LA MEDIA NARANJA DEL YA CENTENARIO EQUIPO NAVAZOS
Él jamás lo va a reconocer, pero Eduardo Ojeda (Jerez, 1954) conoce como el que más los secretos de los vinos generosos andaluces. Como enólogo y adjunto a la dirección general de Grupo Estévez, se mueve por las bodegas de La Guita o Valdespino con las tablas y la soltura que Mick Jagger aún lo hace en un escenario y disfruta como un niño desenvolviendo regalos cuando destapa una bota y cata cómo crecen las manzanillas, finos, amontillados, olorosos o palos cortados que se crían bajo su sapiencia científica, sí, pero también bajo su instinto. Junto con su amigo Jesús Barquín fundó Equipo Navazos hace 15 años ya y ahí siguen, dando su justo valor a estos vinos únicos: sus reputadas botellas de “La bota de...”, presentes en los mejores restaurantes, han cumplido ya la centena.
–Sin duda. Cualquiera que conozca a Jesús sabe que es una persona muy capaz, con un gran conocimiento del mundo del vino y, especialmente, de nuestros vinos tradicionales andaluces. Además, nos ha dejado escritos excelentes artículos y libros. La última edición del libro Jerez, Manzanilla y Montilla es de obligada lectura para cualquiera que quiera profundizar en nuestros vinos. –Usted llegó al grupo Estévez y trasladó sus enormes bodegas. ¿En su día a día es un ejercicio de funambulismo el equilibrio entre volumen y calidad?