El Economista - Agua y Medioambiente
La Comisión Europea impulsa una revisión fiscal
La próxima Comisión Europea presentará una reforma fiscal en profundidad para poder atender los objetivos medioambientales que se ha marcado la Unión Europea. La intención del Ejecutivo comunitario es reformar los actuales impuestos de modo que se comience a penalizar las emisiones de CO2 para poder atender mejor al proceso de descarbonización y se supone que se desgravará por no contaminar. La Comisión Europea ya propuso en 2011 una revisión de la fiscalidad energética, pero se abandonó porque no logró progresar con el veto de varios de los países miembros. En estos momentos, el Ejecutivo comunitario está evaluando el sistema actual con el objetivo de presentar esta nueva propuesta, que deberá evaluar ya la próxima Comisión. No se trata necesariamente de aprobar nuevos impuestos energéticos sino de analizar la forma en la que se fija la fiscalidad a la energía para estar seguros de que es la mejor en la lucha contra el cambio climático. El Gobierno español también puso en marcha un grupo de trabajo interministerial para analizar la situación de la fiscalidad ambiental en España sobre la que habitualmente la Comisión Europea suele recordar que es insuficiente. Las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han elaborado una propuesta de fiscalidad ambiental por la que plantean la creación de trece nuevos impuestos y modificaciones en gravámenes como el IVA, el IRPF, Sucesiones, Hidrocarburos o Sociedades. De este modo, los ecologistas se adelantan a la propuesta que puede plantear la Comisión Europea para los próximos años. Este próximo mes de febrero, Bruselas presentará su tradicional análisis de la situación para proponer a los Estados diferentes mejoras en sus sistemas tributarios de forma que contribuyan al crecimiento económico. Los impuestos ambientales han reducido su peso en el total de tasas que pagan los españoles. Según los datos de Eurostat, en el año 2017, solo el 5,43 por ciento de los impuestos son ambientales, lo que supone una reducción sobre el 5,56 por ciento de 2016 y el 5,7 por ciento de 2015. Si bien, en términos relativos los impuestos verdes han caído, ha crecido la recaudación por este concepto, hasta los 21.382 millones en 2017. Estos datos sitúan a España muy lejos de los países de la Unión Europea que lideran este ranking, como Letonia, Grecia o Eslovenia, los tres por encima del 10 por ciento.
La Comisión Europea prepara una revisión de la fiscalidad energética para adaptarla a los objetivos ambientales, la intención es que se penalicen las emisiones de CO2. España está a la cola de los impuestos ambientales en Europa, según Eurostat