La comisión de secretos del Congreso lleva un año sin constituirse
Desde hace 18 meses no hay control parlamentario de las actividades del CNI ni de los fondos reservados
La comisión de control de los gastos reservados ha cumplido un año sin constituirse en el Congreso y no se reúne desde hace 18 meses, lo que supone que durante este tiempo no se está ejerciendo el control parlamentario sobre las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ni sobre el uso de los fondos reservados de los que dispone el Gobierno, y todo ello porque los vetos cruzados entre los partidos impiden un acuerdo de mínimos que permita elegir en sesión plenaria a sus integrantes.
La última vez que la también conocida como comisión de secretos se reunió fue el 3 de marzo de 2019, justo un día antes de que se disolvieran las Cortes Generales como consecuencia de las elecciones generales del 28 de abril, cuando el entonces ministro de Exteriores, Josep Borrell, acudió a este órgano para detallar, a puerta cerrada, el destino de los gastos reservados que gestionaba su departamento.
Lo propio habían hecho días antes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y los ministros Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Margarita Robles (Defensa) para hablar de sus fondos reservados y, también, de los viajes del presidente Pedro Sánchez, los gastos en inteligencia o la conocida como operación Kitchen.
Pero ya no ha habido más comparecencias. El Congreso surgido de los comicios de abril de 2019, que dio paso a una legislatura de apenas cinco meses, ni siquiera se llegó a plantear la posibilidad de constituir la citada comisión, pero tampoco en la presente, que arrancó hace diez meses. Ya va para un año y medio que la Cámara no controla la labor de los servicios de Inteligencia y los fondos reservados.