Con datos meteorológicos se analizan la demanda atmosférica de humedad y las precipitaciones
Partiendo de estos datos, el monitor calcula dos indicadores de sequía: el SPI (Standardized Precipitation Index), que se basa exclusivamente en datos de precipitación, y el SPEI (Standardized Precipitation Evaporation Index), que incorpora la información relativa a la demanda atmosférica de humedad, que tiene menor variabilidad interanual que la precipitación, pero que se ha visto afectada por el proceso de Cambio Climático porque depende de la evolución de las temperaturas, entre
otros factores.
El sistema muestra así las anomalías de estos dos indicadores que contribuyen a estos períodos de tiempo seco en relación a condiciones normales en cada punto del territorio español. La información que se facilita no es solo actual, sino que permite consultar los datos históricos de los índices de sequía en un período temporal concreto -están disponibles desde 1961- o de una localización geográfica que interese dentro de la zona de cobertura española. Las series temporales, además, se pueden visualizar o descargar.
El monitor, que es de acceso libre y muy visual para facilitar la comprensión de los datos, permite saber la persistencia o duración de la sequía en aquellos lugares en los que se está registrando este tiempo seco y su severidad acumulada o intensidad. “Los indicadores elegidos permiten adaptarse a una amplia variedad de impactos potenciales de la sequía por lo que se posibilita mejorar la preparación y alerta temprana ante el riesgo de sequía meteorológica en España”, afirma Sergio Vicente Serrano, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), quien lleva más de 20 años trabajando en sequías desde el inicio de su tesis doctoral y ha participado en este desarrollo del CSIC en colaboración con la Fundación Aragonesa para la Investigación (ARAID) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Este monitor es especialmente importante porque la sequía tiene una elevada recurrencia en España como consecuencia de la gran variabilidad interanual de las precipitaciones. “La sequía es uno de los riesgos naturales más difícil de analizar, medir y cartografiar por lo que hemos desarrollado esta herramienta porque, además la monitorización en España de sequía era pobre desde el punto de vista meteorológico, pero vimos que tenemos la capacidad y la tecnología de desarrollar un monitor de alta resolución espacial”, añade Sergio Vicente, quien explica que en las latitudes españolas es más difícil de predecir una sequía porque
el tiempo se
basa en la dinámica atmosférica, que es muy caótica, a diferencia de los territorios bajo la influencia de temperaturas oceánicas, que son más estables. “Como se pueden predecir muy mal, es útil tener bien monitorizado, cuantificado y saber la evolución” del tiempo seco.
Con la información de la que se dispone en el monitor, igualmente es posible observar cómo y cuándo se forma una sequía y conocer toda su evolución. Además, gracias a poder determinar una alerta temprana -no se generan de forma automática-, el monitor facilita el diseño de planes de actuación o el establecimiento de medidas por parte de las administraciones o gestores ante la sequía meteorológica en los distintos sectores según los indicadores. “La información está ahí y son los órganos gestores los que pueden fijar medidas de mitigación o alertas”, de manera que se contribuye a hacer una mejor gestión del riesgo de sequía meteorológica, así como de los recursos hídricos y áreas naturales, apunta Sergio Vicente Serrano.
El monitor es asimismo útil para, por ejemplo, cooperativas agrícolas, que “pueden descargarse la serie histórica de su municipio y compararlo con la producción para sacar sus conclusiones y detectar su umbral de sequía”, añade el investigador del CSIC, Santiago Beguería.
Con este sistema, España se sitúa a la cabeza de la
Álex Zea
innovación, ya que es de los pocos países que tienen operativos servicios climáticos de este tipo. Estados Unidos es el país pionero en emplear este tipo de monitores, que se han ido extendiendo a Canadá y México, aunque existen algunas diferencias. “El monitor estadounidense emplea otros indicadores y tiene una recurrencia mensual, mientras que el nuestro es automático y se actualiza cada semana. Hay diferencias técnicas”, matiza Santiago Beguería.