Un domingo de ilusión recuperada
Los niños, entre restricciones y con mascarillas, son los protagonistas de un día muy esperado
PESE a las restricciones, las ganas de Semana Santa se abren en la provincia. Y los niños, con los rostros escondidos tras las mascarillas, han protagonizado un Domingo de Ramos fuertemente marcado por el covid-19. Fue una jornada diferente, sin procesiones, pero en la que no faltó la tradicional bendición de las palmas y la visita a las iglesias. Un tiempo primaveral, espléndido, animó a echarse a la calle, y en ocasiones hubo la sensación de que la pandemia ya se había superado.
Uno de los actos más especiales tuvo lugar en Baena, donde la Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén celebró una eucaristía en la iglesia de Santa María la Mayor. A pesar de las circunstancias, la cofradía quiso que los pequeños de la localidad fuesen un año más los auténticos protagonistas de este día y, para ello, invitaron a la misa a un niño o niña por cada una de las hermandades que integran la Semana Mayor baenense, que acudieron con sus uniformes.
En la mayoría de las localidades, el Domingo de Ramos comenzó con la tradicional bendición de las palmas, como en Priego de Córdoba, Palma del Río, Villanueva de Córdoba o Montoro. Acto seguido, las iglesias abrieron sus puertas para que los fieles pudieran visitar a los titulares, entronizados en sus pasos o expuestos en altares.
En Lucena, por ejemplo, hubo un triángulo de veneración en tres puntos distintos de la parroquia de San Mateo. Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, sobre una alfombra roja, recibía a los fieles en el crucero de la iglesia de San Mateo; el retablo de la capilla de las Filipenses reservaba lugar privilegiado para Nuestro Padre Jesús de la Bondad, la Virgen del Divino Consuelo y San Juan Evangelista, y en el presbiterio de Santo Domingo, los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, en el sueño de la agonía, rodeaban al Cristo del Huerto.