Una mujer está en estado crítico tras ser apuñalada por su ex pareja
● La víctima, de 31 años, está en estado crítico en el hospital ● El agresor, de 47, se autolesionó
Una mujer de 31 años, de nacionalidad guatemalteca, se encuentra en estado crítico en la UCI tras haber sido apuñalada presuntamente por su ex pareja en Dos Hermanas. El hombre, de 47 años y de nacionalidad colombiana, también sufre lesiones, aunque no revisten gravedad. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana de ayer en el Sector Triángulo de esta barriada nazarena.
Existe al menos una denuncia previa por malos tratos y él tiene una orden de alejamiento de ella en vigor. En la valoración de riesgo del sistema Viogen, el caso estaba calificado como de riesgo no apreciado, el nivel más bajo de la escala que utiliza este sistema de protección a las víctimas de malos tratos. El hombre no había sido detenido antes ni tampoco condenado. Según relataron los vecinos, el presunto agresor vivía en un coche pero, a pesar de la medida de alejamiento, se encargaba todas las mañanas de recoger a los tres niños que tienen en común, de 4, 6 y 8 años, y de llevarlos al colegio. Los tres menores estaban en la casa en el momento de la agresión.
Los dos presentan heridas por arma blanca. Ambos tienen tres pinchazos, si bien los de él no revisten gravedad. Él tiene dos heridas en el cuello y una en el pecho superficiales, que todo apunta que habrían sido provocadas por él mismo. Tras unas horas de hospitalización bajo custodia policial para una primera revisión de las heridas, fue detenido y trasladado a la comisaría de la Policía Nacional en Dos Hermanas. Se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de quebrantamiento de condena por no respetar la orden de alejamiento. Pasará hoy a disposición judicial.
Ella tiene tres pinchazos en el pecho, y uno de ellos le ha afectado al corazón. Se encuentra en estado crítico en la UCI del Hospital Virgen del Rocío, donde fue operada de urgencia durante la mañana. Por el momento, se mantiene con vida gracias a la inmediatez en la actuación de la Policía Nacional, cuyos agentes taponaron las heridas de la mujer mientras llegaban los servicios sanitarios.
La Policía mantiene abierta la investigación para tratar de esclarecer lo sucedido. Antes de ser hospitalizado, el hombre aseguró a los agentes que apuñaló a su ex mujer en defensa propia, después de que ella le atacase supuestamente con un cuchillo en la cocina de la vivienda. Sin embargo, la hipótesis más sólida es que el hombre se autolesionó después de atacar a su ex pareja.
Varios vecinos que asistieron a la víctima de la agresión machista relataron a este periódico que la víctima, Jacqueline, salió de su casa por su propio pie y se introdujo en el piso colindante, donde se desplomó y fue atendida después. La vecina de este piso explicó que ella no oyó ninguna pelea, sino que fue una chica que reside una planta más abajo la que escuchó gritos y subió, llamando a las puertas de las viviendas para averiguar lo que ocurría y tratar de ayudar.
“Fue la chica de abajo la que llamó a las puertas porque escuchó ruido. Yo no percibí nada extraño, a pesar de que vivo al lado. Gracias a ella, abrimos las puertas y ella pudo salir y entró en mi casa. No llegué a verle las puñaladas, pero sí vi que perdía mucha sangre”, explicó a este periódico la mujer que reside en el piso colindante, que junto con su marido, fueron los primeros en asistir a la víctima.
Los tres niños de la pareja estaban en la vivienda en el momento de la agresión. La vecina se encargó de meterlos en su casa. “Ellos no vieron nada. No presenciaron nada. Yo les dije que había entrado alguien a robar, ¿cómo podía explicarles que el padre había apuñalado a la madre? Me los llevé para dentro y los estuve entreteniendo. No sé cuánta gente entró después en mi casa, entre policías, sanitarios y demás”.
La mujer tiene una queja sobre los teléfonos de emergencias. “Llamé al 112 pero comenzaron a hacerme preguntas y nada. Después lo intenté con la Guardia Civil, el 062, pero me dijeron que la zona no estaba dentro de su competencia. Y por fin llamé al 091 y los policías nacionales sí que vinieron rápido y taponaron las heridas de la chica. Pero se perdieron unos minutos ahí que pueden ser claves. Debe haber un teléfono único que coordine las emergencias, pero que las coordine de verdad. Tenga en cuenta que aquí hay un centro de salud a poco más de 200 metros, los sanitarios tendrían que haber llegado los primeros”.
La chica del tercero asegura que escuchó una pelea y le extrañó que ningún vecino más oyera los ruidos. Así que decidió subir y llamar a las puertas para tratar de averiguar qué ocurría y qué pasaba. “Conseguí que me abriera el niño pequeño, y al mismo tiempo me abrió la vecina de al lado. Y ya ella y los niños pudieron salir. Luego bajé para meter a mi perro y volví a subir. Me encontré con él. No sabía en ese momento qué intenciones podía tener”.
La pareja llevaba aproximadamente un año viviendo en este piso del Sector Triángulo de Montequinto. No habían oído peleas antes ni nada extraño. “Sí se escuchan ruidos, pero ruidos de niños, algo normal”, explica una de las residentes. “Hasta hoy, pensábamos que él era un padre ejemplar, pues los niños estaban todo el día con él. Es más, cuando le dije a la mayor que ya estaban atendiendo a su madre y se iba a curar seguro, lo primero que hizo fue preguntarme ‘¿y papi?”.