El Economista - Agua y Medioambiente
El compromiso por las microfinanzas rurales
Gracias a Muhammad Yunus, impulsor y desarrollador del microcrédito y las microfinanzas en Bangladesh, se inició una nueva forma de ayudar a personas y a grupos desfavorecidos en situación de pobreza que son excluidos normalmente del sistema financiero tradicional. En ese momento es cuando la sociedad empieza a tomar consciencia del potencial que tiene para combatir la pobreza, el apoyar a los colectivos con escasos medios económicos -pequeños emprendedores- a través de préstamos muy pequeños.
En República Dominicana el acceso a financiación del pequeño productor ha sido tradicionalmente muy limitado y esta carencia no hecho más que agravar la situación de pobreza de las familias más pobres en el ámbito rural. Sensibilizados con esta difícil situación, Fundación Codespa y el Banco de Ahorro y Crédito ADOPEM, junto con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo -AECID-, deciden lanzar en 2012 el primer crédito agropecuario sostenible dirigido a las Micro y Pequeñas Empresas -MiyPEs - del país: el Agrocrédito. Se establece como el primer producto de crédito agropecuario para responder adecuadamente a las necesidades de financiación y dinámicas productivas de emprendedores agrícolas o pecuarios con altos niveles de pobreza excluidos del sistema financiero tradicional.
Desde Codespa quiero destacar el arduo trabajo de diseño, desarrollo y expansión del Agrocrédito, el cual ha sido posible gracias a un importante esfuerzo de innovación de un gran equipo de profesionales y a la adaptación de los procesos de análisis y concesión de préstamos de Banco ADOPEM, además de a un acercamiento progresivo a la situación real y a las dificultades de la economía rural. En este sentido, nos sentimos muy orgullosos del éxito del Agrocrédito. ¿Por qué? Porque, por un lado, conseguimos romper con los prejuicios históricos acerca de la insolvencia de los clientes agropecuarios por sus bajos recursos y su alta vulnerabilidad ante el clima y los desastres naturales. Y por otro, porque después de su puesta en marcha hace seis años, el Agrocrédito ha otorgado cerca de 20.000 créditos al mercado agropecuario del país.
El Agrocrédito ha ayudado al pequeño productor dominicano y ha ayudado al país en dos aspectos fundamentales: a eliminar la exclusión financiera y a luchar contra la pobreza en
El agrocrédito ha ayudado al pequeño productor en dos aspectos fundamentales: eliminar la exclusión financiera y luchar contra la pobreza en el ámbito rural haciendo frente al cambio climático
el ámbito rural haciendo frente al cambio climático y a los daños que origina en las cosechas. Su principal ventaja reside en su adaptación al ciclo productivo de las actividades del productor de las MiyPEs agropecuarias.
Hoy en día existen diversos tipos de productos financieros que ayudan a personas en situación de pobreza, pero me gustaría explicar las claves esenciales que diferencian el Agrocrédito del resto y le posicionan como la referencia en el país dominicano.
El Agrocrédito ofrece formación de la actividad agropecuaria siendo la educación financiera una de las principales claves. El Agrocrédito es accesible, se trata de un producto de crédito rentable dirigido a los emprendedores de pequeña escala en el ámbito rural que les permite acceder al producto bajo una garantía solidaria. Asimismo, la implantación del Agrocrédito en la República Dominicana es cien por cien sostenible puesto que ha logrado la inclusión financiera de más de 15.300 pequeños productores de las provincias más pobres y ha otorgado 19.883 créditos a un perfil medio de hasta los 70 años.
Se trata de un producto a medida. Una de las principales ventajas comparativas del Agrocrédito es su adaptación plena al ciclo productivo de las actividades del productor de las MiyPEs agropecuarias con planes de pago flexibles perfectamente adaptados a los ingresos del empresario rural. El Agrocrédito cuenta con especialistas agropecuarios o lo que es lo mismo, cuenta con oficiales de crédito con experiencia agropecuaria y preparados al contexto social para conseguir éxito en el desarrollo del producto y llevar un control y seguimiento del cliente con el objetivo de minimizar riesgos. Y la última clave, pero no menos relevante es la participación del Agrocrédito en la estrategia de gestión de riesgos ya que existen diferentes modalidades y canales de pago y producto. La ventaja es que permite controlar el riesgo y al mismo tiempo renovarlo.
A pesar de sus buenos resultados y de las particularidades que le hacen único, el Agrocrédito necesita desarrollarse y expandirse para seguir ayudando al sector agropecuario. Sector que se encuentra en una situación delicada con distintos inconvenientes que impiden crecer al pequeño productor agrario como son la inseguridad del sector financiero y microfinanciero, la falta de garantías reales, el desequilibrio de los precios, las condiciones medioambientales y climatológicas como los problemas de plagas y enfermedades que afectan a sus cosechas, entre otros.
En este contexto, es de crucial importancia que el sector financiero adquiera un compromiso y considere el gran reto y oportunidad que tiene delante. Se trata de estudiar y evaluar nuevas posibilidades en otros mercados no saturados vinculados con los productores y emprendedores de las MiyPEs agropecuarias desde una perspectiva rentable que contribuya a su desarrollo.
En nuestros planes de futuro sigue nuestra apuesta y compromiso por las microfinanzas rurales a través de distintas herramientas. Contar con un fondo de garantía y con un microseguro agropecuario que aporten seguridad al sistema son dos de ellas para seguir trabajando y garantizando la mejora del sector agropecuario en un país como República Dominicana.
El agrocrédito necesita desarrollarse y expandirse para seguir apoyando al sector, que se encuentra en una delicada situación con distintos inconvenientes que impiden crecer al pequeño productor agrario