordobés seguirán siendo las señas de identidad palpables.
Para afrontar ese reto de la consolidación en la máxima categoría, el Córdoba Futsal ha incorporado a seis caras nuevas en un mercado siempre complicado. Algunas ya conocidas como la de Cordero, que retorna al club con el que ascendió a Primera, o Boyos, que jugará por fin en su tierra tras cuajar grandes temporadas en el fútbol sala italiano.
A esos cordobeses que aumentan la nómina local en la plantilla se han unido jugadores como Jesulito, Alberto Saura, Ricardo Mayor o Alfonso Prieto, que dibujan una plantilla bastante interesante, apoyada siempre en una importante base del año pasado. El complemento a esa amplia plantilla lo pondrán los chicos de la base –Víctor o Joaqui e incluso Pedro–, que van entrando con confianza en el equipo.
Esa apuesta por los jóvenes y por el talento local la abandera Josan González desde el banquillo. El técnico de Puente Genil vio cumplido por fin su sueño de alcanzar un banquillo de Primera División el pasado mes de marzo. Lo hizo, además, en casa y para dirigir el proyecto más ilusionante de la provincia en las últimas tres décadas. La pandemia evitó que el pontanense se estrenara el curso pasado, pero eso no ha hecho más que propiciar un periodo de trabajo intenso que ya empieza a dejar sus frutos.
Lo cierto es que el proyecto del Córdoba Futsal resulta idílico. Con un presidente que ha aplicado el sentido común y la confianza en los profesionales como base de su filosofía, un técnico de la tierra y convencido del trabajo con los jóvenes, y una plantilla que rezuma acento cordobés por los cuatro costados, al equipo blanquiverde solo le falta el aval de los resultados para consolidar un proyecto que pueda aspirar a cotas más importantes en un corto plazo.
Para muestra, la consecución hace apenas unas semanas de la Copa de Andalucía, el primer título oficial que entra a las vitrinas del Córdoba Patrimonio. Algo con lo que hace unos años no se podía prácticamente ni soñar.
Ahora, eso es una bendita realidad que el equipo tratará de conservar en una de las temporadas más exigentes de la historia, con una liga quizás más igualada que nunca que ya ha deparado las primeras sorpresas. El objetivo no es otro que eludir el descenso, primera piedra para dar solidez a un proyecto ilusionante.