El Economista - Comunitat Valenciana
Los retos de la economía valenciana para un nuevo año
DTras el efecto ‘champán’ por la victoria electoral, la condonación de deuda y la financiación pondrá a prueba la unión PP-Vox
espués de un 2023 marcado por el cambio de signo político en el Gobierno autonómico, el nuevo año debe servir para asentar las bases y dar estabilidad al nuevo proyecto que lidera Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana. El nuevo Ejecutivo de coalición de PP y Vox no ha tenido dificultades para pactar sus presupuestos para 2024 ni para aplicar sus promesas electorales estrella, como la derogación de la tasa turística del Botànic o la bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones que supone eliminarlo a los familiares más cercanos.
Sin embargo, habrá que ver si esa unidad se consolida tras el efecto champán por la victoria electoral y la llegada al poder. Especialmente a la hora de plantear la posición de la Comunitat Valenciana en las grandes cuestiones que se van a poner sobre la mesa en los próximos meses a raíz de los acuerdos de Pedro Sánchez para asegurar su investidura. Algunos de ellos chocan con la propia filosofía de Vox, que reniega del Estado autonómico y la descentralización. El vicepresidente valenciano Vicente Barrera ya ha dejado claro que rechaza cualquier condonación de deuda y Vox es el único partido que no forma parte del pacto institucional para reclamar una financiación justa. Una postura que contrasta con la más pragmática de los populares, conscientes de que, aunque la quita por los acuerdos con los partidos independentistas catalanes no es la panacea, supondría un cierto alivio para unas cuentas lastradas por el endeudamiento en un momento con los tipos de interés en máximos. Además, la condonación asociada a la deuda por la infrafinanciación es una cuestión que reclaman desde hace años expertos y la propia patronal autonómica.
En este contexto parece que por fin se va a abrir la mesa para negociar la financiación autonómica, el auténtico quid que marca la economía y la política valenciana en la última década. Hay que recordar que el propio Ximo Puig lo marcó como su primer objetivo hace 8 años cuando llegó al Palau de la Generalitat y ha dejado el puesto sin lograrlo. Aunque la crispación nacional entre los dos grandes partidos anticipa un enfrentamiento casi continuo y se antoja muy difícil un gran acuerdo para resolver la infrafinanciación, también es cierto que con tantos frentes abiertos pueden surgir oportunidades. Y si no que se lo digan a quienes asistieron a la primera visita del ministro socialista Óscar Puente a Valencia para despejar la nueva terminal del Puerto. Un acto en que socialistas y populares mantuvieron una sintonía poco habitual.
Precisamente una vez despejado en el plano político el futuro del Puerto de Valencia (habrá que ver que pasa en el judicial), 2024 debe ser clave para cerrar de una vez por todas la continuidad de Ford en Almussafes, una cuestión a la que se lleva dando largas demasiado tiempo y que ha vuelto a quedar en entredicho por los lentos avances del coche eléctrico.