El Economista - Agua y Medioambiente
“La innovación más inteligente es entender el mercado y tener referencias para medir”
Geoff Townsend ha desarrollado toda su vida profesional en el sector del agua, primero en el mundo académico, para pasar después al mundo empresarial, donde ha ocupado distintos puestos en compañías como Calgon Corporation. Licenciado en Medio Ambiente y doctorado en Química Ambiental, actualmente, es socio en Ecolab, donde se encarga de la dirección estratégica de los procesos de innovación relacionados con agua y energía, con el foco puesto en facilitar a otras empresas superar los desafíos relacionados con la escasez y los déficit en la calidad del agua. Recientemente visitó Madrid para participar en el Foro de la Economía del Agua y aportar su visión sobre la innovación y el uso sostenible del agua en la industria y las ciudades.
¿Qué es Ecolab?
Ecolab es una empresa que ofrece soluciones en higiene, agua potable y energía, centrada en ofrecer servicios para proteger a la gente y los recursos medioambientales. Tenemos cuatro áreas en las que nos centramos. En primer lugar, seguridad alimentaria; en segundo lugar; protección del medio ambiente; en tercer lugar, optimización del uso de energías; y por último, mejorar la cadena de valor en todas las industrias.
“La innovación más inteligente es entender el mercado y tener referencias para medir el uso eficiente del agua”
¿Cuáles son los principales riesgos relacionados con la gestión del agua?
El agua es un riesgo creciente para mucho negocios alrededor de todo el mundo. La clave está en entender el nivel del riesgo al que nos estamos enfrentando y tratar de establecer planes para intentar mitigar esos riesgos. El agua es un recurso local y hay que entender los riesgos asociados al agua en un contexto local.
¿No es un riesgo a nivel global también?
Por supuesto el agua es una preocupación global y, además es creciente, que afecta a todos los países del mundo, pero al final del día, el modo en que el agua es gestionado se decide a nivel local. El agua que se bebe en Madrid proviene de los ríos del área, eso depende de las lluvias, de si ha llovido mucho o poco, recientemente o no, por ejemplo. Por lo tanto, el agua es resultado de la gestión local, y en el modo en que entendamos esto, la captación del agua, las fuentes de captación, y cómo se distribuya dará unos resultados u otros. La gente necesita beber agua, la agricultura necesita el recurso para el riego, la industria consume agua para su producción, y todo es necesario, para crecer y mantener la competitividad de la economía.
“Los datos se han convertido en la nueva moneda” “La clave es monitorizar el valor del agua en función de los riesgos”
Entonces, ¿los riesgos son distintos para cada región? ¿No hay riesgos globales?
La naturaleza de los riesgos es diferente y también el alcance de los mismos. Hay zonas con escasez extrema de recursos hídricos, y claramente las empresas tienen que entender y buscar la mejor forma de operar en esos entornos para mitigar su impacto y a la vez mantener la competitividad y el crecimiento. En otras áreas, los riesgos vienen por la contaminación del agua, de tal modo que el tratamiento del agua tiene un coste extra, por ejemplo. Por lo tanto, los riesgos son diferentes tanto por su naturaleza por su alcance.
“Normalmente, el valor del agua se entiende en función de su precio”
Desde el punto de vista de la innovación, ¿en qué punto se encuentra el sector del agua a nivel mundial?
Ecolab tiene un departamento de desarrollo bastante relevante. Tenemos 650 investigadores en nuestra organización centrados en este tipo de problemas. Hemos desarrollado tecnologías que han marcado una diferencia sustancial, una de las más notables es un track en 3D, que logra que se pueda reducir el consumo de agua un 30 por ciento. Alrededor de todo el mundo hemos desplegado 36.000 sensores que se conectan con este sistema y le dotan de información sobre cantidad y calidad de agua. Estos datos se analizan y buscamos oportunidades para mejorar la eficiencia, el consumo de energía… Los datos se han convertido en la nueva moneda. Gracias a este sistema, y a partir de los millones de datos que recopilamos, podemos guiar a nuestros clientes para que mejoren y hagan más eficientes sus operaciones de gestión.
¿Están haciendo un cálculo las empresas de los riesgos asociados con el agua?
Ecolab en 2014 rompió el mercado de las monitorización de los riesgos del agua. Podemos medir para una organización concreta en una ubicación concreta, cuánta agua consume y ponerlo en un contexto local, de tal manera que podemos traducirlo después en riesgos asociados tanto con la cantidad y calidad del agua pero también con los riesgos regulatorios y de reputación, e incluso riesgos de eficiencia. La clave está en monetizar el valor del agua en función de estos riesgos. Es muy interesante ver el valor del agua alrededor del mundo, porque normalmente el valor del agua se entiende en función de su precio, y en aquellas zonas donde hay escasez, típicamente, tienen precios del agua muy bajos; mientras debería ser lo contrario.
¿Por qué se da esta circunstancia?
Muchas veces porque el agua es un recurso que está subvencionado y no se incluyen costes como los de recuperación de la inversión, etc. La relación entre el valor y el precio del agua es muy compleja, pero lo que hemos visto es que si miras todos los riesgos que una organización hace frente en una localización concreta, entendemos el valor del agua en esa área y podemos ponerlo en dólares o euros, y podemos comunicárselo a los líderes que toman las decisiones para que hagan las inversiones adecuadas. Si solo miras el precio del agua, no se pueden planificar las inversiones que se tienen que hacer para asegurar el suministro de agua, y así mantener la competitividad, el crecimiento y no afectar al medio ambiente.
Ha defendido el rol de las ONG para hacer frente a los retos del agua, ¿qué papel tienen que jugar?