El Economista - Agua y Medioambiente
El Acuerdo de París ya tiene reglas para aplicarse
Sin embargo, los 200 países reunidos en Katowice, Polonia, no han logrado fijar objetivos más ambiciosos, como se pedía de grupos como el IPCC
La COP24 se ha cerrado con el ‘libro blanco’ de normas que seguirán los 200 países
La XXIV Conferencia de las Partes de Cambio Climático (COP24), que se celebró en diciembre en Katowice (Polonia) cumplió con sus objetivos, aunque no sin debate y discusión. Los cerca de 200 países que participaron en la COP24 logran un acuerdo sobre la aplicación concreta de los objetivos pactados en el Acuerdo de París contra el Cambio Climático. El acuerdo es el resultado de dos semanas de intensas negociaciones para pactar una normativa que desarrolle en detalle el acuerdo global que se alcanzó en la capital gala en 2015 con el que se pretende limitar el aumento
de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados y que entrará en vigor en 2020. El resultado es un ‘libro de reglas’ de 156 páginas que especifica los criterios para que cada país informe de los progresos en los compromisos de recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Reglas concretas
El ‘libro de reglas’ que ha dado como resultado esta cumbre del clima establece por primera vez un sistema común de seguimiento para que cada país pueda medir el progreso de sus medidas de mitigación, adopción y financiación al cambio climático con unas directrices comunes para todos, aunque con margen para los países en desarrollo.
Cada país se ha comprometido a presentar un informe cada dos años que incluirá un inventario de las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero siguiendo unas métricas comunes y el seguimiento de los progresos en materia de mitigación de lucha contra el cambio climático de acuerdo con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés) remitidas por cada país a la convención de cambio climático de la ONU, con un sistema robusto de indicadores y contabilidad.
Este informe bianual incluirá, además, las vulnerabilidades y los impactos del cambio climático, así como información sobre las medidas de adaptación adoptadas e información sobre los riesgos asociados con las pérdidas y daños producidos por el cambio climático. También se incluirá información sobre apoyo y necesidades concretas de los países en vías de desarrollo.
El pacto de Katowice incluye además un mecanismo que permitirá revisar al alza los compromisos de lucha contra el cambio climático que presenten los países, el Global Stocktake (Balance Global). Este balance se presentará cada cinco años para lograr los objetivos del Acuerdo de París.
El ‘libro de reglas’ establece igualmente las obligaciones de información sobre previsiones de financiación climática de los países desarrollados para los países en desarrollo, fortaleciendo la información y aportando predictibilidad sobre los flujos financieros.