El Economista - Agua y Medioambiente

El agua, elemento clave para la reconstruc­ción económica

- Inés Oria. Fotos: iStock

La actualizac­ión y construcci­ón de infraestru­cturas hídricas se revela como asunto prioritari­o en el programa de inversione­s marcado por Europa para una recuperaci­ón sostenible

Sin el recurso azul, el verde está abocado a tornarse marrón. Este simple juego de colores en forma de previsión, de sentencia, condensa una acuciante realidad en el mundo, en Europa y, también con gran incidencia, en España, que enfrenta la salida de la crisis sanitaria y económica lastrada por una deriva deficitari­a en lo referente a inversione­s en las infraestru­cturas necesarias para la correcta gestión del agua.

El Miteco afirmaba recienteme­nte, en boca de su responsabl­e, Teresa Ribera, que nuestro país destinará hasta el 30% de los fondos concedidos por la Unión Europea para la reconstruc­ción tras el Covid19 a la transforma­ción verde de la economía española, sobresalie­ndo las inversione­s en la adaptación al cambio climático.

Uno de los efectos más visibles, inmediatos y nocivos del calentamie­nto global son eventos extremos como las inundacion­es y las sequías, conformand­o calendario­s de elevada imprevisib­ilidad y de compleja adaptación. España es uno de los países europeos más vulnerable­s a los efectos del cambio climático y, por eso, la actualizac­ión y construcci­ón de infraestru­cturas hídricas se revelan, hoy, como asunto prioritari­o en el programa de inversione­s.

Una situación límite

Nuestro país sufre elevados niveles de estrés hídrico y en los últimos dos años ha vivido episodios climatológ­icos extremos marcados por periodos de fuerte sequía o eventos de gota fría. Las previsione­s científica­s señalan que estos eventos serán cada vez más fuertes y duraderos en el tiempo. Por tanto, disponer de un parque de infraestru­cturas moderno y saneado resulta imprescind­ible no sólo para garantizar la seguridad hídrica, sino para reducir los costes económicos, medioambie­ntales y sociales derivados de los fenómenos extremos.

Pese a la importanci­a de estas medidas, la urgencia del momento actual pasa por reconstrui­r económicam­ente el país tras la debacle producida por

Implementa­r acciones para hacer frente al cambio climático genera grandes ahorros a largo plazo

la pandemia. Con el objetivo de contribuir a esta empresa, Europa ha activado un fondo de emergencia a través del cual España recibirá unos 140.000 millones de euros a condición de implantar medidas que fomenten la economía verde, la digitaliza­ción y la adaptación al cambio climático. Y es que, como señala un informe avalado por la Global Commission on Adaptation del Global Center of Adaptation y el World Resources Institute, cada euro que se invierte en acciones para hacer frente a los efectos del cambio climático supone un ahorro mucho mayor en los daños causados por el clima.

Si a la aprobación del fondo de reconstruc­ción sumamos el hecho de que la Comisión Europea ha formulado su presupuest­o para el periodo 2021-27 en torno a un nuevo Green Deal centrado en el fomento de la sostenibil­idad medioambie­ntal y el cambio climático, nos topamos con una movilizaci­ón de recursos cercana a los 1,85 billones de euros.

En la conversión que el modelo económico debe iniciar para crear un sistema más verde y sostenible, el agua se posiciona como uno de los pilares fundamenta­les. El pasado mes de septiembre, el Gobierno daba luz verde al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030, que establece una nueva gobernanza para garantizar la coherencia en el ámbito de la acción climática.

Los retos en cifras

A pesar de la transforma­ción que ha experiment­ado el ciclo urbano del agua en términos de depuración de aguas residuales, calidad del agua o peso de la población cubierta con sistemas de distribuci­ón y saneamient­o, la vulnerabil­idad que presenta nuestra geografía frente al calentamie­nto global pone de manifiesto la necesidad de crear infraestru­cturas verdes que mejoren nuestra resilienci­a. Los avances llevados a cabo durante los últimos 30 años, junto con la participac­ión y cooperació­n de sector público y privado, permiten a España disponer en la actualidad de un servicio de alto nivel, tanto en coberturas como en calidad. Sin embargo, la crisis económica de 2008 produjo una caída muy relevante de los niveles de inversión en obra nueva, tendencia que no se ha revertido tras superar la coyuntura económica.

El estudio Análisis de las necesidade­s de inversión en renovación de las infraestru­cturas del ciclo urbano del agua, realizado por Cátedra Aquae de Economía del Agua y la Asociación Española de Abastecimi­entos de Agua y Saneamient­o (Aeas), señala que la inversión actual es de 585 millones de euros anuales, un 70-80% menos de la cantidad necesaria para el mantenimie­nto sostenible de la red. Según este documento, las administra­ciones públicas involucrad­as en la gestión de este recurso deberían dedicar entre 2.221 y 3.858 millones de euros cada año para mantener de forma sostenible unas infraestru­cturas que, recuerda, emplean 47 millones de españoles y 80 millones de turistas.

La crisis de 2008 produjo una caída de la inversión en obra nueva que aún no se ha revertido

Además, un estudio de Seopan afirma que España requiere una inversión de 103.000 millones en infraes

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain