Escenas de recogimiento y cercanía
Las hermandades brindan una jornada de contemplación tras la algarabía del Domingo de Ramos
LCorresponsales
A continuidad de un Domingo de Ramos extraño y reconfortante se fundió ayer en la provincia de Córdoba con las escenas interiores del Lunes Santo. Tradicionalmente una jornada de recogimiento tras la chiquillería del fin de semana, este recogimiento se ha visto acrecentado en 2021 aún más por culpa de las restricciones del coronavirus.
Sin procesiones, la actividad cofrade se ciñó al interior de las iglesias. En Lucena, dos cofradías, El Encuentro y El Huerto, mantuvieron a sus imágenes sagradas expuestas para el acercamiento, la reflexión y la convivencia con los fieles y devotos. A la jornada de las palmas, la infancia y la gloria efímera, le sucedió así una tarde desnuda del hábito franciscano, precedida por la concesión de la manijería de la Virgen de las Angustias, en el año 2023, a Francisco Javier Reyes Ávila.
En Priego de Córdoba, la atención se centró en la ermita del Calvario, desde donde deberían haber realizado su salida el Cristo de la Buena Muerte y los Dolores. Durante toda la jornada estuvieron las puertas del templo abiertas para la veneración de los titulares, y hubo varios turnos de vela a cargo de los hermanos. Sobre las 20:30, tenía lugar un acto de meditación organizado por la Cofradía.
Mientras, en Pozoblanco, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Silencio Amarrado a la Columna y María Santísima de la Salud iniciaron el Lunes Santo con la celebración de la palabra, seguida de la veneración a los titulares en la ermita de San Gregorio hasta las 14:00. Ya en horario de tarde se celebró la eucaristía de hermandad, con papeleta de sitio, y los turnos de vela hasta el toque de queda.
En Montilla se veneró al Cristo del Perdón, en Palma del Río al de las Aguas, en Puente Genil a la Sagrada Cena, en Fernán Núñez a la Coronación de Espinas, en Villanueva de Córdoba a Jesús Cautivo o en La Rambla a Jesús en el
Huerto, entre otras muchas. Todas dejaron su color y su identidad en un lunes que, como toda la Semana Santa, supo a poco para los cofrades.