El Economista - Agua y Medioambiente
El uso de los acuíferos, una oportunidad para el ahorro
Los acuíferos tienen en España una capacidad que equivale a menos de la mitad de la capacidad de los embalses, por ese motivo, una gestión eficiente puede aportar un nuevo medio para luchar eficazmente contra la sequía
El Gobierno está trabajando en un Plan Nacional del Agua para tratar de sacar del debate político las necesidades de este sector. Entre las propuestas que están sonando con fuerza en los últimos meses figura en un lugar destacado la utilización de los acuíferos. Actualmente, la estimación de las reservas totales de los acuíferos de las distintas demarcaciones hidrográficas españolas es de 48.000 hectómetros cúbicos, según Juan José Durán, director del Departamento de Investigación en Recursos Geológicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), por lo que se podría multiplicar casi por diez la capacidad de abastecimiento actual. Según los expertos, dadas estas cifras, una gestión regulada de los acuíferos, que incluyera la recarga artificial, se sumaría a las herramientas para planificación hídrica del país que permitiría hacer frente a los episodios climáticos extremos y al estrés hídrico. Y más teniendo en cuenta que entre el 25 por ciento y 30 por ciento de los recursos utilizados para abastecimiento urbano proceden de fuentes subterráneas, el 20 por ciento de los recursos para el riego -lo que supone el 28 por ciento de la superficie regada- y el 22 por ciento del agua para uso industrial. No es el único aspecto que preocupa al sector de la regulación sobre acuíferos. La titularidad del acuífero y de la recarga es otro de los aspectos que están pendientes de desarrollo normativo, así como la normativa de su aprovechamiento, lo que crea inseguridad jurídica para los operadores y es un abono para las malas prácticas.
Según se recoge en el libro Economía del Agua, la captación general ha disminuido un ocho por ciento en la última década, sigue representando alrededor de un 30 por ciento del total del recurso renovable disponible, una de las más intensas entre los países de la OCDE. La captación desde acuíferos -que representa el 20 por ciento del total de extracciones de agua pero hasta el 75 por ciento en algunas cuencas mediterráneas- se ha incrementado un 11 por ciento desde el año 2000. En España se han realizado diferentes proyectos piloto de recarga artificial de acuíferos, que han sido posibles gracias a la consecución de licencias que conceden las confederaciones hidráulicas. Además, desde 1920 se ha multiplicado por cincuenta la capacidad de almacenamiento de agua en embalses, que puede llegar hasta los 110.000 hm3 pero las precipitaciones medias siguen siendo un 85 por ciento de las europeas.