La montaña rusa blanquiverde Ocho días de vacaciones, hasta el 26 de diciembre
● Los de Germán Crespo pasaron del éxtasis del gol de Simo a las lágrimas de José Alonso tras su error en la acción del 1-2 definitivo
La despedida del 2022 en El Arcángel fue muy diferente a la que el Córdoba CF había soñado. Los blanquiverdes se las prometían felices ante un Mérida que llegaba en buena dinámica pero que parecía una víctima propicia para que el CCF pusiera un broche de oro a un año en el que se ha mostrado prácticamente intratable en su feudo. Sin embargo, el choque nunca fue por los cauces esperados y se convirtió en una montaña rusa de emociones, desde la alegría de Simo por su gol tras una semana complicada, hasta las lágrimas y desesperación de José Alonso al sentirse responsable de la derrota.
La presencia de Simo en el once inicial fue una sorpresa para todos. Todos menos Germán Crespo, que vio al hispano-marroquí en condiciones para ser alineado pese a no haber entrenado prácticamente ningún día con el grupo durante toda la semana, por culpa de esa fuerte entrada que recibió en Alcorcón y que le produjo un fuerte hematoma en el tobillo.
Sin embargo, la apuesta del técnico granadino se vio refrendada con un auténtico golazo de Simo, el quinto de su cuenta particular esta temporada, cuando solo habían transcurrido cuatro minutos de juego. Ese tanto tan tempranero hizo que quien más y quien menos en El Arcángel viese muy cerca otro triunfo para culminar el año, pero el partido se tornó hacia el lado oscuro conforme pasaban los minutos.
Mal indicador fueron las ocasiones clarísimas que el CCF falló antes del descanso. Porque, aunque no hizo su mejor fútbol, el conjunto cordobesista pudo haberse ido al asueto con el partido ya en el bolsillo de haber sido capaz de tener la pegada que otras tardes ha lucido.
El Mérida llegó vivo a la segunda parte y acabó sembrando la zozobra entre la afición local. Primero, con ese gol de Busi que heló a los cerca de 12.000 seguidores blanquiverdes que se dieron cita en El Arcángel y que provocó que por primera vez en el partido se escuchase al centenar se seguidores
No es el estado de ánimo soñado para afrontar unas vacaciones, pero la desconexión a buen seguro que le hace bien a los jugadores y técnicos del CCF. Tras la dolorosa derrota ante el Mérida, la plantilla inicia sus vacaciones navideñas, que se prolongarán hasta el 26 de diciembre –sesión vespertina–, día en que el grupo retomará los entrenamientos con vistas al regreso de la competición, que llegará el 8 de enero en San Fernando. Los jugadores del CCF tendrán así ocho días libres para recargar las pilas. visitantes que se desplazaron desde la localidad emeritense.
Pero el giro final estaba todavía por llegar. José Alonso, que volvía al equipo mucho tiempo después y estaba cuajando un buen partido, cometió un error garrafal al dejar un balón en ventaja a Fran Viñuela, que se marchó camino de la portería para convertir el 1-2. Inmediatamente, el central onubense se hundió moralmente, sabedor de que ese fallo mataba a su equipo.
Los compañeros trataron de animarle pero el golpe anímico fue tan fuerte para Alonso que le costó incluso seguir enchufado en el partido. Con todo, en el tiempo de descuento y ya a la desesperada, el central onubense se lanzó al ataque en una última intentona y gozó de una clarísima ocasión, con un balón suelto que quedó en el área y que remató de manera acrobática, no encontrando portería por centímetros.
Hubiera sido una redención merecida para un futbolista al que el pitido final le sentó como una puñalada en el alma. Superado por la situación, se marchó con lágrimas en los ojos y los ánimos de sus compañeros, que trataron de ayudarle a recomponerse en su tarde más aciaga desde que viste la camiseta del Córdoba CF.