La contratación pública verde, un paso hacia el futuro

El Gobierno de Pedro Sánchez quiere llevar su apuesta por la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático a una nueva dimensión, y lo hará con los mecanismos que tiene desde la Administración General del Estado para impulsar los bienes y servicios ecológicos. El Consejo de Ministros aprobó el pasado 7 de diciembre el Plan de Contratación Pública Ecológica de la Administración General del Estado 2018-2025, que también afecta a los organismos autónomos y las entidades gestoras de la Seguridad Social, en el que se establecen los criterios medioambientales que tienen que seguir estos organismos para las contrataciones. Se trata de un paso más en el camino hacia la Economía Circular que ya inició el anterior Ejecutivo y que está marcando Europa.

Cuando se habla de Economía Circular y nuevos modelos de producción y consumo más eficientes hacia el residuo cero, a veces caemos en el error de centrarnos en las empresas (y su producción y consumo B2B) e informar al consumidor (y sus decisiones de comprar y hábitos de consumo) considerando el sector público simplemente como un articulador de esta situación, una especie de árbitro que tiene que vigilar a los jugadores. Con este tipo de propuestas, el árbitro empieza a jugar y cambiar las reglas del juego a favor de lo que debe ser, una economía más sostenible, justa y competitiva en el tiempo. La economía circular se ha convertido en una exigencia para no acabar con los recursos del planeta. Por ese motivo, el impulso de la compra pública verde puede permitir de un lado abaratar este tipo de productos y de otro fomentar su uso.

Desde la Comisión Europea se han tomado amplias medidas a lo largo de estos últimos años para seguir dando pasos adelante y lograr el cambio de una economía lineal a una circular. En España, entidades de gestión como Ecoembes o Signus, son claros ejemplos de actuación y fomento en este sentido.

Una compra pública que incorpore criterios ambientales traerá además otro tipo de beneficios que no se limitan sólo a los económicos sino que van más allá y llegan a espacios como la calidad del aire, la salud, o la reducción de desastres naturales. No hay que olvidar la alerta lanzada por el último panel del IPCC sobre el cambio climático y hay que saber que aunque pudiera darse a corto plazo un leve sobrecoste, a medio y largo plazo se trata de una inversión en futuro.

No hay que olvidar la alerta lanzada por el IPCC sobre el cambio climático y hay que saber que aunque pudiera darse a corto plazo un leve sobrecoste, a medio y largo plazo se trata de una inversión en nuestro futuro