El Dia de Cordoba

La ‘vendetta’ más dulce

● Dos tantos de Ferran Torres a pase de Oyarzabal certifican la superiorid­ad de la selección frente a una Italia desbordada tras la expulsión de Bonucci ● Gran debut del juvenil Gavi

- Diego Marchán

Oyarzabal y Ferran Torres organizan la vendetta española en San Siro. La selección de Luis Enrique se clasificó para la final de la Liga de Naciones gracias a una trabajada y convincent­e victoria frente a la anfitriona, la misma Italia que nos arrebató el pase a la final en la pasada Eurocopa, que ganó, y que tantas veces se ha cruzado en el camino de la selección en su historia reciente.

Esta vez, con los locales como claros favoritos, España rompió todos los pronóstico­s y se llevó un triunfo de prestigio, con momentos de dominio apabullant­e frente a la vigente campeona de Europa. Un error tonto a diez minutos del final empañó –sólo un poco– un brillante trabajo del combinado español, que luchará por el título con el vencedor del Francia-Bélgica de este jueves.

Luis Enrique, que ya había avisado en la previa, sorprendió con la presencia del debutante Gavi en el once –con 17 años y 62 días, el jugador más joven en jugar con la selección en la historia– y con Sarabia de falso nueve. La presión alta de inicio de los italianos incomodó la salida de balón de España y propició un par de pérdidas que Chiesa y Jorginho aprovechar­on para buscar el disparo desde fuera del área, bien resueltas por Unai Simón.

España tardó diez minutos en meterse en el partido, pero se metió de lleno. Los de Luis Enrique aprovechar­on la vía de agua en la banda derecha de los italianos para martillear por medio de Sarabia, Oyarzabal y Marcos Alonso. A los 12 minutos una buena jugada del extremo del Sporting de Portugal acabó en un remate de Oyarzabal rechazado por Bastoni y cinco minutos después llegó el primer tanto del partido, con el jugador de la Real como protagonis­ta.

El vasco centró desde la izquierda, Bastoni se la comió en el primer palo y por detrás apareció Ferran Torres para batir a Donnaruma. Un gol liberador para una selección española que pudo conseguir el segundo un minuto después, gracias a un disparo lejano de Marcos Alonso que el meta del PSG no acertó a despejar y que fue rechazado por Bonucci tras estrellars­e en el travesaño. Una jugada circense que dejó temblando a San Siro. Los locales necesitaro­n unos minutos para reponerse, pero pasada la media hora de juego regresaron al partido con dos grandes ocasiones casi consecutiv­as. En el 33’ Unai Simón evitó el tanto del empate desviando lo justo un disparo de Bernardesc­hi que acabó rechazando el palo y acto seguido Insigne mandó fuera un buen centro desde la derecha que ya se cantaba como gol en las gradas de San Siro.

La tragedia para los italianos se consumó en los minutos previos al descanso. En el 41’ una absurda acción de Bonucci, que sacó el codo innecesari­amente ante Busquets, supuso la segunda amarilla para el central de la Juve, que dejó a los suyos con uno menos

para lo que restaba de encuentro. Y en el 45’ llegó el segundo gol de España con mismos protagonis­tas. Tras una gran jugada de los de Luis Enrique, que movieron el balón con serenidad y acierto, Oyarzabal centró desde la izquierda –bendito filón– y Ferran Torres la mandó a la jaula apareciend­o en el segundo palo. Mazazo para los actuales campeones de Europa y subidón de autoestima para la selección, superior en hambre y calidad.

La segunda parte comenzó con problemas para España, que perdió por lesión a su goleador Ferran Torres. Yéremi Pino, a sus 18 años, se convirtió en el segundo debutante de la noche. El jugador del Villarreal, uno de los delanteros más en forma de LaLiga actualment­e, asumió el papel de agitador del encuentro y exhibió regate y descaro en una cita del más alto nivel.

Pasaban los minutos en San Siro con España moviendo el balón con tranquilid­ad e Italia persiguien­do sombras. La presión de los de Mancini era estéril con uno menos y el técnico recurrió a la potencia de Moise Kean en busca del milagro. El primer susto para La Roja llegó a los 60 minutos (ni tan mal), con un remate al palo de Chiesa invalidado por fuera de juego. Dos minutos después llegó la réplica de España, tras una excepciona­l jugada de Yéremi Pino que centró para que Oyarzabal cabeceara a escasos centímetro­s de la meta de Donnaruma.

El dominio de España era abrumador y el tercer tanto para los visitantes estuvo a punto de llegar en el 77, cuando Yéremi Pino se fue por banda derecha y centró al área para la llegada de Marcos Alonso, que estrelló su remate en Donnaruma. El final del partido parecía un paseo para España… pero los errores se pagan y un tremendo fallo de concentrac­ión de Pau Torres dio nueva vida a Italia y metió picante a los últimos minutos de juego. El central del Villarreal se durmió y permitió que Chiesa le robara la cartera. El de la Juve cedió para que Pellegrini, a placer, anotara el 1-2 despertand­o así a un herido estadio de San Siro.

Pese a la presión de la grada y el arreón final de orgullo de los italianos, España era dueña del balón y no iba a caer en otro error. La victoria estaba en el bolsillo y la selección de Luis Enrique, que de nuevo se reivindica ante las críticas, en la final esperando rival, Francia o Bélgica. Que pase el siguiente.

España jugará la final el domingo y aguarda a su rival en el partido entre Bélgica y Francia

 ?? MATTEO BAZZI / EFE ?? Ferran Torres observa cómo el balón supera a Donnarumma tras rematar un magnífico centro de Oyarzabal para el 0-2.
MATTEO BAZZI / EFE Ferran Torres observa cómo el balón supera a Donnarumma tras rematar un magnífico centro de Oyarzabal para el 0-2.
 ?? MATTEO BAZZI / EFE ?? Azpilicuet­a disputa el balón con Moise Kean.
MATTEO BAZZI / EFE Azpilicuet­a disputa el balón con Moise Kean.

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