El Economista - Comunitat Valenciana
El reto de emprender es, también, cosa de niños
Chiquiemprendedores aplica un método de formación en valores emprendedores a través del juego
Ser emprendedor es mucho más que poner en marcha un negocio. Es una forma de afrontar la vida, en todos sus aspectos, sobre la base de habilidades y herramientas de carácter personal y social, que permiten a la persona desarrollar toda su potencialidad. Habilidades y valores que parecen innatos en la infancia y que vamos perdiendo con el paso del tiempo, en gran parte debido al enfoque y metodología del sistema educativo.
En este contexto, nace Chiquiemprendedores, concebido como un programa formativo que se inspira en distintas disciplinas profesionales, en procesos de innovación y metodologías empleadas en la incubación de
startups, para ofrecer una forma diferente de cultivar talentos tempranos y desarrollar en los niños un espíritu emprendedor que les ayude a contar con las herramientas vitales necesarias para construir su futuro. “Que cada uno conozca sus habilidades y potencialidades, y sea consciente de cómo puede desarrollarlas”, detalla su fundadora y directora, Ana Carrau.
“Como consultora y como docente en programas de formación para emprendedores, me di cuenta de que hay personas que carecen totalmente de habilidades para liderar un proyecto empresarial. Habilidades que pueden parecer obvias, pero que son difíciles de obtener, como la resiliencia, la gestión de las emociones, el optimismo, la cooperación, la iniciativa, la comunicación o la creatividad, junto a valores como la responsabilidad social y la sostenibilidad”, apunta. Carrau destaca que, según multitud de estudios, los niños son muy creativos y tienen estas habilidades de forma innata, “pero luego se van arrinconando para cumplir con los requisitos y normas que nos va imponiendo la sociedad y el sistema educativo y, cuando somos mayores y las necesitamos, las tenemos desentrenadas”.