El Dia de Cordoba

Los dioses de Bal-sagoth

● Las cifras de ventas demostraro­n que ‘Conan the Barbarian’ no solo no era un fracaso, sino que la editorial tenía entre manos un verdadero éxito

- BIBLIOTECA CONAN. CONAN EL BÁRBARO, 4 Roy Thomas, Barry Smith, Gil Kane. Panini. 160 páginas. 13,95 euros. por Javier Fernández

A la altura de los episodios de Conan the Barbarian incluidos en el cuarto volumen de la Biblioteca Conan. Conan el bárbaro, y como su alma mater y guionista Roy Thomas ha recordado en numerosas ocasiones, las cifras de venta disponible­s en aquel instante (conviene saber que estas llegaban a Marvel con varios meses de retraso) llevaron a Stan Lee a sugerir que se cancelase la serie.

Nada más saber la noticia, Thomas corrió al despacho del editor y lo convenció de que debían seguir dándole una oportunida­d a las aventuras del cimerio, cosa que finalmente se hizo, aunque se tomó, en cambio, la decisión de apartar a Barry Smith de la cabecera para que dibujase otros cómics de superhéroe­s, en contra de la voluntad del británico.

Conan the Barbarian le había sido asignada de inicio a Smith y no a los más experiment­ados John Buscema o Gil Kane, primeras opciones de Thomas, debido a que la serie contaba con un presupuest­o menor porque debía pagársele una cantidad fija a los derechohab­ientes del personaje. Esta limitación en el salario de los artistas puso Conan en manos de Smith, más joven y menos caro que las primeras espadas de la compañía. Y el resto es historia.

Con todo, por lo antes explicado, Smith se vio forzado a abandonar Conan the Barbarian y su puesto, ahora sí, fue ocupado por Kane, un amante del género de espada y brujería y de la obra de Robert E.

Howard en particular, quien firmaría los lápices de los números 17 y 18, publicados a mediados de 1972.

Este par de episodios, ambientado­s en la tierra de Bal-sagoth, isla del Mar de Vilayet habitada por un pueblo ancestral, fueron la primera toma de contacto de Kane con el personaje (de todos es sabido que no sería la última), y el autor de

Blackmark realizó un trabajo memorable, embellecid­o, sucesivame­nte, por las expresivas tintas de Ralph Reese y por las de Dan Adkins. Curiosamen­te, Kane acabó agotado por la experienci­a (según Thomas, el artista se quejó de que se le exigía dibujar una historieta épica en cada número) y no quiso continuar a bordo.

Por fortuna, las siguientes cifras de ventas que llegaron a la editorial demostraro­n que Conan the

Barbarian no solo no era un fracaso, sino que la editorial tenía entre manos un verdadero éxito, y Smith se mostró encantado de regresar a la serie, a tiempo de firmar media docena más de episodios, entre ellos, algunos de los más celebrados de toda su carrera.

El presente tomo reúne los números 16 a 22 de Conan the Barbarian, y además del díptico dibujado por Kane, tenemos aquí la reedición a color (y con los desnudos censurados) de La hija del gigante

de escarcha (sic), previament­e editada en la revista Savage Tales, a la que se le añadió para la ocasión una bonita splash page. Va también el comienzo de la saga de Makkaleth, con su portentosa apertura, Halcones del mar (la mitad de cuyas páginas fueron impresas, con la pobre calidad de la época, a partir de los lápices de Smith), y su no menos impactante segundo acto: El negro sabueso de la venganza.

 ?? ?? Viñeta de ‘BC. Conan el bárbaro, 4’.
Viñeta de ‘BC. Conan el bárbaro, 4’.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain