La segunda oleada de coronavirus arremete con dureza contra Europa
● Italia registra en una jornada el mayor número de contagios desde finales de marzo ● El primer ministro holandés anuncia un “confinamiento parcial” durante cuatro semanas
La segunda oleada de Covid-19 sigue golpeando duro en Europa, donde países como Italia han registrado en una jornada el mayor número de contagios desde finales de marzo y Francia se prepara para nuevas restricciones.
Italia registró ayer 5.901 casos de coronavirus en 24 horas, la cifra más alta desde finales de marzo, y los muertos subieron a 41, según el boletín emitido por el Ministerio de Sanidad. El aumento de los nuevos contagios se produce cuando se han hecho más de 112.000 pruebas diagnósticas, una cifra elevada y en línea con las realizadas en los últimos días.
El Gobierno italiano aprobó un nuevo decreto con restricciones para contener los contagios, disparados en los últimos días. Entre las nuevas reglas están el cierre antes de medianoche de esta
En Bélgica se multiplican las señales de alarma y aumentan las restricciones
Los asesores científicos de Johnson cuestionan su estrategia contra la pandemia
blecimientos públicos como bares y restaurantes, y a las 21:00 en caso de que no tengan servicio de mesa con el objetivo de evitar aglomeraciones de personas que beben de pie en las calles.
El primer ministro italiano, Giusseppe Conte, pidió ayer al país respetar estas normas para frenar el avance de la pandemia y dijo que “las nuevas reglas supondrán sacrificios, pero estamos convencidos de que respetándolas podremos afrontar esta fase adecuadamente. Nuestro objetivo es muy claro: evitar un confinamiento generalizado al país”.
Por su parte, el primer ministro holandés, Mark Rutte, anunció ayer la declaración de un “confinamiento parcial” durante cuatro semanas en Países Bajos porque “es la única manera” de frenar la segunda ola de coronavirus, después de registrar la última semana 43.904 nuevos positivos y convertirse en el tercer peor país de la UE.
En rueda de prensa, Rutte reconoció que esta medida, que entra en vigor esta noche, “duele” a los sectores afectados y a la sociedad, y anunció que esto incluye el cierre de bares y restaurantes, la prohibición de venta de alcohol y drogas a partir de las 20:00, y la “obligación” de uso de mascarillas en interiores. Además, se puede tener a un máximo de “tres invitados en una casa por día”, y se prohíben los deportes de grupo de aficionados.
Los nuevos casos también siguen avanzando en Bélgica, que registra ya una incidencia acumulada media de 423 contagios por 100.000 habitantes, y 801 en Bruselas, mientras se multiplican las señales de alarma y van aumentando las restricciones.
La situación epidemiológica en Bélgica es especialmente aguda en la región meridional de Valonia, donde las provincias del Brabante Valón y Luxemburgo empezaron a aplicar anoche un toque de queda de 01:00 a 06:00, y en Bruselas, donde la tasa de positividad es del 18,6% frente al 11,1% de media en el conjunto del país.
Por su parte, la cifra de nuevos contagios diarios rebasó ayer los 4.000 casos en Alemania, en medio de un fuerte debate por la prohibición de algunos poderes regionales a los viajeros de zonas de riesgo del país de pernoctar en su territorio. El Instituto Robert Koch (RKI) ha advertido de que incluso cuando haya una vacuna disponible deberán mantenerse restricciones en la vida pública, tanto en el comportamiento individual como colectivo. “Previsiblemente el próximo año habrá una o varias vacunas disponibles que mejorarán la lucha contra la pandemia”, afirmaba el RKI en un documento estratégico de cara a los próximos meses difundido ayer.
El presidente francés, Emmanuel Macron, sí preparó ayer con su Gobierno nuevas medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus entre las que podría estar algún tipo de toque de queda nocturno en las zonas más afectadas. Macron tenía previsto intervenir anoche en televisión para anunciarlas. El lunes, la agencia de salud pública comunicó 8.505 nuevos contagios, una cifra mucho más baja que en los días precedentes, pero que no sorprende al corresponder al fin de semana, cuando se hacen muchos menos test.
De escaparate de Europa en la lucha contra la pandemia del coronavirus, con tasas de contagios insignificantes en primavera, la República Checa ha pasado a encabezar en otoño el ránking de infecciones, algo que los expertos atribuyen a la imprevisión y populismo de los políticos.
Con una tasa de contagios acumulados en las dos últimas semanas de 493,1 por 100.000 habitantes, el país se encuentra muy por delante de Bélgica (402,5) y España (308,1). A los responsables quita el sueño que el sistema hospitalario pueda colapsar en las próximas semanas con enfermos de Covid-19, ya que de los casi 60.000 positivos actuales, más de 2.100 están hospitalizados, cifra que se ha doblado en lo que va de mes.
Por su parte, los asesores científicos del Gobierno británico cuestionaron la estrategia del primer ministro, Boris Johnson, contra la pandemia y recomendaron un confinamiento “corto” nacional para frenar el virus, según documentos oficiales filtrados ayer. Hace tres semanas se recomendó a Johnson la introducción “de manera inmediata” de duras restricciones nacionales para controlar la pandemia, entre ellas un breve confinamiento nacional de entre dos y tres semanas para “romper el circuito” de propagación.