El Economista - Agua y Medioambiente
Hace falta más que una Ley de Transición Hidrológica
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, defiende una nueva Ley de transición hidrológica pero hace falta mucho más, es necesario, que los Presupuestos afronten las necesarias inversiones que requiere el sector
En las últimas dos décadas, las compañías españolas se han adjudicado proyectos en el sector del agua por valor de más 33.633 millones de euros. Esta actividad exterior, comenzó a finales del siglo pasado, pero se intensificó durante la crisis económica. De hecho, en 2013, 2014 y 2016 fueron los años en los que las compañías españolas registraron una mayor actividad en el exterior, con un total de 31, 34 y 35 proyectos adjudicados. Sin embargo, en el valor de los proyectos, fue el año 2007, con un total de 7 obras concedidas por valor de 9.345 millones de euros, el ejercicio más destacable hasta la fecha.
En España, la actividad inversora en el sector del agua sigue en horas bajas, por lo que las compañías siguen mirando al exterior a la espera de que el Gobierno apuesta de verdas por este sector. De hecho, en los primeros ocho meses de 2018, se han adjudicado 10 proyectos por valor de 723 millones de euros, a lo que hay que sumar los dos contratos nuevos que ha firmado Acciona en Italia por un total de 31,5 millones de euros, para el mantenimiento y mejora de las redes hídricas y de alcantarillado de Acquedotto Pugliese y el saneamiento en la región de Toscana.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha defendido la necesidad de aprobar una futura Ley de Transición Hidrológica al tiempo que se van tramitando los planes de cuenca que deben remitirse a la Comisión Europea para cumplir con sus exigencias.
Según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), “a pesar de que las prioridades de inversión en España en infraestructuras del ciclo integral del agua totalizan 12.000 millones de euros, el 38 por ciento inversiones de naturaleza básica y, por tanto, sujetas a fuertes sanciones por parte de la Comisión Europea si no se realizan, el recorte de la inversión en infraestructuras de esta materia ha sido dramático, al haberse consolidado una reducción del 71 por ciento en las inversiones liquidadas en el periodo 2007-2016”. Esto ha llevado, según destaca la patronal a que “aunque las empresas de infraestructuras españolas especializadas en el ciclo integral del agua tienen dentro de su estrategia de crecimiento su internacionalización, la falta de actividad en el mercado nacional también ha contribuido a dicho proceso”. Ha llegado la hora de afrontar un proceso inversor en el sector del agua.