El Economista - Agua y Medioambiente
“Los departamentos de I+D no pueden asumir toda la investigación”
Director de I+D+i de Facsa y co-director de la Cátedra Facsa de Innovación en el ciclo integral del agua de la Universidad Jaume I
En el año 2015, la empresa Facsa y la Universidad Jaume I de Castellón crearon la Cátedra Facsa de Innovación en el ciclo integral del agua, con el objetivo de divulgar y desarrollar la formación en torno a los procesos de la gestión del agua desde su captación y abastecimiento hasta el saneamiento y depuración. José Guillermo Berlanga co-dirige esta cátedra y dirige el departamento de I+D de la compañía, que forma parte del Grupo Gimeno.
¿Por qué se puso en marcha la cátedra Facsa sobre Innovación en el ciclo integral del agua?
Fue una apuesta de la dirección de la compañía. Históricamente hemos sido colaboradores de la Universidad Jaume I, pero en ámbitos muy específicos, con departamentos muy concretos. Lo que intentamos con la cátedra es estrechar lazos en otros ámbitos de colaboración, siempre relacionados con el agua, pero centrados en la divulgación y transferencia del conocimiento; ahondando en la formación, trabajando más en la difusión y la conservación de la infraestructura hidráulica de nuestro entorno, de Castellón, y priorizando también en la divulgación de aspectos culturales del agua. En general, el objetivo es establecer un espacio de colaboración que nos permita trabajar de una forma integral con la Universidad Jaume I.
“Los departamentos de I+D no pueden asumir las líneas de investigación tan diferentes del sector del agua”
¿Cuáles son los objetivos de la cátedra?
Los objetivos de la cátedra se pueden todos enmarcar en tres ámbitos principales. Por un lado, la formación; estamos desarrollando cursos específicos relacionados con depuración de aguas, abastecimiento urbano, simulación de procesos… También estamos trabajando mucho el desarrollo de seminarios técnicos, en los cuales invitamos a técnicos y científicos a nivel nacional e internacional con experiencia en aspectos específicos del ciclo integral del agua. De la misma forma, estamos desarrollando jornadas divulgativas sobre procesos y aspectos concretos del ciclo integral del agua, como tecnologías de membrana o digestión anaerobia, por ejemplo, a las que invitamos a expertos del mundo científico, de la Administración Pública, de centros de investigación, empresas, para estudiar y comprender cuáles son los avances más significativos que se dan en nuestro sector.
“Queremos acercar al público cómo se gestiona el ciclo del agua”
¿Y los otros dos objetivos?
También estamos haciendo una apuesta muy importante por la cultura del agua. Desde la cátedra, trabajamos para acercar al público en general las diferentes tipologías de infraestructura hidráulica que tenemos en la provincia de Castellón. Hemos desarrollado jornadas sobre la recuperación de molinos hidráulicos y vamos a organizar otra en 2018 sobre acequias… Para nosotros es muy importante difundir y valorizar la infraestructura hidráulica de Castellón, y los trabajos de conservación que se están realizando. Y estamos trabajando mucho el desarrollo de becas, sobre todo para estudiantes de la UJI. Estamos apostando por becas en departamentos con los que históricamente no hemos trabajado y con los que no hay una relación directa, pero con los que creemos que puede haber sinergias.
“Las becas nos permiten validar departamentos con los que no trabajábamos”
¿Como cuáles?
Por ejemplo, estamos trabajando con un departamento en el desarrollo de un videojuego que nos permita formar a estudiantes de secundaria con el objetivo de hacerles llegar cómo funciona el ciclo integral del agua. Además, estamos viendo que ese videojuego puede servir para la formación de operarios que empiezan a trabajar en la empresa.
También tenemos becas de Big Data, de desarrollo de nuevos materiales aplicados al tratamiento del agua, cooperación al desarrollo… En definitiva, estamos trabajando con departamentos con los que antes no lo hacíamos porque no veíamos ninguna sinergia clara, pero hemos visto que perfectamente podíamos desarrollar actividades con ellos.
¿Cuántas becas concede la cátedra? ¿Está pensado que aumente el número?
En 2017, que es cuando lanzamos el primer programa de becas, fueron un total de ocho becas. Nuestra intención en 2018 es sacar otro programa de becas con en torno a ocho u diez, y lo que queremos precisamente en este año es renovar algunas becas con algunos departamentos con lo que veníamos trabajando, pero también queremos empezar a trabajar con otros departamentos que hemos estado estudiando durante este periodo.
¿Qué beneficio obtiene Facsa de estas becas?
Son varios. En primer lugar, nos permite validar a determinados departamentos con los cuales hasta ahora no habíamos trabajado y la beca, que no deja de ser un trabajo de dos o tres meses, lo que nos permite es valorar si esas líneas de investigación que hemos iniciado con la beca tienen sentido para nosotros o no. La realidad es que no en todas las ocasiones vemos que tenga sentido continuar esa beca con otra o con un proyecto, pero en bastantes casos hemos visto que sí. Además, nos está sirviendo para valorar a estudiantes brillantes que han estado desarrollando las becas para su incorporación a la organización.
¿Es una forma de sacar la I+D+i fuera de la empresa?
Históricamente siempre hemos tenido mucha colaboración con universidades, no solo con la UJI. Ya tenemos una estructura de empresa preparada para trabajar codo con codo con la universidad. Al final pensamos que la universidad es el polo principal de la investigación básica que se desarrolla a nivel estatal, y si queremos estar al tanto de los últimos avances que se dan en I+D+i en el sector del agua, tenemos que estar cerca de los departamentos de las universidades que trabajan en investigación en esos ámbitos. Creemos que lo interesante es desarrollar colaboraciones en las que las empresas apostemos por las líneas de investigación y por los desarrollos tecnológicos en los que las universidades están trabajando a escala laboratorio y que nosotros tenemos que transformar en realidades, en productos, procesos o servicios.
¿La colaboración con universidades es común en el sector?
El sector del agua está apostando muy fuerte por la I+D. Nosotros en particular, especialmente con la UJI, pero también con otras universidades estamos haciendo una gran apuesta, también por la cultura que tenemos de
“La universidad es el polo principal de la investigación básica”
colaboración con este tipo de entidades. La realidad es que el sector trabaja mucho con la universidad y los centros de investigación.
¿Es una forma de externalizar la I+D?
Los departamentos de I+D tienen que tener líneas de investigación propia, pero al final no pueden llegar a asumir todas las líneas de investigación tan diferentes que se pueden mover en el sector del agua. La colaboración con universidades tiene que servir para desarrollar nuevas líneas de investigación en ámbitos en los que las empresas no disponemos de suficiente conocimiento.
Una de las críticas que se hace al sector es que las investigaciones no llegan a la fase comercial…
En general es así. Pero no solo en el sector del agua. Cuesta mucho llevar lo que se trabaja a escala laboratorio a producto. Siempre decimos que lo fácil es trabajar en tecnología y validarla y lo complejo es llevar esa tecnología a un producto que sea comercializable. Pero también considero que estamos en un momento en el que el sector del agua cada vez más se está moviendo mejor hacia una comercialización de los desarrollos que se hacen a nivel de I+D. La evolución es positiva, cada vez somos más capaces de llevar a mercado las tecnologías que desarrollamos en el marco de proyectos o estudios de I+D+i.
¿Es un sector que históricamente ha innovado?
Es un sector, sobre todo el privado, que ha trabajado históricamente proyectos de I+D. De hecho, si cogemos los índices de Horizonte 2020, España es de los países que más proyectos ha conseguido financiar en temas de agua, y hablamos de una convocatoria muy competitiva. Es un sector en el que ha habido una apuesta recurrente en cuanto a recursos para I+D. Y también es verdad que estamos en un momento en el que todos los procesos de digitalización y de industria 4.0 nos están afectando y estamos moviéndonos hacia la evolución del control y la gestión de las instalaciones mediante estas nuevas técnicas, procesos y tecnologías.
¿Cuáles son las grandes tendencias de innovación en el sector?
Gracias a la información que hemos compartido en el grupo de I+D de la Aeas, hemos identificado que las principales líneas de investigación en España se están centrado en depuración de aguas, binomio agua-energía y nuevos desarrollos TIC.
¿Qué tecnologías están teniendo un mayor impacto?
Temáticas como el Internet de las cosas, simulación de procesos, Big Data, cloud computing o realidad virtual son conceptos que el sector ya está trabajando y que tiene sentido aplicarlos en muchos de los procesos del ciclo integral del agua. Nosotros particulamente estamos apostando por el Internet de la cosas y la simulación computacional de fluidos, porque hemos visto que es una herramenta muy potente para analizar procesos de potabilización y depuración.
Por otro lado, como somos un país con un alto estrés hídrico, también se está trabajando mucho en tecnologías de reutilización del agua que sean eficientes y a un coste razonable. En este sentido, estamos pendientes de que la Comisión Europea defina una directiva de reutilización de aguas residuales, que modificará nuestro Real Decreto.
“La digitalización y la industria 4.0 están afectando al sector” “Es una realidad que la I+D no termina de llegar a fase comercial”
En el ámbito de la depuración de aguas, en el sector estamos trabajando en desarrollar y modificar nuestras instalaciones para que sean más sostenibles. Como ejemplo, en nuestro caso, estamos trabajando en la validación pre-industrial de un bioreactor de membranas cerámicas, cuyas membranas se producen en las industrias cerámicas a partir de sus residuos.
Dado el estrés hídrico que comentaba y que va en aumento, ¿el futuro pasa por la reutilización?
Sí, y además en el sector todos estamos de acuerdo en que hace falta una mayor apuesta por la reutilización de aguas de depuradoras como una de las estrategias para atajar la grave sequía que estamos sufriendo. Además, la reutilización de aguas residuales es un concepto que no debe tratarse solamente en periodos de sequía, sino que debe establecerse y afianzarse dentro de la gestión del ciclo integral del agua. En el momento en el que estamos, sobre todo en la cuenca mediterránea y zona sur, es importante activar cada vez más la posibilidad de regenerar aguas residuales para el riego en agricultura, limpieza de vías, campos de golf…
¿Se ha avanzado en nuevas técnicas de depuración y reutilización?
Ahora mismo se está trabajando mucho en desarrollar nuevos conceptos de depuración que sean menos consumidores de energía. Las líneas de trabajos que se están llevando a cabo para cumplir este objetivo son, entre otras: sistemas de control basados en inteligencia artificial, tratamientos anaerobios de aguas residuales y optimización de los mismos para el tratamiento de fangos y procesos de depuración más sostenibles -microalgas-.
¿La sociedad es consciente de la idiosincrasia del sector y del agua como recurso?
Es un debate interesante. Desde nuestra empresa, y en general en el sector, creemos que hay que hacer una mayor difusión de lo que supone la gestión del ciclo integral del agua. En España no terminamos de ser conscientes de lo que supone abrir el grifo y tener el agua de la calidad que tenemos. La realidad es que, en muchos casos, obtener un agua de calidad para el suministro a población es muy costoso. Lo mismo ocurre en el saneamiento y la depuración. Hay mucho trabajo detrás del cumplimiento de que las aguas residuales generadas se viertan en el medio receptor en las mejores condiciones.
“TIC y binomio de agua-energía son algunas de las grandes áreas de I+D”
“Hace falta una mayor apuesta por reutilizar aguas depuradas”
“No somos conscientes de lo que supone abrir el grifo y tener agua potable”