El Economista - Agua y Medioambiente
La CHT usa drones para vigilar extracciones ilegales
Colabora con el Seprona en el seguimiento de los niveles de agua en la cuenca del Tajo
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha incorporado el uso de drones en sus “labores diarias de vigilancia y control” del dominio público de la cuenca, y en concreto, para el seguimiento de esta campaña de riego, con el objetivo de “detectar posibles irregularidades”. Es decir, con el fin de vigilar las extracciones ilegales de agua durante esta campaña. Así, el Servicio de Vigilancia Fluvial de la Comisaría de Aguas de la CHT está colaborando “estrechamente” con el Servicio para la Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. De este modo, se ha comenzado a usar drones en el seguimiento de esta campaña de riego para “detectar posibles irregularidades, como son las extracciones ilegales de agua, de una forma más rápida y ágil”, señalan.
De esta manera, en las labores rutinarias de control que realiza la CHT en las zonas regables se están utilizando ya drones equipados con cámaras de visión diurna, nocturna e infrarrojos, los cuales “permiten descubrir a distancia detracciones ilegales de este recurso y detectar motores en funcionamiento”, aseguran desde este organismo.
Durante toda la campaña de riegos, la CHT ha previsto la vigilancia de las zonas regables mediante drones en algunas partes de la cuenca. La detracción de agua sin la correspondiente concesión, “además de ser una infracción incluida en la vigente Ley de Aguas, pone en peligro los recursos y ecosistemas de la cuenca y perjudica a todos los usuarios”.
De esta forma, el uso de nuevas tecnologías por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo “incrementará la eficacia en las labores de control y vigilancia” que le encomienda la Ley de Aguas, al “permitir que se actúe con mayor celeridad ante las irregularidades detectadas”.
Este uso de drones redundará, según explican desde la Confederación Hidrográfica del Tajo, en una “mayor agilidad” a la hora de “evitar los daños causados al medioambiente, a los ecosistemas acuáticos y a los ciudadanos por las detracciones ilegales de agua, así como una mejor y más eficiente protección de nuestros ecosistemas”.
La Confederación colabora con el Seprona en el seguimiento de los niveles de aguas de la cuenca del Tajo con el uso de las nuevas tecnologías
Control de extracciones ilegales
La Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Tajo es la unidad encargada de la tramitación de las solicitudes de concesión para la extracción de aguas subterráneas. Además, se encarga del control continuo de estas masas de agua, con el objetivo de garantizar y proteger la calidad de las mismas.
De este modo, la Comisaría de Aguas inspecciona los puntos de toma de agua a lo largo de toda la cuenca, para evaluar el estado de todas las masas de agua de la misma, y de una manera particular, de los acuíferos carbonatados del Alto Tajo y del acuífero detrítico de Madrid. En esas áreas, el Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo ha declarado diversas masas de agua subterránea como áreas de especial protección, al ser aguas destinadas a su uso para consumo humano, preferentemente. Resultan, además, de gran interés estratégico como apoyo al abastecimiento en períodos de sequía.
Entre los años 2005 y 2017, la Comisaría de Aguas de la CHT ha realizado seguimiento de un total de 5.306 puntos de toma de agua de los 5.751 puntos que tiene inventariados la confederación. A estos se han ido añadiendo, además, nuevos puntos de los que se ha tenido conocimiento a partir de las inspecciones realizadas in situ y de las legalizaciones de pozos que se han venido realizando, según indican desde la CHT.
El acuífero terciario de Madrid es una de las reservas de agua sujeta a las mayores presiones por lo que, para revisar y adecuar las concesiones existentes en esta masa, se realiza un análisis y diagnóstico constante de su situación actual a través de la variación de sus piezométricos.
Solo a lo largo de 2017, se llevó a cabo la vigilancia de las extracciones de agua subterránea en este acuífero mediante las 249 inspecciones de pozos que se realizaron. Estas dieron lugar a un total de 199 propuestas de iniciación de expedientes sancionadores.
Del total de puntos inspeccionados, solo el 4 por ciento se encontraba legalizado; los más numerosos, el 73,5 por ciento, son captaciones de pequeños volúmenes de agua, menos de 7.000 metros cúbicos al año, según informa la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Un buen ejemplo de situación irregular es la de la Comunidad de Regantes de Las Fraguas, que a pesar de haberse constituido formalmente en 2009, no ha presentado la solicitud de concesión de agua, una situación que según destacan desde la CHT, “no puede seguir perpetuándose en el tiempo”.
Durante esta campaña, la confederación autorizará para esta campaña de riego una derivación temporal, “y excepcional”, de agua desde el embalse del Rosarito. Sin embargo, el organismo insiste en que “para la próxima campaña de riego debe solicitar una concesión de aguas, respaldada por el correspondiente proyecto, que prevea las obras necesarias para almacenar y distribuir posteriormente el agua que necesita dicha zona regable. En caso de no hacerlo así, la comunidad de regantes no dispondrá de este recurso”.