Las familias del colegio Algafequi protestan contra la falta de sombras
Critican la tardanza del Ayuntamiento en instalar toldos en el centro educativo
La falta de sombras en el patio del colegio Algafequi llevó ayer a su comunidad educativa a protestar justo antes de que diera comienzo una nueva jornada lectiva. Con sombrillas, parasoles, alumnos con gorras para hacer frente al sol se concentraron en la puerta del centro para mostrar su disconformidad ante el retraso en la puesta en marcha del plan municipal Sombra en mi colegio.
Se trata de un programa, que cuenta con un presupuesto de 850.000 euros, que tiene como principal objetivo mitigar el efectos de las altas temperaturas que se alcanzan a partir del mes de mayo en la capital cordobesa con la instalación de toldos en los patios y la plantación de arboleda en los centros educativos públicos de la ciudad en dos fases.
El Ayuntamiento presentó el proyecto Sombra en mi colegio en julio del año pasado y, por el momento, solo se ha llevado a cabo en el centro Vista Alegre, donde se colocó el primer toldo tipo vela el pasado abril. La instalación piloto se adjudicó con un presupuesto de 20.624,45 euros.
En la primera fase de desarrollo del programa, el objetivo del Ayuntamiento es llegar a 35 colegios de la ciudad, incluido el Vista Alegre, centros que contarán con los toldos para el inicio del curso escolar.
Sin embargo, las familias del colegio Algafequi mostraron su rechazo a estas fechas, ya que incumplen con el calendario dado en un primer momento por el Consistorio. La presidenta de la asociación de familias Con la capacidad
de crear del centro educativo, Cristina Marabotto, indicó a El Día que “el Ayuntamiento nos explicó en septiembre el programa y nos garantizó en otras reuniones –que hemos mantenido hasta el mes de febrero– que los toldos vela iban a estar puestos entre mayo y junio y no han empezado en ninguno”.
“Estamos sin toldos y sin sombras ahora que empieza en calor y más se necesitan”, destacó, recordando que el colegio Algafequi, ubicado en el barrio de la Fuensanta y en el que hay matriculados alrededor de 120 alumnos, hay un patio con cemento, que “hace que el calor suba para arriba”. “La situación es insostenible”, insistió.