El Economista - Agua y Medioambiente
Las cuencas del Júcar y el Segura lastran el año hidrológico
El año hidrológico 2017/2018 fue un año húmedo, con unas precipitaciones que superaron en un 11 por ciento al valor normal. Sin embargo, el adjetivo de húmedo no se puede utilizar con todas las cuencas hidrográficas españolas, ya que hubo diferencias sustanciales entre unas y otras. Así, las precipitaciones superaron los valores normales en casi toda la Península Ibérica, en Mallorca y Menorca y algunas zonas del norte de Canarias, según los datos de la Agencias Estatal de Meteorología (Aemet). Incluso en algunas zonas como la cornisa cantábrica, Pirineos, valle del Ebro, sistemas Béticos, algunas zonas del interior peninsular y el este de Baleares, las lluvias y nevadas dejaron unas precipitaciones un 25 por ciento por encima de los valores normales. Y no solo eso, sino que zonas como el sureste de Jaén o algunas áreas de la provincia de Granada registraron precipitaciones un 75 por ciento por encima de la media.
Si las precipitaciones han estado por encima de los valores normales, también han superado los niveles de años anteriores los volúmenes de agua embalsada en casi todas las cuencas. Por ejemplo, el Ebro cerró el año hidrológico con una situación general “de normalidad”, según apuntaban desde la Confederación Hidrográfica del Ebro. De hecho, según señala el organismo, “la abundancia de precipitaciones en forma de lluvia o de nieve a partir del mes de diciembre, con episodios generalizados por toda la cuenca y en especial, en el Alto Ebro, en el centro y noroeste, han situado el volumen de agua embalsada por encima de las medias de los últimos años”. En concreto, la reserva de agua a 1 de octubre se situaba en el 65 por ciento, mientras que la media de los últimos cinco años es del 53 por ciento.
Situación parecida se ha vivido en la cuenca del Duero, cuyas reservas de agua se situaban en el 55 por ciento al final del año hidrológico, casi 35 puntos por encima de la situación de hace un año. Los pantanos de esta cuenca tenían, a 1 de octubre, unas reservas de casi 1.000 hectómetros cúbicos por encima de las de la misma fecha de 2017, y un 50 por ciento más que la alcanzada de media en los últimos 10 años, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Las cuencas intracomunitarias de Andalucía también han vivido una situación similar, aumentando sus reservas de agua un 15,4 por ciento entre el 1 de octubre de 2017 y el 30 de septiembre de 2018, lo que ha permitido que los pantanos de estas zonas se encontrasen al 62,54 por ciento de su capacidad al finalizar el último año hidrológico. En la cuenca del Guadalquivir, además, se finalizó la temporada con los embalses al 52 por ciento de su
La pasada temporada hidrológica terminó con unas precipitaciones un 11% superiores al valor normal; sin embargo, no fue así en todas las cuencas
capacidad, y una reserva de agua un 19,6 por ciento superior a la de un año antes, por ejemplo.
En el caso de los embalses del Guadiana, se terminó el año hidrológico al 42,7 por ciento de su capacidad, frente al 18,8 por ciento en el que se encontraban 12 meses antes.
Júcar y Segura
La situación contraria se vivió en otras cuencas como las del Júcar, del Segura y en la cuenca Sur, donde ha llovido un 5 por ciento menos con respecto a los valores normales. Así, en la cuenca del Segura, las precipitaciones en el último año hidrológico fueron un 24 por ciento inferiores, con 278 hectómetros por metro cuadrado frente a los 363,9 hectómetros por metro cuadrado del año anterior. Sin embargo, estas precipitaciones supusieron unas aportaciones a los embalses reguladores de cabecera de 384,7 hectómetros cúbicos, frente a los 214,9 hectómetros del año anterior. “Esta situación ha permitido que los volúmenes almacenados en los embalses hayan mejorado con respecto al año hidrológico anterior”, indica el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea; sin embargo, la demarcación se encuentra en “prealerta”.
El volumen total almacenado ha sido de 249,1 hectómetros cúbicos, frente a los 164,1 hectómetros cúbicos del año anterior, lo que supone un 22 por ciento de su reserva de agua.
El Júcar tampoco ha vivido su mejor año hidrológico. Según señalan desde la Confederación Hidrográfica de esta cuenca, “el inicio del año hidrológico 2017/2018 fue inusualmente seco. En los primeros cinco meses la precipitación media en la Demarcación Hidrográfica del Júcar ha sido del orden de la mitad de los valores habituales para ese periodo y las aportaciones de origen natural presentaron uno de los peores registros de los últimos 77 años”.
En estas dos cuencas los parámetros no han mejorado con respecto a años anteriores, lo que ha llevado al Ministerio de Transición Ecológica a continuar con las medidas extraordinarias. En el caso del Júcar, se mantiene hasta septiembre de 2019, es decir, durante todo el año hidrológico, la situación de sequía en toda la cuenca. Y, en el caso del Segura, el departamento de Teresa Rivera autorizó de nuevo en octubre un trasvase de 20 hectómetros cúbicos entre las cuencas del Tajo y el Segura. Esta última cuenca finalizó el año hidrológico con situación de sequía declarada, el tercero consecutivo.