Ni mando ni materia prima

● España vuelve a perdonar de cara a gol y se muestra incapaz de ganar a una Polonia con un claro plan de Paulo Sousa y liderada por Lewandowski ● Mala lectura de Luis Enrique

Para analizar y entender el partido que España hizo ante Polonia hay que poner en antecedentes algunas cuestiones importantes que, al igual que ante Suecia, volvieron a ref lejarse en el terreno de juego del Estadio de La Cartuja: la falta de jugadores de peso y personalidad que tiren del carro, o lo que es lo mismo, la ausencia de un líder o de varios que tengan carisma, un equipo sin cracks mundiales, dos centrales zurdos, Llorente de lateral derecho, el problema de la falta de gol... En definitiva, asuntos clave para adentrarse en una valoración táctica de un partido con dos equipos con propuestas muy diferentes, y con ocasiones para haber ganado, saliendo al final a relucir la mediocridad de esta España de Luis Enrique, incapaz de ganar a Suecia ni a Polonia.

Se encontró España con una Polonia valiente y atrevida en los primeros compases del partido. Con un 3-4-1-2 a la hora de realizar la presión en la salida de la pelota española y un claro 5-3-2 en el repliegue, con una basculación firme, con Moder, Zielinski y Klich, para intentar cortar las internadas de España por los costados. Pero el combinado español sí generó peligro con Gerard Moreno y la movilidad de Morata y llegó el 1-0.

Sin embargo, España, por mucho tener la pelota, no tenía el control del partido y Polonia, con muy poco, rozó el empate en dos ocasiones muy claras, por medio de Lewandowski y Swiderski. Pero entre el poste y Unai Simón el balón no acabó entrando en la portería española.

A la vuelta de la caseta, Polonia, como en el primer tiempo, salió intensa y atrevida y encontró el premio del gol, obra de Lewandowski. España reaccionó pronto, pero Gerard Moreno falló un penalti y Morata tiró el rechazo fuera con todo a favor. De nuevo, ausencia de pólvora. La entrada de Ferrán y Sarabia dio un pequeño empuje a España, pero de nuevo faltó acierto ante el gol y todo quedó diluido. Polonia, con Lewandowski, generó peligro a la contra y en la prolongación apenas sufrió, con mu

Unai Simón Buena mano en un disparo de Lewandowski, pero no transmite jerarquía en un puesto tan clave como la portería.

Marcos Llorente Lo hace bien de lateral derecho, pero sus virtudes son desaprovechadas por su equipo por jugar en ese puesto.

Laporte Lewandowski le ganó la partida en un intenso duelo.

Pau Torres Aseado. Errores impropios en los cambios de juego.

Jordi Alba Intercambió subidas de peligro por la banda y el cortar una contra de Lewandowski de forma excepcional con pérdidas que casi cuestan goles a España.

Koke Gris.

Rodri Se espera mucho más de un pivote como él.

Pedri Incomprensible titularidad.

Gerard Moreno Falló en el momento clave, en el del penalti. Se movió bien buscando a Morata.

Morata Comenzó bien el partido, con movilidad y robando pelotas arriba, y marcando, pero luego falló otra vez y fue cambiado casi al final de la segunda parte.

Dani Olmo Nulo.

Ferrán Frescura y algo de descaro, pero sin suerte.

Sarabia Minutos dentro de la mediocridad final de España.

Fabián Poca presencia.

Oyarzabal Testimonial. chas pérdidas de balón de una España que camina sin rumbo por la Eurocopa.

DEFENSA

Lewandowski vivió un duro duelo con Laporte. El delantero del Bayern fue un incordio, en muchas fases del partido, para una defensa que sufrió por el centro y por el costado de Jordi Alba, que perdió alguna pelota peligrosa. Que Llorente juegue de lateral derecho no se entiende, pues tiene condiciones físicas para actuar donde lo hace en el Atlético –¿Qué aporta Pedri?–.

ATAQUE

España buscó las entradas por las bandas y funcionó sólo en la primera parte, con el 1-0. Gerard Moreno buscaba siempre a Morata y llegó el tanto del punta de la Juventus, pero en la segunda ambos acabaron diluidos por fallar uno un penalti y el otro un rechazo y una clara ocasión ante el meta polaco. De Dani Olmo, ni rastro.

VIRTUDES

Voluntad para buscar la victoria.

TALÓN DE AQUILES

Las malas decisiones de Luis Enrique, otra vez.