El Economista - Agua y Medioambiente

Una solución viable al problema de la escasez de agua

- Antonio Espinosa de los Monteros

Abrir el grifo y que salga agua es un gesto cotidiano en nuestro mundo. No nos planteamos de dónde viene esa agua ni cuánto dinero costaron las infraestru­cturas que hacen que llegue hasta nuestra casa. Su gran valor es que se presupone que siempre estará ahí, y eso la hace muchas veces invisible a las conciencia­s de quienes no tratan de evitar su desperdici­o. Porque ni se nos ocurre plantearno­s la posibilida­d de quedarnos sin ella. Sin embargo, unos 700 millones de personas de todo el mundo viven sin acceso a agua potable.

Dicen los expertos que en el planeta debería haber la suficiente agua dulce para abastecer a toda su población pero, a consecuenc­ia del cambio climático, la contaminac­ión de los recursos hídricos y la falta de inversión en infraestru­cturas para hacerla llegar a las comunidade­s rurales más alejadas de las fuentes hídricas, lo cierto es que existe un problema de falta de agua preocupant­e que, lejos de resolverse, cada vez va a más. De hecho, si la tendencia actual continúa, se estima que en 2025 habrá 1.800 millones de personas viviendo en países o regiones con una importante escasez de este recurso.

Y la falta de agua siempre va asociada a pobreza. Sin agua no hay cultivos, ni ganadería, ni parte de la industria ni oportunida­des de futuro. Y sin agua tampoco hay higiene ni salubridad, lo que incrementa la mortalidad asociada. Por eso, nosotros siempre decimos que no tener agua es la mayor de las pobrezas.

Hoy día, todos los países, gobiernos y organizaci­ones apuestan por sumarse al carro del desarrollo sostenible y tratan de adoptar medidas para contribuir a frenar el calentamie­nto global, a través de iniciativa­s para, por ejemplo, reducir el consumo de energías no renovables y las emisiones de CO2, o aumentar las ratios de reciclaje y el impulso de la economía circular. Todo esto no solo es bueno, sino necesario, si queremos garantizar el futuro del planeta. Pero, ¿qué pasa con el presente? ¿Qué medidas se están tomando para hacer frente al problema global de la escasez de agua?

Irónicamen­te, los países más pobres son los que menos están contribuye­ndo al cambio climático, pero los que más sufren sus efectos. Por eso, es responsabi

lidad de todos buscar soluciones para paliar también eso que está ocurriendo más allá de nuestro mundo desarrolla­do. Sin duda, existen alternativ­as para facilitar el acceso a agua potable a muchos de esos millones de personas que carecen de ella. Solo haría falta inversión. Es decir, con dinero podríamos resolver este grave problema o, si no erradicarl­o, sí al menos paliarlo en gran medida.

Un ejemplo ilustrativ­o: en AUARA hemos realizado una estimación de cómo la población del África Subsaharia­na podría disponer de agua suficiente para el consumo humano, simplement­e aprovechan­do adecuadame­nte el agua de lluvia, instalando canalizaci­ones y tanques para almacenarl­a. Y esto supondría un coste inferior a la mitad de lo que la población mundial se gastó el año pasado durante la campaña del Black Friday. Resolver la vida de millones de personas con menos de la mitad de lo que en una semana dedicamos a comprar productos que en muchos casos suelen ser innecesari­os.

Es cierto que en este subcontine­nte existen grandes variacione­s climatológ­icas, pero varios de sus países reciben un abundante caudal de lluvias. De hecho, según datos de la FAO, el África Subsaharia­na tiene más o menos el mismo promedio de precipitac­iones anuales que las regiones del oeste y el centro de Europa: unos 800.000 litros/Km2 al año. Según este organismo internacio­nal, para calcular qué cantidad de lluvia se destina a consumo humano debemos tener en cuenta que una gran parte se evapora a través de bosques, zonas naturales y cultivos, por lo que nos quedaríamo­s con un 39% del total. Por tanto, el 39% del total de precipitac­iones que caen en esta parte del continente africano serían 312.000 litros/Km2 al año de agua de lluvia disponible.

Si tomamos el dato de la densidad de población de la zona, que son 32 habitantes/Km2, y pensamos que la cantidad de agua diaria que se estipula como necesaria para una persona son 5 litros, entonces no necesitarí­amos más que 58.400 litros/Km2 al año para abastecer a esas 32 personas. Y si instaláram­os seis tanques de 10.000 litros con sus canalizaci­ones en cada Km2, podríamos recoger esa cantidad de lluvia y garantizar­les el acceso a agua potable durante todo el año.

Parte de nuestros proyectos sociales consisten en la instalació­n de estas infraestru­cturas en países en vías de desarrollo, por lo que sabemos que el coste medio de un tanque de 10.000 litros con sus canalizaci­ones ronda los 1.800 euros. Es decir, por cada Km2 habría que invertir 10.800€ para instalar esos seis tanques, y cerca de 265.000 millones de euros para abastecer a todo el territorio del África Subsaharia­na. Puede parecer mucho, pero si pensamos que el pasado año, solo en la campaña del Black Friday, el gasto a nivel global ascendió a 606.000 millones de euros… Puede que estemos enfocando mal las prioridade­s de la humanidad.

Podríamos resolver la vida de millones de personas con la mitad de lo que nos gastamos en la semana del ‘Black Friday’

Es cierto que se trata solo de una estimación, que no es rigurosame­nte así, pues muchas ciudades africanas tienen una altísima densidad de población, frente a otras áreas rurales prácticame­nte despoblada­s. Pero sirve como ejemplo real de lo que supondría buscar una solución factible a un problema real, aprovechan­do los recursos actuales para construir un nuevo futuro.

Si nosotros, una cabeza de alfiler en todo el planeta, gracias al apoyo de partners y socios locales, hemos sido capaces de instalar 38 tanques y sus canalizaci­ones en comunidade­s en situación de extrema pobreza de Kenia, Uganda, Etiopía, Perú, Marruecos, Camboya y Haití, cambiando la vida de más de 8.700 personas gracias al acceso a agua potable, imaginemos lo que podríamos lograr si la comunidad internacio­nal pusiera su músculo en este objetivo.

Cuando la vida de millones de personas está en juego, las cosas superfluas pierden todo el sentido.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain