El Economista - Agua y Medioambiente
Las empresas se abren a la financiación verde
Iberdrola, Repsol, Gas Natural o la Comunidad de Madrid son los principales exponentes de esta nueva modalidad de financiación ligada a criterios ambientales y que permite el acceso a nuevos inversores ambientales
La emisión de los llamados bonos verdes superó los 5.000 millones de euros en 2017 en nuestro país, según se desprende del último informe de Climate Bonds. Aunque esta cifra está lejos de los más de 20.000 millones de euros en bonos verdes que se colocaron en Francia el año pasado supone un importante avance, que además se va consolidando.
Este paso adelante en la emisión de bonos vinculados a proyectos en defensa del medio ambiente se debe, principalmente, a unas pocas compañías, energéticas la mayor parte, que estuvieron muy activas en acudir al mercado con esta propuesta de financiación. Así, Iberdrola emitió bonos por valor de 2.750 millones de euros el año pasado, liderando claramente este mercado en España -actualmente cuenta con 7.200 millones de euros en financiación verde-. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha realizado un total de seis emisiones de bonos verdes desde 2014, cuando se convirtió en la primera empresa española en hacer uso de este instrumento financiero.
En 2017, Repsol pasó a ser la primera compañía petrolera que optaba por los bonos verdes para financiarse. En concreto, la empresa colocó 500 millones de euros. Gas Natural Fenosa también se apuntó a la moda medioambiental para obtener financiación el año pasado. En su caso, la compañía realizó una emisión por valor de 800 millones de euros.
Fuera del sector energético, la Administración Pública también ha apostado por este instrumento financiero. La Comunidad de Madrid emitió 700 millones en bonos verdes, y más recatada fue la emisión del Ayuntamiento de Barcelona, que colocó 35 millones de euros en bonos verdes y sociales. Otra empresa que participó en este mercado el año pasado fue Adif, que emitió 600 millones de euros. Y también destaca el fondo que lanzó Caja de Ingenieros para la lucha contra el cambio climático.
Con estas emisiones, las empresas abren las puertas a nuevas fuentes de financiación que exigen este tipo de criterios para invertir. La apuesta verde va calando a lo largo y ancho del mundo y prueba de ello es que las iniciativas sobre financiación que van apareciendo son cada vez superiores. La Investor Platform for Climate Action o la Global Investor Coalition on climate change son buena prueba de ello, así como las abultadas carteras que representan.