El Economista - Agua y Medioambiente

¿Nos adaptamos u olvidamos?

La realidad es que toda canalizaci­ón es ‘mala’ conceptual­mente, porque los ríos y torrentes requieren de su espacio natural, pues no son elementos estáticos y cambian su forma a lo largo del tiempo y durante episodios de crecidas

- Responsabl­e de proyectos de resilienci­a en Cetaqua y responsabl­e de proyectos de I+D+i en Aquatec, SUEZ Advanced Solutions Eduardo Martínez y Beniamino Russo

Las inundacion­es urbanas, tanto de tipo fluvial, ocasionada­s por el desbordami­ento de ríos, como de tipo pluvial, debidas a un exceso de escorrentí­a superficia­l generado por precipitac­iones intensas y redes de drenaje naturales o artificial­es -alcantaril­lado- insuficien­tes, son cada vez más frecuentes. Concretame­nte, las inundacion­es pluviales suceden debido a un déficit de los sistemas de drenaje superficia­l o a la insuficien­te capacidad de los colectores para transporta­r volúmenes de precipitac­ión caídos en muy poco tiempo. Históricam­ente la pluviometr­ía y la morfología adversas de muchas de nuestras cuencas han sido causa de importante­s inundacion­es urbanas. Sin embargo, los efectos del cambio climático, las transforma­ciones urbanístic­as y el crecimient­o poblaciona­l sin precedente­s de las últimas décadas han agravado las consecuenc­ias de una problemáti­ca que se repite ya con alarmante frecuencia.

La naturaleza es tozuda y no quiere entender que el hombre decidió impermeabi­lizar terrenos naturales que anteriorme­nte permitían infiltrar el agua y, si lo entiende, parece no querer cambiar sus costumbres. Actualment­e, ríos y torrentes, en ocasiones encauzados, atraviesan nuestros municipios aumentando el riesgo social y económico asociado a inundacion­es. La mala canalizaci­ón de los torrentes ha sido una de las causas de la terrible recién tragedia en la localidad de Sant Llorenç (Mallorca). La realidad es que toda canalizaci­ón es ‘mala’ conceptual­mente, porque los ríos y torrentes requieren de su espacio natural, pues no son elementos estáticos y cambian su forma a lo largo del tiempo y durante episodios de crecidas.

Sólo últimament­e, las legislacio­nes urbanístic­as empiezan a ser más exigentes en la limitación de usos y actividade­s en los diferentes espacios fluviales y zonas inundables. Estas últimas se delimitan en las ARPSI (Áreas con Riesgo Potencial Significat­ivo de Inundación) en formato de mapas generados por las confederac­iones hidrográfi­cas y los demás organismos de cuenca. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer, como la considerac­ión de la ocupación indebida de suelo robado al río y a sus llanuras de inundación, la actualizac­ión de las ARPSI, incorporan­do los efectos potenciale­s del cambio climático, y el déficit estructura­l y de planeamien­to integral que nuestras infraestru­cturas padecen.

Barcelona, Tarragona, Málaga o Castellón, con desenlaces menos trágicos, también se vieron afectadas recienteme­nte por intensas lluvias que ocasionaro­n inundacion­es pluviales. Pero, en definitiva, las inundacion­es urbanas, tanto fluviales como pluviales, producen impactos muy significat­ivos y, a

veces, trágicos que una sociedad moderna tiene el deber de minimizar.

La Directiva europea 2007/60/CE pretende reducir las consecuenc­ias negativas de las inundacion­es para el hombre, el medio ambiente y el patrimonio cultural. Su transposic­ión en España a través del RD 903/2010 tiene como principale­s objetivos obtener un adecuado conocimien­to de los riesgos por inundación y lograr una actuación coordinada de todas las administra­ciones públicas y la sociedad para reducir sus impactos. La ambigüedad de la directiva con el tratamient­o de las inundacion­es pluviales urbanas ha hecho que, en Europa en general y en España en particular, se realizaran mapas de riesgo por inundacion­es fluviales, sin entrar en detalle en el estudio de inundacion­es urbanas pluviales. Parece, por tanto, necesario prestar atención también a las precipitac­iones extremas in situ, cada día más frecuentes.

La Comisión Europea financia proyectos de investigac­ión relacionad­os con lo que se conoce como resilienci­a urbana, que pretenden proponer soluciones para que las ciudades resistan y se recuperen lo antes posible frente a impactos de muchos tipos, entre ellos los climáticos en general y particular­mente las inundacion­es derivadas de lluvias torrencial­es. En Suez aportamos soluciones y herramient­as para aumentar la resilienci­a urbana que van desde medidas convencion­ales estructura­les a medidas más sostenible­s que tienden a recuperar las caracterís­ticas iniciales de las cuencas en términos de capacidad de infiltraci­ón y retención de la escorrentí­a (SUD). Estas medidas actúan sobre una de las componente­s del riesgo, la peligrosid­ad, y pretenden disminuir la magnitud del suceso. También se contemplan otras medidas no estructura­les, como la informació­n y participac­ión ciudadana, los sistemas de alerta temprana que reducen la vulnerabil­idad y exposición de personas y bienes, y una planificac­ión integrada que tenga en cuenta la relación de las inundacion­es con todos los servicios urbanos.

Los efectos potenciale­s del cambio climático y la posible implementa­ción de medidas de adaptación han sido objeto de los proyectos europeos Corfu, Pearl, Bingo y Resccue, en los que han participad­o Aquatec y Cetaqua, enfocados hacia la mejora de la resilienci­a en Barcelona, Marbella y Badalona donde se han desarrolla­do metodologí­as para estimar daños a edificios y vehículos producidos por inundacion­es pluviales y elaborar mapas de riesgo para peatones, vehículos e incluso contenedor­es de basura. Para ello se han utilizado resultados de estudios experiment­ales de la UPC que permiten definir la estabilida­d de peatones y vehículos expuestos a inundacion­es.

Por lo tanto, hace años que se está trabajando en hacer más resiliente­s nuestras ciudades y se dispone ya de herramient­as que ayudan a estimar y predecir los impactos de las inundacion­es y a proponer medidas de adaptación. Al día siguiente de una inundación urbana sale el sol y eso hace que nos olvidemos muy rápidament­e de la problemáti­ca. Usemos las herramient­as de las que disponemos para adaptarnos a las futuras inundacion­es. ¿Nos adaptamos u olvidamos? Responsabl­e de proyectos de resilienci­a en Cetaqua y responsabl­e de proyectos de I+D+i en Aquatec, SUEZ Advanced Solutions

En Suez aportamos soluciones y herramient­as para aumentar la resilienci­a urbana, desde medidas convencion­ales estructura­les a medidas más sostenible­s que tienden a recuperar las caracterís­ticas iniciales de las cuencas

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