El Economista - Agua y Medioambiente
La UE promueve el acceso universal al agua
La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europea ha aprobado una resolución para mejorar la calidad del agua, reduciendo la cantidad de desechos plásticos. El informe se votará en el sesión plenaria de finales de octubre
El Parlamento Europeo aprobará una resolución para mejorar la calidad del agua
La Unión Europea lo tiene claro, el acceso al agua limpia tiene que ser un derecho universal. El último paso que ha dado en esta dirección ha sido la aprobación de una resolución por parte de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, en la que se marcaba como objetivo reucir la contaminación y mejorar la calidad del agua del grifo, así como aumentar el acceso al agua en los espacios públicos y restaurantes.
Así, la nueva resolución, que se votará en el Pleno de la Cámara en sesión plenaria del 22 al 25 de octubre, refuerza los límites máximos para ciertos contaminantes en el agua como el plomo, que se reducirá a la mitad o bacterias dañinas, e introduce nuevos límites para los disruptores endocrinos Bisphenos A y Beta-estradiol, a la vez que monitorea los niveles de
microplásticos, una preocupación emergente.
La resolución de la Comisión de Medio Ambiente también reitera los Estados miembros deberían centrase en las necesidades de los grupos vulnerables de la sociedad, en seguimiento de la iniciativa ciudadana ‘Right2Water’. En este sentido, se pide a los Estados que identifiquen a las personas sin acceso, o con acceso limitado al agua, incluidos los grupos vulnerables y marginados, y que se evalúen maneras de mejorar su acceso, informándoles claramente sobre cómo conectarse a la red de distribución o sobre medios alternativas para tener acceso al agua.
Se trata de medidas que se sobreentiende en el conjunto de acciones que deberán llevar a cabo los estados para mejorar el acceso al agua, con la creación de fuentes gratuitas en ciudades y lugares públicos, donde sea técnicamente factible y proporcionado, y alentando a los restaurantes, comedores y servicios de catering a ofrecer agua del gripo de forma gratuita o por un bajo coste del servicio.
Michael Dantin, eurodiputado francés del Partido Popular Europeo, manifestó que “estoy contento de que la Comisión haya adoptado una postura clara al proponer una respuesta pragmática y realista a las exigencias de los ciudadanos europeos, en particular a la iniciativa Right2Water2. Esta respuesta mejorará el acceso al agua y su calidad, así como las redes de distribución en Europa, y atenuará los riesgos de la contaminación en el agua corriente, a la vez que se limitará el impacto de los precios del agua.
En concreto, la Comisión que calcula que, un mejor acceso y calidad del agua potable, así como mayores requisitos de transparencia, implican “costes adicionales pero moderados”, que cifra entre los 5.900 y 7.300 millones de euros. Serán las empresas operadoras del servicio de agua las que tendrán, principalmente, que hacerse cargo del coste que supondrá la puesta en marcha de la nueva resolución. “Los consumidores verían un aumento muy marginal en el coste del agua en sus hogares; que se compensaría con los beneficios para la salud que recibirán los consumidores y el ahorro que supondrá el menor consumo de agua embotellada”.
De hecho, según la Comisión Europea, consumir menos agua embotellada podría ayudar a los hogares a ahorrar más de 600 millones de euros al año.
Éste no sería el único objetivo de la nueva resolución sobre la calidad del agua, sino que el principal sería aumentar la confianza de los ciudadanos en el suministro de agua e incrementar el uso de agua del grifo para beber, lo que, además, contribuiría a reducir el uso de plástico y basura en la Unión Europea. Las botellas de plástico son uno de los artículos de este material de uso único mas comunes que se encuentran en la basura y en las playas europeas. Con la actualización de la Directiva sobre el agua potable, la Comisión dará un paso importante hacia la aplicación de la Estrategia de plásticos de la UE que se presentó a comienzos de 2018.
Calidad del agua de los ríos
La calidad del agua potable no es la única de la que la Unión Europea debe preocuparse. Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, sólo el 40 por ciento de las masas de agua de los ríos, lagos, humedales o acuíferos presentan un buen estado global ecológico.
Pese a los avances experimentados en las últimas décadas, la contaminación de estos recursos, los cambios morfológicos (presas, grandes embalses, etc.) o la extracción excesiva de caudales siguen siendo las principales amenazas para la salud de estos ecosistemas a largo plazo.
Según este informe, los Estados miembros han realizado esfuerzos notables para mejorar la calidad del agua mediante la mejora del tratamiento de las aguas residuales y la reducción de la escorrentía de contaminantes procedentes de las tierras de cultivo. Pero todo esto está resultando insuficiente, entre otras razones porque la propia Directiva Marco del Agua no se reduce a garantizar la calidad química del agua, sino que exige a los países una recuperación ecológica integral de los ríos, estuarios y demás masas de agua. El estado ecológico global no ha mejorado desde la anterior evaluación de la Agencia Europea de Medio Ambiente, realizada en el año 2012.
Las principales causas de la baja calidad del agua se encuentran la transformación morfológica, que afecta al 40 por ciento de las masas de la Unión Europea, la contaminación por fuentes difusas (de origen agrícola, principalmente), siendo la segunda causa afectando al 38% de los ríos, humadales... En tercer lugar, se encuentra la contaminación por vertidos localizados (18 por ciento), seguido por la sobreexplotación del agua (7 por ciento).
En general, los principales impactos y presiones que sufren las aguas en Europa son la contaminación por nutrientes, la contaminación química y la alteración de los hábitats debido a estos cambios y transformaciones morfológicas en los ríos.