La depresión sigue al alza pese a que la pandemia retrocede
Los adolescentes duplicaron las demandas de consulta en los servicios de salud
La presencia de acontecimientos estresantes, como ocurrió con la pandemia, trajo consigo un aumento de los cuadros depresivos, especialmente en niños y adolescentes, que no están desapareciendo pese a que la incidencia de casos sigue bajando y la nueva normalidad se percibe como un escenario a corto plazo.
Según los psiquiatras consultados por Efe, los picos de depresión llegaron con “retardo” porque en un principio la gente se preocupaba más de la enfermedad física que mental y ahora los síntomas depresivos persisten porque, aunque la pandemia tienda a la baja, siguen vigentes sus consecuencias como la crisis económica, la muerte de allegados y la incertidumbre que en el caso de menores se traduce en trastornos de conducta alimentaria y tendencias suicidas.
En opinión del jefe de Psiquiatría del hospital 12 de Octubre de Madrid, Gabriel Rubio, en un entrevista con motivo del Día Europeo de la Depresión, la pandemia fue un factor de riesgo “brutal” para personas que nunca habían tenido una depresión y caldo de cultivo en adolescentes, que duplicaron las demandas de consulta en los servicios de salud.
Rubio explica que, aunque las cifras oficiales de casos Covid vayan a la baja, “las familias lo están pasando mal, no hay fallecimientos pero sigue habiendo incertidumbre, miedo al contagio, mucha gente está en paro y se desconfía de la vuelta a la normalidad”.
Rubio lamenta que en España, aún hoy, se banalice el concepto de depresión y asegura que la sociedad española considera que cuando una persona se deprime es porque tiene “un elemento de debilidad en su carácter”.