La inmigración, una oportunidad para el relevo generacional en el campo
El campo español sufre un grave problema de envejecimiento. En España existen 914.871 explotaciones agrícolas, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística correspondiente a 2020. En el 41,3% de ellas, el jefe de explotación es mayor de 65 años y sólo en el 4% es menor de 35. Los menores de 25 años apenas representan el 0,5% del total.
El rejuvenecimiento del sector agrario se ha convertido en una de las grandes prioridades de las administraciones públicas. Tanto las instituciones de la Unión Europea, donde el problema del envejecimiento es también uno de los principales desafíos, como Gobierno y comunidades autónomas han desplegado toda una batería de ayudas e incentivos para atraer a los jóvenes a la agricultura y la ganadería, lo que está permitiendo un incremento de las incorporaciones, aunque insuficiente para la magnitud del problema.
Durante los últimos años, el fenómeno de la inmigración ha permitido que nuestro país afronte las necesidades de mano de obra para las tareas agrícolas ante el progresivo retraimiento de la población activa española a trabajar en el sector agrario. La disponibilidad de extranjeros no sólo está haciendo posible que muchas explotaciones puedan hacer frente a sus necesidades laborales diarias, sino que cada vez son más las personas originarias de otros países las que deciden apostar por montar sus propios negocios incentivadas por las subvenciones a las que pueden acceder.
Así lo atestiguan organizaciones agrarias como Asaja León, donde reconocen que la demanda de información de los cursos de incorporación que abren la puerta a ayudas y subvenciones es muchísima, si bien son mucho menores las incorporaciones que se materializan finalmente, aunque, no obstante, están creciendo.
De este modo, los inmigrantes se presentan como una gran oportunidad para avanzar en el relevo generacional en la actividad agraria, algo que ofrece además el beneficio añadido del repoblamiento de la España rural, otro de los grandes retos de nuestro país. Un potencial que las administraciones públicas no deberían dejar pasar y que obliga a articular medidas que permitan incentivar este fenómeno, todavía incipiente, pero sin duda esperanzador.
Sin duda, los nuevos apoyos al relevo generacional que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha prometido al sector agrario para dar respuesta a las movilizaciones del campo de las últimas semanas ofrecen una ocasión de oro para avanzar.
Comisario de Agricultura de la UE
Los cambios en transporte animal que prevé la UE son un ataque frontal al sector ganadero español
■ Cada vez son más los extranjeros que apuestan por incorporarse a la actividad agraria y ganadera ■