Declarados culpables de matar a un joven en Málaga que mediaba en una pelea
● El jurado popular también considera culpables de encubrimiento a los dos encausados
Un jurado popular ha declarado culpables de asesinato a los dos hombres acusados por el crimen de un joven en abril de 2017, cuando celebraba su 22 cumpleaños y medió en una pelea a la que era completamente ajeno, en la puerta de la Sala Theatro (Málaga). En el banquillo de los acusados también estaban sentados otros dos jóvenes, amigos de los primeros, y los miembros del jurado han considerado que también son culpables, pero de un delito de encubrimiento.
El jurado no ha estimado ningún atenuante, según han informado fuentes judiciales, que han indicado que en los próximos días la magistrada dictara sentencia. Los principales acusados aseguraron durante el juicio que nunca tuvieron intención de matarlo y que “jamás” hubieran pensado que podía pasar algo similar por un golpe en la cabeza.
Reconocieron haber golpeado a la víctima, pero pensaron que era una tontería el incidente y por ello cada uno se fue por su lado. Este juicio se ha vuelto a repetir tras anular el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía la sentencia que condenó por delitos de lesiones a los dos acusados de acabar con la vida del joven y también anuló la absolución de otros dos jóvenes que fueron procesados.
El fiscal y la acusación particular siempre han mantenido que los dos jóvenes tuvieron intención de matar y en sus conclusiones pidieron que sean condenados a 18 años de prisión por un delito de asesinato, petición que elevaba la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, a 20 años.
El crimen fue cometido el día en que la víctima salió con sus amigos, el 20 de abril de 2017, para celebrar su cumpleaños y, tras visitar varios bares, ya de madrugada, acudieron a la Sala Theatro. Sobre las 04:35, la víctima salió al exterior en compañía de un amigo para fumar un cigarro y observaron una discusión.
Las acusaciones mantienen que la víctima intentó mediar y para tratar de apaciguar los ánimos puso una mano en el torso de uno de los acusados, pero recibió por detrás de forma totalmente sorpresiva violentos puñetazos de dos de los acusados, uno de ellos practicante de boxeo.
Este extremo también ha sido negado por el acusado durante el juicio, que negó practicar boxeo y dijo que sólo ha recibido cinco clases de introducción a la defensa personal. En el relato de hechos se destaca que los golpes fueron “con la intención de matarlo, dada su envergadura, potencia y destino de los golpes (la cabeza)” y que, tras caer desplomado, una vez en el suelo, recibió igualmente patadas en la cabeza por parte de ambos.
En la primera sentencia fueron condenados sólo por un delito de lesiones