Un nuevo colectivo vecinal luchará por mejorar Santa Marina, la Fuenseca y Orive
● Trabajará en el ámbito cultural, el turismo, el cambio climático y el urbanismo
El movimiento asociativo ciudadano de Córdoba cuenta con un nuevo integrante. Se trata de la asociación vecinal La Fuenseca, Santa Marina y Orive, barrios del Casco Histórico de la capital, en los que viven más de 3.000 personas y que cuentan ya con una entidad asociativa.
La asociación tiene ya un centenar de integrantes y su puesta de largo será a partir de la semana que viene cuando tenga lugar la asamblea de constitución en el Palacio de Viana; en esta primera asamblea se explicará la iniciativa y se constituirá la asociación como tal.
Hasta el momento, el portavoz de la organización es Juan J. Giner, quien ha indicado cuáles van a ser las principales líneas generales de actuación del colectivo. Una de ellas se va a centrar en el área de urbanismo y la vivienda. Así, la propuesta que han hecho es “dedicar recursos al estudio de las condiciones de uso de todas las edificaciones incluidas en esta zona de la capital, promover su conocimiento y mejora, impulsar iniciativas para superar las situaciones de infravivienda, casas abandonadas y solares sin edificar”. Se trata de una situación que arrastran estos barrios en los últimos años sin solución.
A esta demanda también se suma el estado en el que se encuentran calles de La Fuenseca, Santa Marina y Orive o la necesidad de cuenten con más árboles, ha indicado. Esta línea, además, se integra en otra de las áreas de actuación del colectivo centrada en el cambio climático y la energía.
Desde la asociación se pretende “concienciar y emprender acciones de estudio, defensa y mejora del medio ambiente, con más zonas verdes y arboladas, la reducción de residuos y el reciclaje”.
Además, quieren ahondar en el tema de la eficiencia energética y el uso de las energías renovables. Y es que, en esta zona la capital cordobesa no se pueden instalar, por ejemplo, placas solares al estar limitado por el Plan Especial del Casco Histórico. El fomento de las opciones de movilidad sostenible y la prevención educativa son otra de las líneas de trabajo, según se recoge en la información facilitada por la organización.
La cultura es otro de los ejes de trabajo de esta entidad. Al respecto, Giner ha aludido a que en este área de la capital se encuentran ubicadas desde el centro Rafael Botí, al Palacio de Orive o la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y que forman parte “de un tejido cultural”. Para ello, se trata de “fomentar la participación en las actividades que contribuyan a convertir nuestro ámbito de actuación en un centro de atracción de creadores, agentes culturales e iniciativas plurales, tradicionales e innovadoras, desde el pensamiento crítico y la participación”.
El patrimonio y el turismo, no en vano, –estas zonas de la capital se encuentran dentro del Casco Histórico y reciben miles de visitas cada año– se suma a las líneas de actuación del colectivo. En este caso, su pretensión es cuidar el patrimonio, los edificios y lugares singulares de su ámbito, así como las celebraciones y fiestas. En esta línea, además, recuerdan desde el colectivo que “el turismo es un derecho, contamos con alojamientos turísticos en nuestros barrios y queremos atraer turismo, a la par que evitar efectos negativos sobre los usos residenciales y sobre la convivencia vecinal”.
La igualdad de derechos entre sexos, evitar cualquier discriminación por causa de orientación afectivo-sexual y combatir la violencia de genero mediante el apoyo de medidas y programas educativos, sociales, culturales e iniciativas jurídicas para este fin también forma parte de los ejes de trabajos del colectivo, al que se añade el sector económico y las condiciones sociales.
En este último caso, desde la agrupación vecinal se pretende trabajar para la mejora de las condiciones sociales, laborales, sanitarias, educativas y culturales de toda la población, en especial sobre el empleo, las pensiones y otras prestaciones públicas y el apoyo a actividades empresariales o cooperativas.
La puesta en marcha de la asociación vecinal La Fuenseca, Sana Marina y Orive tiene sus orígenes en la experiencia de los colectivos La Fuenseca y Casa de Paso-Santa Marina, que han contado con éxitos, dedicación y cierta implantación, si bien sometidas a altibajos de presencia pública y capacidad reivindicativa.
No obstante, el portavoz del nuevo colectivo vecinal ha destacado el trabajo realizado por esas entidades y también al que ha llevado a cabo los residentes de estos barrios de Córdoba en los últimos años y que han marcado el inicio de la puesta en marcha de la asociación. Así, ha aludido a que “el detonante” fue la petición a Aucorsa de que pusiera una parada en la calle Alfaros. “Se recogieron firmas entre los vecinos y al final pusieron dos paradas”, ha indicado.
Esta nueva agrupación reúne a a más de 3.000 vecinos de Córdoba capital