‘Coca-colas’ que beben coca-colas
Las firmas de EEUU son las que más compran sus propios títulos
Desde 2010 las compañías del S&P han realizado recompras netas de acciones por 3,4 billones de dólares, siguiendo una tendencia que viene de muy atrás. Hace una década las propias empresas se convirtieron en el principal comprador de bolsa americana –por delante de fondos y ETF– y desde entonces esa tendencia no ha hecho otra cosa que acentuarse
La reforma fiscal de Donald Trump, en la que ha recortado el impuesto a las empresas desde el 35 al 21 por ciento, ha provocado una lluvia de buybacks en el mercado norteamericano. Según los datos de Trimtabs, las cotizadas estadounidenses anunciaron en el segundo trimestre un total de 436.600 millones de dólares en recompras de acciones, que se unen a los 242.000 millones de los tres primeros meses del año.
Así, Apple ha anunciado que adqurirá títulos propios por 100.000 millones de dólares, 19 bancos han comprometido buybacks por un total de 112.200 millones y hasta 63 empresas de al menos 1.000 millones. Y es que la reforma fiscal simplemente ha exacerbado una tendencia que ya era la reinante en el mercado americano desde hace años: el principal comprador de bolsa estadounidense son las propias empresas.
Desde el final del año 1951, las compañías norteamericanas han realizado recompras netas de acciones –hay que tener en cuenta que además de adquirir títulos también emiten nuevos por ampliaciones de capital o programas para retribuir a los empleados– por 6,6 billones de dólares. Fue hace una década cuando superaron a los fondos y los ETF como los principales compradores de renta variable del país. Por contra, los hogares han sido los principales vendedores, ya que han preferido concentrar su inversión a través de fondos en lugar de adquirir acciones individuales. “Con las propias empresas siendo los compradores más significativos por delante de los inversores, mientras los baby boomers venden sus acciones el comprador más probable en el corto plazo son las mismas compañías”, explican desde Bernstein.
De este modo, durante los últimos años el flujo de dinero procedente de las propias compañías ha sido una de las patas que está permitiendo sostener uno de los mayores rally alcistas de la historia tanto en tiempo –ya alcanza los 9 años– como en porcentaje de subida: desde los mínimos de 2009 el S&P 500 sube un 314 por ciento. En este sentido, entre 2010 y 2017 las empresas han inyectado al S&P 500 un total de 3,4 billones de dólares y los analistas de Goldman Sachs estiman que este año insuflarán otros 590.000 millones de dólares netos. “Hay una demanda neta positiva de acciones, ya que las recompras de las compañías compensan la oferta que pone en el mercado el resto de propietarios”, apuntan desde la entidad norteamericana.
Con todo, en JP Morgan advierten de que “una cosa es anunciar un buyback y otra es comprar los títulos” y de que “cualquier retra- so en la materialización de esos flujos pone un riesgo a la baja para los mercados teniendo en cuenta la persistente postura precavida de los inversores tanto retail como institucionales”. Aún así, las bolsas también podrían encontrar un suelo en sus correcciones gracias a estos programas de recompra. “Las compañías han tendido a ser oportunistas al incrementar el ritmo de las recompras después de las correcciones de mercado”, reflexionan en la entidad.
¿Baten al mercado?
Durante muchos años comprar aquellos títulos que realizaban más recompras de acciones fue sinónimo de éxito para el inversor. Desde su creación en enero de 1994, el S&P 500 Buyback Index –que recoge las 100 compañías con mayores recompras del índice– hasta 2016 acumuló una subida del 1.104 por ciento, frente al 330,6 por ciento que se revalorizaba el S&P. Sin embargo, los inversores han dejado de favorecer a estos valores, que se revalorizan 7 puntos porcentuales menos que su índice de referencia desde ese momento.
En esta vorágine de anuncios para devolver capital al accionista, Apple se lleva la palma. La compañía del iPhone anunció un programa de recompra de acciones por 100.000 millones de dólares (casi el 11 por ciento de su capitalización actual), si bien no informó sobre cuándo tocará a su fin. Esta comunicación llegó justo cuando el programa previo de buybacks por 210.000 millones de dólares estaba a punto de finalizar –acaba en el tercer trimestre fiscal del año, cuyos resultados presentará el 31 de julio– y vino acompañado de un incremento del dividendo del 16 por ciento. “Consideramos que la política de asignación del capital es un punto positivo y debería seguir creciendo de manera anual”, apuntan en RBC Capital Markets.
El otro gran protagonista ha sido el sector bancario, que ha anunciado adquisiciones de títulos por 112.000 millones de dólares. Según los cálculos del banco canadiense, la rentabilidad media de los programas de recompras del sector es del 6,3 por ciento, lo que se une a una rentabilidad por dividendo del 2,6 por ciento. Citigroup lidera la lista –con un 11,4 por ciento– y Wells Fargo también ofrece más de un 10 por ciento en el precio actual. La otra tecnológica que se cuela entre los grandes buyback anunciados en el año es Cisco. La empresa utilizará hasta 25.000 millones de dólares –el 12,8 por ciento de su capitalización– para recomprar acciones a lo largo de dos años –ver página 10–.