Los hoteles reciben más de 18.000 turistas durante el mes de marzo
● La cifra supone un descenso de casi el 50% respecto al mismo periodo del año pasado
Cisco López
Aunque las cifras siguen siendo malas debido a las restricciones que mantiene Andalucía, los últimos datos del informe de Coyuntura Turística Hotelera publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), respecto al mes de marzo, permiten ver una tenue luz al final del túnel dentro de un sector, el del turismo, que es importantísimo para la provincia y para el país. Los hoteles de Córdoba recibieron en el tercer mes del año más de 18.000 turistas, casi todos de origen nacional, que sumaron más de 31.000 pernoctaciones.
¿Son buenos o malos estos números? Lógicamente no son positivos, pues suponen un descenso en torno al 50% comparado con marzo de 2020. Sin embargo, sí ofrecen una subida de alrededor de un 30% respecto a febrero, lo que da esperanzas de una lenta recuperación. En ello pueden influir las decisiones que se tomen a partir del 9 de mayo, cuando termine el actual estado de alarma.
Según los datos del INE, los hoteles de Córdoba recibieron durante marzo de 2021 un total de 18.909 viajeros, de los que 17.155 eran residentes en España y apenas 1.754 llegaban desde el extranjero. El pasado año, en el mismo mes, la cifra global se elevó hasta los 36.733, lo que supone una reducción del 48,5%. Pero para pensar en positivo, mejor echar la vista atrás solo unos días y mirar a febrero de este año, cuando los viajeros que llegaron a los hoteles de la provincia fueron 12.724, pues el incremento supera el 27%.
Además, los establecimientos hoteleros cordobeses sumaron 31.121 pernoctaciones durante marzo, por las 62.827 del mismo periodo un año antes, lo que dibuja una pérdida del 50,5%. Mirando a febrero, que se quedó en 22.357, la subida es del 28,1%. Al igual que ocurre con los viajeros, las estancias son mayoritarias de residentes en España, pues suponen casi nueve de cada diez. Ahí sí hay una diferencia clara respecto a 2020, pues en aquel marzo que irrumpió la pandemia, los extranjeros tenían mucho más peso.
Mirando los datos de marzo de 2019, queda claro que aún queda un camino enorme para tener cifras similares a las de entonces. Hace dos años, los viajeros que llegaron a hoteles de Córdoba fueron 106.380, de los que 37.603 eran de origen internacional. En cuanto a las pernoctaciones, el total fue de 176.029, con más de 60.000 de residentes en el extranjero, lo que refleja bien su importancia para mantener el sector.
Donde sí se refleja mejor el paso del covid-19 y sus trágicas consecuencias es en la oferta hotelera en la provincia. De marzo de 2020 a marzo de 2021, en Córdoba han cerrado 66 establecimientos (111 abiertos en la actualidad por los 177 de entonces, cuando en enero de este mismo año eran aún 132) que han reducido en casi 1.200 el número de habitaciones (3.341 por 4.525) y en unas 2.500 las plazas (6.485 hoy por las 8.957 de hace un año).
Pero ni siquiera esta reducción de la oferta permite mejorar los grados de ocupación de los hoteles que se mantienen abiertos. La caída de los viajeros y las pernoctaciones se traduce en un descenso medio de casi siete puntos en el grado de ocupación por plazas,
que se queda en 15,48%; en fin de semana (15,89%), y en habitaciones (22,45%). Unos números que terminan de traducirse en la pérdida de casi la mitad de los empleos en el sector en el último año; si en 2020, al inicio de la crisis, los hoteles de la provincia tenían 1.012 trabajadores, en marzo de 2021 son apenas 574, que supone un 43,3% menos.
Las cifras del INE recogen que durante marzo las pernoctaciones en establecimientos hoteleros superan los 3,5 millones, un 57,9% menos que en el mismo mes de 2020. Comparando con antes de la pandemia, el descenso es del 83,6% respecto a marzo de 2019. En ambos casos, Córdoba está mejor que la media nacional.
Atendiendo a la procedencia, las pernoctaciones de los viajeros residentes en España, un 72,5% del total, disminuyen un 17,2% en tasa anual. Por su parte, las de los no residentes bajan un 81,7%. La estancia media se reduce un 35,6% respecto a 2020, situándose en 2,0 pernoctaciones por viajero, promedio que no se llega a cumplir en la provincia.