Alemania frena la desescalada y cierra por Semana Santa
● Merkel y los ‘länder’ acuerdan un confinamiento leve por el alza de casos
Alemania da marcha atrás en el levantamiento de restricciones por la pandemia de Covid y afronta una Semana Santa atípica, con un país que casi cerrará, por la subida de contagios confirmada ayer, tras un difícil acuerdo entre Gobierno y regiones no exento de polémica. Las cifras respaldaron a los partidarios del nuevo confinamiento –cuya parte más visible serán unas vacaciones de Pascua con movilidad muy limitada y desaconsejada y contactos personales restringidos– al confirmarse que la incidencia supera los 100 casos semanales por 100.000 habitantes.
El Instituto Robert Koch constató que la tendencia se confirma con 108,1 nuevos contagios, poco más que la jornada precedente pero afianzando una escalada que se teme exponencial las próximas semanas. Las nuevas restricciones aplican el freno a la desescalada, una carta que ya acordaron dejarse guardada el Gobierno y los estados federados antes de la maratoniana reunión del lunes, cuyos resultados anunciados de madrugada dejaron traslucir tensiones y marcadas diferencias.
Durante la videoconferencia entre la canciller, Angela Merkel, y los primeros ministros de los länder se hicieron patentes las diversidades de criterio y estrategia, por ejemplo, entre estados del norte, menos partidarios de más restricción, y otros como Baviera, decididamente apostando por el cierre de la vida pública para frenar el avance de la tercera ola.
El ministro en la Cancillería, Helge Braun, resumió que el objetivo del Gobierno es aplicar más que nunca el principio de “nos quedamos en casa” para tener “un buen verano”.
La Semana Santa se contempla ahora como un período en el que “no gastar ahora recursos”, explicó Braun, para afrontar el verano con menor presión y poder ofrecer a los alemanes una desescalada que cada vez se ve más lejana. Eso se traduce en que desde el jueves al lunes de Pascua se declara de modo general y excepcional que habrá un período de “descanso” y que casi sólo abrirá al público el sábado el comercio de alimentación.
Braun agregó que el deseo es permitir para el verano “la mayor libertad posible”, por lo que viajar por turismo en Semana Santa lo dificultaría. Recordó que el año pasado, fue posible comenzar el verano con cifras muy bajas de contagio y un movimiento relativamente normal.
Un asunto no menor en el debate del lunes previo al anuncio de la marcha atrás fue el de las vacaciones posibles en Mallorca, destino preferido de ocio de los alemanes, después de que varios estados federados lamentaran que se fuera a dar la paradoja de que se podrá viajar a la isla española pero no a la costa del Báltico. Gobierno federal y las regiones decidieron que se obligará a todos los viajeros a mostrar un test PCR negativo al llegar al país desde cualquier lugar del mundo, aunque no sea considerado zona de riesgo. La demanda a Mallorca se disparó después de que las autoridades alemanas sacasen a las Baleares de la lista de zonas de riesgo, lo que eliminaba la obligación de presentar un PCR y guardar cuarentena; ahora habrá una “obligación general” de realizarse un test.