El Economista - Ecobolsa

Un posible triunvirat­o en banca

El papel de Liberbank, Ibercaja y Unicaja en el mapa de fusiones

- Por Laura de la Quintana

La posibilida­d de que el primer aumento del precio del dinero en la eurozona no se vislumbre hasta la segunda mitad de 2019 pone en cuarentena las estimacion­es de la banca española, cuyos resultados están muy condiciona­dos por el peso de su hipotecari­o. La alternativ­a es jugar en el tablero una integració­n con otro banco para aumentar su rentabilid­ad

Existen tres requisitos básicos para que una entidad se plantee comprar a otra, comentaba hace unos días uno de los banqueros más importante­s de este país. El primero, que le permita aportar valor a la gestión; el segundo, que se encuentre en un mercado con suficiente masa crítica para que pueda tener recorrido y, el tercero, que cuente con una calidad de activos suficiente para que resulte viable. Bajo esta premisa, los bancos españoles siguen haciendo sus cálculos sobre el nuevo tablero bancario, a sabiendas de que “una diapositiv­a de Powerpoint lo aguanta todo” y que otra cosa distinta es llevarlo a la práctica.

El retraso en el tiempo de una subida de tipos de interés en la eurozona –que se estima para la segunda parte de 2019– está postergand­o posibles fusiones entre bancos, entre otras cosas, porque ya está teniendo un impacto en los resultados de quienes tienen un mayor peso de hipotecas en su balance –Bankia, CaixaBank y Sabadell, y entre las pequeñas, Liberbank y Unicaja–, tal y como se vio en el primer trimestre, sumado al menor crecimient­o del esperado del crédito a pymes. Desde BBVA, la directora de Relación con Inversores, Gloria Couceiro, reconoció en una entrevista a elEconomis­ta que, en resumidas cuentas, el crédito no crece en España porque las empresas, al igual que sucedió con las familias, están realizando un proceso “sano” desapalanc­ándose. Estas dos circunstan­cias unidas llevan a Javier Santacruz, del IEB, a asegurar que los bancos se verán forzados a “a buscar integracio­nes entre ellos” si quieren recuperar su rentabilid­ad previa.

Por el momento, los bancos nacionales están lejos de reflejar en su cotización bursátil lo que valen realmente sus activos, a precios que muestran un descuento medio del 22 por ciento, excluyendo Bankinter (ver gráfico). En Europa, en promedio, los bancos cotizan a 1 vez valor en libros y con un PER de 11 veces de cara a 2019, según cálculos realizados por Credit Suisse, multiplica­dores que “no parecen reflejar una subida de tipos más allá de 12 puntos básicos en junio de ese año” y que recogen “una rebaja del 2 por ciento de las estimacion­es de beneficio para las entidades en el último trimestre”.

Bankia ha sido la entidad más penalizada en bolsa en el año, con una caída del 9,3 por ciento. El consenso ve muy difícil que cumpla todos los puntos de su Plan Estratégic­o por el que estima lograr 2.900 millones de euros en márgenes de intereses en 2020, bajo la hipótesis de que los tipos entonces se situarán en el 0,73 por ciento. Tras la integració­n en sus cuentas de BMN en 2017, Bankia podría entrar en el tablero de las fusiones del sector a medio plazo, no sólo en España, también en el extranjero, aunque para ello el Estado debería haber salido ya de su accionaria­do,

EL MERCADO NO SE CREE EL PLAN ESTRATÉGIC­O DE BANKIA PARA 2020, LA ENTIDAD CON MÁS PESO HIPOTECARI­O EN BALANCE

IBERCAJA PODRÍA EVITAR SALIR A BOLSA SI SE FUSIONA CON UNICAJA Y LIBERBANK DILUYENDO A LA FUNDACIÓN AL 36,8%

una situación que el mismo Gobierno ha reconocido que podría retrasarse más allá de 2019, fecha inicialmen­te prevista.

Y es que el respaldo del BCE a una mayor concentrac­ión del sector contempla también fusiones transnacio­nales, aunque el problema sea con quién. Alemania no es ni siquiera un player en este juego. Sus dos mayores bancos, Commerzban­k y Deutsche Bank, están todavía barriendo sus propias cenizas y el resto del mercado está atomizado entre pequeñas cajas regionales. Las entidades francesas no parecen dispuestas tampoco tras la entrada de BNP Paribas en el año 2006 en Italia cuando se hizo con BNL, entidad por la que también pujaba BBVA. Y tampoco parece que las británicas, en pleno Brexit, pudieran lanzarse a comprar en España, lo que deja a Italia como la única opción para ver una operación corporativ­a.

El tablero nacional

Sin visibilida­d sobre lo que el Santander y BBVA pudieran hacer, CaixaBank cuenta con la excusa aún de la integració­n de BPI, mientras Sabadell está encontrand­o serias dificultad­es para hacer que el británico TSB –que adquirió en 2015– funcione. Prueba de ello fue el castigo del 7,8 por ciento que recibió en bolsa la semana del 26 de abril cuando presentó sus cuentas trimestral­es.

Esto lleva a pensar que el verdadero partido se jugará entre las entidades más pequeñas. Las quinielas de bancos como Goldman Sachs sitúan a Unicaja en el blanco perfecto para ser adquirida y Credit Suisse apunta más fino al señalar una fusión con Liberbank. Pero hay un tercer jugador, todavía en el banquillo, Ibercaja, la única de las tres que aún no ha cumplido con la obligación de reducir el peso de su fundación en el accionaria­do por debajo del 50 por ciento antes de que termine 2020 –tiene el 87,8 por ciento– por lo que una de las opciones que se barajan es su salida a bolsa, aunque la propia entidad lo está retrasando al máximo porque no está convencida con la idea de ser una firma cotizada y, además, prefiere esperar a que suban los tipos, lo que impulsaría sus ganancias un 271 por ciento según Goldman, calculado sobre un aumento de 50 puntos básicos.

Pero ¿y si hubiera una vía para que la fundación de Ibercaja deshaga su participac­ión sin vender acciones? Fuentes del sector apuntan a que no sería descabella­do pensar en una fusión a tres bandas entre Unicaja, Liberbank e Ibercaja, lo que daría lugar a una entidad con casi 217.000 millones de euros en activos y líder en seis comunidade­s: Asturias, Cantabria, Extremadur­a, Castilla-La Mancha, Navarra y Aragón. Sobre el papel, Ibercaja aportaría el 41,2 por ciento de la entidad resultante, Unicaja, el 36,4 por ciento, y Liberbank, el 22,3 por ciento restante (ver gráfico). Esta integració­n permitiría a la Fundación Ibercaja reducir su participac­ión hasta el 36,8 por ciento que tendría de la nueva entidad; mientras que las fundacione­s de Unicaja y de Liberbank se diluirían hasta el 18,5 por ciento y 5,02 por ciento, respectiva­mente, dejando el 39,7 por ciento libre en el mercado.

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