El susto que amenaza con ‘matar’ al inversor
Tras un 2017 inusualmente tranquilo, en 2018 los sobresaltos se acumulan en el mercado. El inversor tendrá que distinguir si las últimas caídas son solo una corrección de la que puede sacar provecho o el inicio de un mercado bajista, pero de lo que nadie duda es de que estamos ante los últimos coletazos del ciclo en EEUU y los economistas empiezan a poner en fecha una recesión
Tras un 2017 de calma total en la mayor parte de las bolsas mundiales, 2018 se está destapando como un año realmente complicado para el inversor. El último acertijo que plantea el mercado es una especie de muerte o susto. Discernir correctamente si la corrección que está viviendo la renta variable de Estados Unidos se quedará en eso, un susto, o es el comienzo de un mercado bajista que ponga el epitafio al ciclo alcista más largo de Wall Street marcará los retornos en los próximos años.
Si los últimos retrocesos fuesen solo una parada en la tendencia alcista de las bolsas al inversor todavía le esperan jugosas rentabilidades. Según datos de Morgan Stanley, cuando se produce una corrección en un mercado al alza, el S&P acaba de media 12 meses después de su pico un 9 por ciento por encima del mismo y Europa un 6 por ciento. Desde los niveles actuales esto supondría retornos del 20 y del 16 por ciento, en cada caso. Por contra, en un mercado bajista el Viejo Continente corrige de media un 19 por ciento y EEUU lo hace un 22 por ciento.
“La severidad de las últimas caídas parecen más consistentes con los retrocesos más cortos y bruscos que se ven en las correcciones que en los mercados bajistas, en los que normalmente se ve un proceso prolongado de caídas”, apuntan en la entidad.
Así las cosas, los inversores podrían encontrarse ante una oportunidad atractiva para engordar su cartera. “Las caídas en bolsa durante el último mes parecen excesivas en relación a los riesgos que acechan en el mercado. Las valoraciones de EEUU y la bolsa global han caído a niveles no vistos desde febrero de
2016 y la ecuación rentabilidad riesgo para la renta variable se ha vuelto más atractiva”, apunta Mark
Haefele, jefe de Inversión de UBS Global
Wealth Management.
El EuroStoxx cotiza a un multiplicador de beneficio de 12,2 veces, lo que supone un descuento del
16 por ciento frente a su media histórica y el nivel más bajo desde 2013.
Mientras, el S&P se compra a 15,6 veces sus ganancias de los próximos 12 meses, en línea con la media de los últimos 20 años. “En Europa sí que se puede decir que hay precios atractivos en bastantes compañías si se parte de la hipótesis de que en 2019 ni en Europa ni en EEUU va a haber una recesión aunque sí menor crecimiento”, señala Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4. Pero, ¿cuál es la señal para saber que será el momento de comprar? “Es muy pronto para decir que es una oportunidad de compra obvia. Esta podría emerger en Europa cuando acabe la incertidumbre por Italia y en emergentes cuando la amenaza de las subidas de tipos y un dólar fuerte desaparezcan”, apunta Pascal Blanqué, jefe de inversión de Amundi.
¿Y la recesión?
En lo que están de acuerdo los analistas es en que estamos ante uno de los últimos coletazos del ciclo alcista al otro lado del Atlántico y, aunque poner fecha a la recesión es imposible, los indicadores comienzan a registrar repuntes en las probabilidades de una contracción de la economía. El modelo de la Fed de Nueva York (basado en la curva de tipos) da una probabilidad del 13 por ciento a una recesión a 12 meses. “Este nivel está por debajo del clave del 30 por ciento, el que ha alertado en las últimas 7 recesiones, pero es el más elevado desde 2008”, explican en Oxford Economics. Por su parte, el modelo de la propia consultora –basado en los tipos, la curva de los bonos y en el índice de actividad nacional de la Fed de Chicago– da una posibilidad del 24 por ciento a una recesión en los próximos 6 meses, si bien en las últimas siete la cota mágica ha sido el 50 por ciento.
La mayor parte de economistas fijan la próxima contracción de la economía de EEUU entre 2020 y 2021. Según la última encuesta de la Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE), el 10 por ciento de los analistas espera que la recesión comience en 2019, el 56 por ciento la prevé en 2020 y el 34 por ciento restante mira a 2021. Más allá de ponerle fecha, también es fundamental saber la magnitud de la misma. De media las caídas en EEUU ante un escenario bajista han sido del 22 por ciento, pero algunas han sido mucho más profundas: desde máximos del 73 corrigió un 48 por ciento, entre 2000 y 2002 lo hizo un 49 por ciento y entre 2007 y 2009 un 57 por ciento. “Hay evidencias de que a los periodos de expansión más largos les siguen recesiones más profundas. Esto es consistente con la visión de que los riesgos pueden tomarse un largo tiempo acumulándose antes de estallar, quizás de manera espectacular. La baja volatilidad macro podría ser simplemente un preludio de la inestabilidad futura”, advierten en Oxford Economics.