“La bioeconomía no es en sí misma sostenible, sino se aplican herramientas de circularidad”
En su opinión, la bioeconomía tiene tres motores para que tenga éxito: sol, suelo y nutrientes. Por eso, la compañía se ha especializado en evitar lo que es el gran reto de la sociedad “el despilfarro del nitrógeno”, que Atarés cuantifica en 60.000 toneladas en el sector del porcino.
“El purín es una base muy buena de fertilización, pero no es un fertilizante. Los cultivos extraen cinco veces más de nitrógeno que de fósforo, pero la composición de los purines no es así por los que los reequilibramos en función de los suelos y los cultivos para conseguir buenos resultados agronómicos”.
El objetivo es intentar que el nitrógeno no se volatilice en forma de amoníaco desde los suelos, algo que han conseguido reducir hasta en un 78%. Agronómicamente, los resultados son más amplios. Están introduciendo ya programas de fertilización integral con purín en la patata, con reducción de un 30% de impactos ambientales, o en el cereal, donde aumentan un 30% la producción y un 17% el contenido de proteína en grano.
Tomás Sánchez-Uran, director de la Fundación Kerbest, una empresa que desarrolla su actividad en seis centros de producción porcina en Ávila, explicó que promueven y participan en iniciativas medioambientales a favor de la sostenibilidad, la economía circular y la reducción de gases de efecto invernadero.
Carlos Moro, presidente de Grupo Matarromera, introdujo el concepto de Modelo de Economía Esférica. “Generamos productos de alto valor añadido como cosméticos a partir de uvas, hollejos y pepitas de la uva, pero se incluye otra dimensión con su aprovechamiento para la generación de energía”.
Alberto Ballestero, director de fábrica de Prolácteo (Grupo Entrepinares) mostró cómo transforman el suero en materia seca que será utilizada para deportistas, elaboración de chocolates helados, galletas, embutidos. En el caso de Campofrío aprovechan los despojos del cerdo -sangre, huesos, tripas para destinarlos al consumo humano- y con la ayuda de terceras empresas utilizar los residuos líquidos y sólidos para generar biogás, explicó Benito Tapiador, director de Ingeniería.
Por último, Francisco Hevia, director de Responsabilidad Corporativa y Comunicación de la palentina Galletas Gullón, aseguró que la gran transformación está en la tecnología, por lo que pidió la ayuda de centros como Itacyl y Cartif.