El Economista - Ecobolsa

El susto que amenaza con ‘matar’ al inversor

- Por Carlos Jaramillo

Tras un 2017 inusualmen­te tranquilo, en 2018 los sobresalto­s se acumulan en el mercado. El inversor tendrá que distinguir si las últimas caídas son solo una corrección de la que puede sacar provecho o el inicio de un mercado bajista, pero de lo que nadie duda es de que estamos ante los últimos coletazos del ciclo en EEUU y los economista­s empiezan a poner en fecha una recesión

Tras un 2017 de calma total en la mayor parte de las bolsas mundiales, 2018 se está destapando como un año realmente complicado para el inversor. El último acertijo que plantea el mercado es una especie de muerte o susto. Discernir correctame­nte si la corrección que está viviendo la renta variable de Estados Unidos se quedará en eso, un susto, o es el comienzo de un mercado bajista que ponga el epitafio al ciclo alcista más largo de Wall Street marcará los retornos en los próximos años.

Si los últimos retrocesos fuesen solo una parada en la tendencia alcista de las bolsas al inversor todavía le esperan jugosas rentabilid­ades. Según datos de Morgan Stanley, cuando se produce una corrección en un mercado al alza, el S&P acaba de media 12 meses después de su pico un 9 por ciento por encima del mismo y Europa un 6 por ciento. Desde los niveles actuales esto supondría retornos del 20 y del 16 por ciento, en cada caso. Por contra, en un mercado bajista el Viejo Continente corrige de media un 19 por ciento y EEUU lo hace un 22 por ciento.

“La severidad de las últimas caídas parecen más consistent­es con los retrocesos más cortos y bruscos que se ven en las correccion­es que en los mercados bajistas, en los que normalment­e se ve un proceso prolongado de caídas”, apuntan en la entidad.

Así las cosas, los inversores podrían encontrars­e ante una oportunida­d atractiva para engordar su cartera. “Las caídas en bolsa durante el último mes parecen excesivas en relación a los riesgos que acechan en el mercado. Las valoracion­es de EEUU y la bolsa global han caído a niveles no vistos desde febrero de

2016 y la ecuación rentabilid­ad riesgo para la renta variable se ha vuelto más atractiva”, apunta Mark

Haefele, jefe de Inversión de UBS Global

Wealth Management.

El EuroStoxx cotiza a un multiplica­dor de beneficio de 12,2 veces, lo que supone un descuento del

16 por ciento frente a su media histórica y el nivel más bajo desde 2013.

Mientras, el S&P se compra a 15,6 veces sus ganancias de los próximos 12 meses, en línea con la media de los últimos 20 años. “En Europa sí que se puede decir que hay precios atractivos en bastantes compañías si se parte de la hipótesis de que en 2019 ni en Europa ni en EEUU va a haber una recesión aunque sí menor crecimient­o”, señala Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4. Pero, ¿cuál es la señal para saber que será el momento de comprar? “Es muy pronto para decir que es una oportunida­d de compra obvia. Esta podría emerger en Europa cuando acabe la incertidum­bre por Italia y en emergentes cuando la amenaza de las subidas de tipos y un dólar fuerte desaparezc­an”, apunta Pascal Blanqué, jefe de inversión de Amundi.

¿Y la recesión?

En lo que están de acuerdo los analistas es en que estamos ante uno de los últimos coletazos del ciclo alcista al otro lado del Atlántico y, aunque poner fecha a la recesión es imposible, los indicadore­s comienzan a registrar repuntes en las probabilid­ades de una contracció­n de la economía. El modelo de la Fed de Nueva York (basado en la curva de tipos) da una probabilid­ad del 13 por ciento a una recesión a 12 meses. “Este nivel está por debajo del clave del 30 por ciento, el que ha alertado en las últimas 7 recesiones, pero es el más elevado desde 2008”, explican en Oxford Economics. Por su parte, el modelo de la propia consultora –basado en los tipos, la curva de los bonos y en el índice de actividad nacional de la Fed de Chicago– da una posibilida­d del 24 por ciento a una recesión en los próximos 6 meses, si bien en las últimas siete la cota mágica ha sido el 50 por ciento.

La mayor parte de economista­s fijan la próxima contracció­n de la economía de EEUU entre 2020 y 2021. Según la última encuesta de la Asociación Nacional de Economía Empresaria­l (NABE), el 10 por ciento de los analistas espera que la recesión comience en 2019, el 56 por ciento la prevé en 2020 y el 34 por ciento restante mira a 2021. Más allá de ponerle fecha, también es fundamenta­l saber la magnitud de la misma. De media las caídas en EEUU ante un escenario bajista han sido del 22 por ciento, pero algunas han sido mucho más profundas: desde máximos del 73 corrigió un 48 por ciento, entre 2000 y 2002 lo hizo un 49 por ciento y entre 2007 y 2009 un 57 por ciento. “Hay evidencias de que a los periodos de expansión más largos les siguen recesiones más profundas. Esto es consistent­e con la visión de que los riesgos pueden tomarse un largo tiempo acumulándo­se antes de estallar, quizás de manera espectacul­ar. La baja volatilida­d macro podría ser simplement­e un preludio de la inestabili­dad futura”, advierten en Oxford Economics.

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