Punto y final a una racha de 17 partidos sin perder
● El Pozoblanco cierra su notable serie tras caer por la mínima ante un rival que pelea por la salvación
El Pozoblanco dijo adiós cruelmente a su excepcional dinámica de resultados tras caer en casa de un aguerrido Cabecense que vuelve a soñar con la salvación en el Grupo X de la Tercera Federación. Los vallesanos, que habían encadenado 17 jornadas consecutivas sin perder –el récord en la categoría–, esta vez no fueron capaces de sacar algo positivo lejos del Municipal y firmaron una derrota ni mucho menos alarmante en el Carlos Marchena de Las Cabezas. Porque a pesar del tropiezo, el equipo que dirige Antonio Jesús Cobos se mantiene tercero en la clasificación con 51 puntos en su casillero, si bien pierde la oportunidad de meter presión a los dos primeros y claros favoritos al ascenso directo: el Xerez CD y el Ciudad de Lucena.
Tras el valioso empate cosechado la semana pasada ante el Ceuta B (1-1), el Pozoblanco confiaba en que podía alargar la dinámica una jornada más con el ambicioso objetivo entre ceja y ceja de seguir presionando a los rivales que luchan por el ascenso directo. Enfrente estaba un Cabecense hundido en puestos de descenso que, sin embargo, demostró que todavía cree en la permanencia y logró dar la sorpresa ante sus aficionados.
El fuerte viento que soplaba a la hora del encuentro en Las Cabezas de San Juan dificultó el juego de ambos equipos desde el inicio. Pese a ello, tocaba hacer frente a los condicionantes atmosféricos que afectaban a este atípico duelo disputado entresemana. La igualdad imperó desde el arranque, pero el Pozoblanco fue quien llevó la batuta del encuentro. También supo sufrir, pues en el minuto 35, Javi Dela tuvo que salvar a los suyos con una gran parada que pudo darle la ventaja en el marcador a los locales.
Justo antes del descanso, una falta al borde del área local se convirtió en un caramelo para el cuadro de Los Pedroches. El encargado de ejecutarla fue un Iván Vela cuyo certero disparo lo sacó Iván Casas bajo palos con una gran estirada. Tras el paso por vestuarios, el Cabecense dio un paso más y empezó a llegar con peligro a la portería vallesana. Tanto que el gol del conjunto sevillano no tardó en llegar.
Minutos después de que el disparo de Fran Gómez se marchara alto, en el 67’, Manu Alonso, que acababa de entrar desde el banquillo, sorprendió a la zaga pozoalbense para poner el 1-0 en el marcador. El Pozoblanco hizo todo lo que pudo por darle la vuelta al resultado e incluso la expulsión de Gonzaga en el 81’ le puso la recta final de cara. Sin embargo, la defensa del Cabecense le ganó la partida al ataque de los de Cobos, que volvieron a conocer el amargo sabor de la derrota casi cinco meses después.