El Economista - Agua y Medioambiente
“Hay que adaptar el modelo de gestión del agua a la realidad de la sociedad”
Juan Carlos de Cea se puso al frente de la Confederación Hidrográfica del Tajo en septiembre de 2017, tras el cese de su antecesor, Miguel Antolín. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, tiene experiencia en este organismo, del que ha sido director técnico y subdirector general adjunto de Programación Económica y consejero técnico de Vigilancia e Inspección de Presas en la Dirección General del Agua. Precisamente, ha sido experto de la Comisión Europea en temas de seguridad de infraestructura del agua y colaborador del Banco Mundial en temas relacionados con la seguridad de las presas. Ahora tiene por delante gestionar una de las confenderaciones hidrográficas más extensas y que está sufriendo la escasez de precipitaciones.
Tomó posesión de su cargo a principios del pasado otoño, ¿cómo era la situación de la cuenca del Tajo en ese momento?
Mi toma de posesión coincidió con el final de un año hidrológico caracterizado por ser un año muy seco, el octavo más seco desde 1981, y con una previsión de bajas precipitaciones durante el otoño, según la Aemet -que por cierto se cumplió- y momento en el que los embalses alcanzaban además sus volúmenes más bajos del año, por lo que la situación en ese
momento no era precisamente para ser muy optimista.
Y ahora, ¿cómo definiría la situación actual del Tajo y de sus afluentes? ¿La situación es especialmente preocupante en la cabecera del río? ¿Se está gestionando adecuadamente?
La situación del río y sus afluentes hay que ponerla en consonancia con un episodio de escasez de precipitaciones que dura ya nada menos que cinco años. Situaciones parecidas se han vivido en la cuenca, pero también en el resto de España, entre los años 1992-1995 y entre 2004-2007. Nada nuevo, por lo tanto. Es una situación que estamos gestionando de acuerdo con nuestro Plan de Alerta y Eventual Sequia, Plan que fue aprobado por acuerdo de Consejo de Ministros en 2007 y con los Planes de Emergencia Municipales, que están obligados a disponer los sistemas de abastecimiento urbano que atiendan, singular o mancomunadamente, a una población igual o superior a 20.000 habitantes. La situación de cabecera es algo preocupante por el volumen de agua que almacenan, unos 230 hm3; sin embargo, la prognosis que hemos hecho para este año hidrológico 2017/2018 indica que de persistir la situación de escasez de precipitaciones atenderemos todas las demandas y nos moveremos alrededor de ese volumen todo el año. La situación fue mucho peor en el año 1995, en la que al comienzo del año hidrológico el volumen almacenado en ambos embalses era de alrededor de 130 hm3.
“La situación en la cuenca del Tajo no es para ser muy optimista”
¿Qué zonas o infraestructuras son más sensibles en estos momentos?
La situación más complicada la presenta actualmente el Sistema Tajuña, que depende casi exclusivamente del embalse que cierra la presa de La Tajera, embalse que almacena unos 3,5 hm3, lo que representa un 5,9 por ciento de su capacidad máxima de almacenamiento. También nos preocupa mucho el Sistema Sorbe, del que se abastece la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, de la que depende el consumo del corredor del Henares, unas 400.000 personas, y cuya principal fuente de suministro es el embalse de Beleña, con apenas 10 hm3, lo que representa una capacidad de almacenamiento del 19 por ciento. Y estamos muy pendientes del Sistema Alberche, del que se abastece además de Talavera de la Reina, Madrid y Toledo y zona de influencia.
¿Es la calidad del agua en todas las áreas óptima?
El estado de las masas de agua queda definido en el Plan Hidrológico de cuenca (PHC) vigente. No todas las masas de agua de la cuenca se encuentran en buen estado -el buen estado incluye el buen estado físico, químico, y el buen estado ecológico- y para ello el plan incluye los programas de medidas que tienen como objetivo lograrlo en diferentes horizontes temporales de consecución.
Desde la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha demandan una mejor gestión, sobre todo de la depuración de las aguas del Jarama, para que no enturbien las aguas del Tajo, ¿es real el problema?
Los vertidos que se realizan al río Jarama -los principales son de naturaleza urbana procedentes de depuradoras propias de aglomeraciones pertenecientes al área metropolitana de Madrid y gestionados por el CYII o por el propio Ayuntamiento de Madrid- cumplen mayoritariamente con la Directiva 91/271/CEE sobre aguas residuales urbanas, algo que no ocurre con algunas de las que gestiona la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha; dicho nivel de depuración no es suficiente en muchos casos para lograr el buen estado de las masas de agua receptoras dado el porcentaje mayoritario
“Situaciones parecidas se han vivido en otras ocasiones”
de aguas residuales depuradas en el cauce frente al agua de aportación natural. Esto nos lleva a que, a través de los programas de medidas del Plan Hidrológico vigente, se vayan exigiendo valores límites de emisión más rigurosos a las depuradoras para intentar lograr el objetivo comentado, siendo necesarias costosas inversiones que conllevan prolongados plazos de ejecución. También influye, por tanto, en la situación cualitativa de las aguas del Tajo la relación que se da en cada momento entre los caudales aportados por el Jarama y el caudal circulante por su cauce antes de la confluencia con su tributario principal.
“Los vertidos desde el Jarama cumplen con la Directiva europea”
Se acaba de aprobar el Plan Especial de Sequías y el Documento Ambiental Estratégico de la cuenca del Tajo, ¿qué novedades va a suponer con respecto a la normativa anterior?
Era una obligación actualizarlo, dado que como ya he comentado se aprobó en el año 2007. Tras 10 años de experiencia con él, y a la vista de la situación por la que estamos atravesando, convenía analizarlo con detalle y cambiar todo aquello que el tiempo había puesto de manifiesto que era preciso corregir o cambiar. Se trata de un proceso habitual en este tipo de documentos, que hay que mantener muy vivos para que funcionen de manera precisa cuando hay que ponerlos en práctica.
El Plan Hidrológico de la cuenca incluye inversiones de 2.541,17 millones de euros hasta 2021, ¿cómo va la asignación de fondos?
Ahora mismo lo que toca, porque España va con un cierto retraso, es avanzar en materia de saneamiento y depuración de aguas, y esas son las actuaciones que se pusieron en marcha en la anterior legislatura y seguirán poniéndose en marcha en el futuro próximo gracias al Plan Crece del Ministerio de Agricultura. Este Plan ha identificado las actuaciones prioritarias y de interés general del Estado, y se van poniendo en marcha en la medida que se cumplen todos los requisitos administrativos y legales y hay disponibilidad presupuestaria. Y muchas de esas actuaciones tienen asignados, además, fondos europeos para este periodo. Las CCAA están también en esta tarea; por ejemplo, Castilla-La Mancha está buscando en este momento financiación para construir nada menos que 550 nuevas depuradoras que beneficiarán a 578 poblaciones.
“No ocurre lo mismo con las aguas residuales de Castilla-La Mancha”
“España va con cierto retraso en materia de saneamiento y depuración”
¿Cómo le afectó a la Confederación Hidrográfica del Tajo el recorte que se incluyó en los Presupuestos Generales del Estado 2017?
Los recortes presupuestarios son importantes todavía en ese momento por la situación general en la que se encontraba la economía española, pero dicho eso también quiero destacar que esos recortes no son nada buenos en este sector, ya que afectan al mantenimiento, conservación y explotación del elevado número de infraestructuras de todo tipo e instalaciones complementarias que gestionamos: presas, canales, caminos de servicio, estaciones de bombeo, líneas eléctricas, etc. Y a través de ellas prestamos servicios a los usuarios del agua de la cuenca, tanto abastecimientos como agua en alta para las Zonas Regables estatales. Por eso, una menor inversión implica casi siempre dar un peor servicio a esos usuarios.
¿Qué inversiones se realizarán en la cuenca en los próximos años?
Además de las ya indicadas de Mantenimiento y Conservación de todas las infraestructuras existentes e instalaciones auxiliares, y como ya he comentado, estamos centrados en la puesta en marcha de varias actuaciones en materia de saneamiento y depuración de aguas enmarcadas en el Plan Crece, que persigue mejorar la calidad del agua que llega a nuestros ríos. Como actuaciones concretas en este sentido podemos hablar de la ampliación y mejora del sistema de saneamiento y depuración de Plasencia (30 millones de euros) y zonas limítrofes, la mejora del saneamiento y depuración de la ciudad de Cáceres (60 millones), y varias actuaciones similares en la comarca agraria de Hervás por valor de otros 19 millones.
¿Cómo se conjugan los intereses de tantos actores como los implicados en la gestión del agua?
España ha sido un país pionero en esa materia. Las Confederaciones Hidrográficas se crearon a principios del siglo pasado -la primera fue la del Ebro, en 1926- y la principal idea de su concepción fue la de que los usuarios del agua del territorio decidieran de forma consensuada cómo querían gestionar ese recurso. Fruto de ello es que los Órganos de gestión de la Confederación lo son en régimen de participación de los usuarios, es decir que la voz de estos en la gestión pesa mucho. El modelo ha funcionado bien durante todo este tiempo y a lo mejor lo que hay que hacer es adaptarlo a la realidad de la sociedad actual y dotarle de unos recursos económicos que garanticen una mejor sostenibilidad de su estructura. Lo más interesante del asunto es que ahora otros países que han conocido lo que son las Confederaciones Hidrográficas y cómo gestionan el agua, intentan replicar en su territorio ese mismo modelo; todos deberíamos felicitarnos por ello, por
aportar algo tan importante a la gestión del agua a nivel internacional.
¿Cuáles son las principales prioridades en la gestión del agua de la cuenca del Tajo?
La gestión del río es ciertamente compleja, ya que se trata del único ejemplo a nivel nacional, y posiblemente a nivel internacional, en el que los caudales circulantes en cabecera, y consecuentemente, los volúmenes asociados, están fijados mes a mes. Y con ellos hay que atender todas las demandas y cumplir con los caudales mínimos legales establecidos en el Plan Hidrológico de la cuenca en Aranjuez, Toledo y Talavera. Complementariamente, nos debemos a lo establecido en el Convenio de Albufeira, que rige las relaciones hispano-portuguesas en materia de agua, y que nos obliga a controlar la derivación semanal, mensual y trimestral de agua a Portugal, para comprobar que lo establecido en el Convenio se cumple escrupulosamente.
¿Aboga por la colaboración público-privada en la gestión del agua?
Hay partidarios y detractores de la misma y un intenso debate en el sector acerca de sus ventajas e inconvenientes. En nuestro caso deben ser los usuarios del agua que gestionamos como organismo quienes deben establecer qué sistema les convence más y con cuál se sienten más cómodos. Son los usuarios del agua los que nos dicen qué tipo de gestión quieren para el organismo y nuestra obligación es atender sus peticiones.
Uno de los temas sensibles es el trasvase del Tajo-Segura, ¿se está cediendo agua de la cabecera del Tajo al Segura?
El trasvase Tajo-Segura se rige ahora mismo por unas reglas muy simples, claras y trasparentes: dependiendo del volumen existente en los embalses de cabecera -Entrepeñas y Buendía-, se envía más o menos agua, con un límite, que este año, tras cinco de transición, ha quedado fijado en 400 hm3, límite por debajo del cual está prohibido trasvasar y quedando a disposición de la cuenca todo ese volumen de agua para atender sus demandas.
“Deberíamos felicitarnos por el modelo de gestión del agua”
“El Tajo es el único río en el que los caudales se fijan mes a mes”
“El trasvase TajoSegura se rige ahora por unas reglas muy simples”
Este trasvase es un tema de actualidad constante, ¿cuál es su opinión?
Se trata de una infraestructura de interés general del Estado que trasciende el ámbito de la cuenca. Nos encargamos de su permanente vigilancia, mantenimiento y conservación y de efectuar las maniobras que se precisan para cumplir con las órdenes de explotación que nos indica la Comisión Central de Explotación.