La agroalimentación, el gran motor de las exportaciones
Frutas, porcino, aceite y bebidas volvieron a ser el pasado año el gran motor de las exportaciones españolas, con unas ventas de récord que superan los 51.000 millones.
La agroalimentación fue el pasado año el sector económico que más aportó a la balanza comercial, con un saldo positivo de 17.336 millones, más del doble que el segundo en el ‘ranking’, el automóvil. No solo eso, por muy poco se quedó a las puertas de liderar las exportaciones tras crecer un 5,5%.
El sector agroalimentario no sólo ha demostrado durante la pandemia del coronavirus su capacidad de reacción para garantizar el suministro de alimentos en nuestro país, sino que ha reforzado su carácter estratégico para la economía española al incrementar sus ventas el exterior y contribuir como ningún otro a nuestro saldo comercial.
En un contexto especialmente complicado por las restricciones impuestas durante el confinamiento del país, el sector agroalimentario ha cubierto de manera ejemplar las necesidades del mercado interno y ha sido capaz de mantener su impulso exportador, imparable desde hace más de una década. Desde que en 2017, arrebató definitivamente al automóvil la medalla de plata en volumen de ventas totales al exterior, la agroalimentación no sólo ha mantenido con holgura esta posición, sino que la ha ido afianzando y el pasado ejercicio acarició el liderato.
Las exportaciones agroalimentarias alcanzaron el pasado ejercicio un volumen de 51.304 millones, un 5% más que en el año precedente, con lo que encadena más de una década de crecimientos. A excepción de Otras mercancías, fue el único gran sector que creció en el exterior y se situó a apenas 300 millones de euros del que ha sido medalla de oro durante las últimas décadas, los bienes de equipo, que registraron unas ventas de 51.641 millones tras descender un 12,6% por efectos de la pandemia, que bajó de media un 10% las ventas fuera de España, según los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Como consecuencia de esto, la potencia exportadora de la agroalimentación de nuestro país ha tenido un efecto claramente positivo para nuestra balanza comercial, al convertirse de manera indiscutible en el sector que ha tenido un efecto más positivo.
El saldo de la agroalimentación, tras reducir un 4,8% sus importaciones, se elevó a 17.336 millones de euros con un crecimiento de casi un 40%, lo que la ha llevado a convertirse, un ejercicio más, en el que más ha aportado a una balanza comercial con un resultado negativo de 13.442 millones de euros, un 58% menor a la de 2019 por la reducción de la actividad económica. El único otro sector en positivo fue el sector del automóvil, aunque a mucha distancia (8.119 millones de euros).
Salvo los pesqueros, todos los productos crecieron en el exterior, aunque especialmente importante fue el aumento de un 16% del porcino, principalmente por el tirón de China, que lleva varios años con problemas de producción interna por la Peste Porcina Africana.
Por distribución geográfica, según datos del Ministerio de Agricultura, las ventas en la Unión Europea, que copa el
61% crecieron 1,6 puntos, con