El Economista - Agua y Medioambiente
El ecodiseño de envases: retos y oportunidades
Se calcula que el 80% del impacto ambiental de un producto envasado se puede prevenir si actuamos en esta fase, y es en este punto del proceso donde las empresas están poniendo especial hincapié y han dado grandes pasos
Es poco frecuente consumir un producto en el mismo momento y lugar donde se fabrica, y cuando esto ocurre, normalmente es necesario dosificarlo en una cantidad adecuada e identificar sus propiedades de acuerdo a la normativa vigente.
No cabe duda, por tanto, que los envases satisfacen requisitos legales y técnicos para que un producto pueda ser consumido. En este sentido, y tomo prestada una frase de un buen amigo, podría decirse que “los envases son recipientes de aspecto inocente, pero son admirables piezas de ingeniería y potentes herramientas de comunicación”.
Otro de los requisitos que debe cumplir el sistema de envasado, y esto por fortuna es tendencia, es que sea sostenible, es decir, que el envase contribuya a reducir los impactos ambientales del producto al que acompaña. Y es que en ocasiones olvidamos que ese envase vacío, ese residuo, nos ha permitido consumir un producto en condiciones óptimas y que todos los impactos asociados a su fabricación y distribución no sean en vano.
Decía que lo sostenible es tendencia. He tecleado por curiosidad Eco en Google y me ha devuelto 770 millones de resultados, la mayoría de ellos vinculados a mejoras medioambientales de algún producto o servicio. Me ha llamado la atención uno de ellos que afirmaba que Eco es un prefijo que viene del griego oikos, que significa casa, y que lo comparten términos aparentemente antagónicos como pueden ser economía y ecología.
En cuanto a los envases se refiere, la sostenibilidad se manifiesta a través del eco- diseño, una metodología que permite integrar las consideraciones ambientales como un criterio más en su proceso de diseño y desarrollo, y cuyo objetivo es reducir su impacto medioambiental a lo largo de todo su ciclo de vida. Se calcula que el 80 por ciento del impacto ambiental de un producto envasado se puede prevenir si actuamos en esta fase, y es en este punto del proceso donde las empresas están poniendo especial hincapié y han dado grandes pasos en su camino hacia la economía circular.
El ecodiseño es un concepto muy integrador, ya que contempla la combinación del producto más envase y requiere de todos los departamentos de la empresa -producción, compras, logística, marketing, calidad y medioambiente, entre otros-. Asimismo, se implementa en todas las fases del ciclo de vida, desde el abastecimiento de materias primas a la gestión
del residuo, pasando por el envasado, la distribución o el uso del producto. Además de todo esto, debe combinar las fases creativas, que identifican posibles soluciones, y las ejecutivas, para superar barreras técnicas.
Por mi experiencia, trabajar en ecodiseño no debe ser entendido como una nueva obligación con la que hay que cumplir, sino como una oportunidad para que las empresas sean más eficientes, para reducir costes eco- lógicos pero también eco- nómicos. En este sentido, desde el año 1998 las empresas envasadoras han desarrollado más de 43.000 medidas de ecodiseño de envases, que han supuesto un ahorro de 485.000 toneladas de materias primas. Esto ha permitido que hoy los envases sean un 18 por ciento más ligeros que hace casi 20 años. Sin lugar a dudas, estas medidas reducen significativamente costes ambientales pero también económicos.
Las exigencias de los nuevos mercados y la necesidad de cumplir con la legislación vigente, cada vez más demandante en materia de sostenibilidad, suponen nuevos retos para la industria del envase y embalaje que, con el objetivo de mantener y mejorar la presencia en el mercado, se ve con la necesidad de innovar continuamente. Por ello, en Ecoembes creemos en la innovación como estrategia clave para las empresas que quieran destacar en ecodiseño. Se trata de la gran palanca del cambio para desarrollar soluciones novedosas a problemas reales. Un aliado clave en la evolución hacia un modelo de economía circular. En este sentido, dedicamos grandes esfuerzos para divulgar qué es y para qué sirve el ecodiseño. A su vez, participamos y apoyamos proyectos de investigación e innovación que sumen avances en este ámbito.
Si hablamos de eco- innovación, sin duda, cabe destacar la reciente puesta en marcha de TheCircularLab, el primer laboratorio en Europa enfocado en la economía circular en el ámbito del envase y su posterior reciclado. Entre las principales líneas de investigación que se desarrollan en este centro, destaca el estudio de los envases del futuro a través de la implementación de medidas de ecodiseño, como la reducción del peso de los mismos, la integración de materiales reciclados en su producción o el fomento de su reciclabilidad.
A estas alturas el lector se preguntará: ¿es realmente el ecodiseño un factor que el consumidor valore positivamente a la hora de comprar un envase? Pues bien, desde luego la calidad y el precio son los factores determinantes en la elección de compra de productos envasados, pero cada vez más los consumidores son conscientes de su impacto ambiental. Así, hoy en día el 40 por ciento de los ciudadanos demanda que los productos que compra se elaboren respetando el medio ambiente, porcentaje que ha crecido exponencialmente en poco tiempo, ya que esta cifra hace nada no alcanzaba el 15 por ciento.
Me atrevo a afirmar que lo ecológico es económico, pero para conseguirlo hay que trabajar concienzudamente, con planificación y de manera integradora. Desde el ecodiseño se pueden aplicar importantes estrategias que facilitan los principios de la economía circular y desde Ecoembes seguiremos trabajando para apoyar el desarrollo del envase del futuro, reciclable y sostenible.
Jorge Serrano Gerente de Empresas y Ecodiseño de Ecoembes Hoy en día el 40% de los ciudadanos demanda que los productos que compra se elaboren respetando el medio ambiente, porcentaje que ha crecido exponencialmente en poco tiempo