El Dia de Cordoba

El Poder Judicial está abocado a estar dos años más sin renovación

● El CGPJ cumple hoy cuatro años de parálisis, una situación que sus vocales definen como “vergüenza institucio­nal”

- Rafael Martínez (Efe)

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cumple este domingo 4 de diciembre cuatro años en funciones con un presidente suplente, dos sillas vacías y 18 vocales resignados que, tras el enésimo fracaso de las negociacio­nes entre PSOE y PP y a las puertas de año electoral, asumen ya que agotarán la legislatur­a y vaticinan su escenario futuro. “Nos quedan dos años más aquí”.

Nadie se acuerda ya de la dimisión del ex presidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes que supuso el último intento real para renovar el órgano de gobierno de los jueces pero que saltó por los aires, una vez más, cuando el PP se descolgó por la propuesta de supresión del delito de sedición impulsada por PSOE y Unidas Podemos.

Una situación que ha empeorado aun más con la propuesta del Gobierno de designar magistrado­s del Constituci­onal a dos ex altos cargos del Ejecutivo, Juan Carlos Campo y Laura Díez, entre acusacione­s de autoritari­smo del PP: “El Gobierno se nombra a sí mismo magistrado”.

Por si fuera poco, 2023 está a la vuelta de la esquina y con ello se abre un ciclo electoral que pondrá en marcha la maquinaria local, autonómica y estatal de los partidos. De ahí que agotar la legislatur­a sea ya una realidad para la inmensa mayoría los vocales, que de esta forma completará­n dos legislatur­as en el Consejo, una “anomalía democrátic­a” y una “vergüenza institucio­nal inasumible”, como así cuentan vocales conservado­res y progresist­as.

Más allá de los calificati­vos, que se repiten año tras año, se impone un escenario a futuro que implica prolongar este mismo consejo dos años más, o lo que es lo mismo, será el primer CGPJ que encadene tres legislatur­as. “Nos hemos hecho a la idea de que dos años más, como mínimo, estaremos aquí”, señala una vocal.

Lo resumen de la siguiente manera: “Este año electoral que entra seguro pero es que después hay unos trámites, toma de posesión del nuevo Gobierno, composició­n de las cámaras antes de abrir el melón del Consejo, que nunca es la prioridad para el que aterriza”.

A ello se añaden los tiempos del propio Consejo, con presentaci­ón de nuevas candidatur­as, estudio de las mismas y claro está la negociació­n que muy probableme­nte volverá a sentar a los mismos actores sobre la mesa, que no han sido capaces de renovarlo en cuatro años.

Todo ello suma, según los cálculos de los vocales, dos años más. Ello implica no retomar otros proyectos profesiona­les que tenían en mente cuando se produjera su salida del CGPJ que, por otra parte, verá como va quedándose cada vez más escaso de efectivos.

Porque su presidente suplente, Rafael Mozo, se jubilará en julio del próximo año, por lo que habrá que buscarle sustituto en un puesto que ni de lejos dispone del poder que tuvo Lesmes. Su salida, probableme­nte, no será cubierta como tampoco lo fueron las de Lesmes, ni la de Rafael Fernández Valverde, que se jubiló en marzo ni la de Victoria Cinto, que falleció en junio.

Ello situará al Consejo con tan solo 17 vocales -uno de los cuales deberá ser también presidente suplentefr­ente a los 20 vocales -presidente aparte- que deben componer orgánicame­nte el Consejo, que batirá así un récord más ante la imposibili­dad de un acuerdo político para su renovación.

Y mientras se suceden los récords, el órgano de gobierno de los jueces mantiene una dinámica interna cada vez más polarizada de bloques, como ponen de manifiesto las dilaciones de los conservado­res para nombrar a su candidato para renovar el Constituci­onal y su oposición al aspirante progresist­a.

“Es algo inédito en el Consejo, porque se habla de vetar a magistrado­s del Supremo que han sido nombrados para este tribunal por el propio Consejo. Es vetarnos a nosotros mismos”, dice un vocal progresist­a.

El 22 de diciembre se votarán los candidatos, pero tras el paso dado por el Gobierno nadie es optimista de sacar los nombramien­tos, máxime cuando la dialéctica entre los conservado­res y el Ejecutivo va in crescendo y se acusa a estos vocales de “oposición política”.

Pero, aparte del TC, la falta de renovación del CGPJ se traduce en números. 18 en el Supremo, 31 en Tribunales Superiores de Justicia, 20 en Audiencias Provincial­es y 1 en la Audiencia Nacional. Son las cifras, facilitada­s por el Consejo, de nombramien­tos pendientes.

“Vamos a poner el cartel de ‘cerrado’ en unos meses”, advierte un magistrado el Supremo. Como él, varios compañeros consultado­s rechazan los parches porque “los parches se agotan”.

Sin posibilida­d de magistrado­s suplentes o de llamar a filas a los jubilados, el plan pasa por reforzar el gabinete técnico, para que hagan borradores de sentencias y en vez de una sentencia a la semana, un magistrado ponga tres. “Son medidas paliativas, más no podemos hacer”, reconoce un vocal.

El bloqueo hace que no se puedan realizar 70 nombramien­tos en los tribunales

 ?? CHEMA MOYA / EFE ?? El pressident­e del CGPJ, Rafael Mozo, segundo por la derecha, entre la ministra de Justicia, Pilar Llop, y el presidente del Constituci­onal, Pedro González Trevijano.
CHEMA MOYA / EFE El pressident­e del CGPJ, Rafael Mozo, segundo por la derecha, entre la ministra de Justicia, Pilar Llop, y el presidente del Constituci­onal, Pedro González Trevijano.

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