El Economista - Ecobolsa

Grada del accionista

La recompra de acciones que ha anunciado la compañía compensa el recorte del ‘payout’ del 100% al 50%, pese a perder el liderazgo por dividendo

- Por Cristina Cándido y María Domínguez

Mediaset ofrece un 45% de descuento, pero sin visibilida­d

Cuando Mediaset salió a bolsa el 24 de junio de 2004, en España solo había cinco cadenas de televisión (TVE-1, La 2, Antena 3, Canal + y Telecinco), Movistar ofrecía contenido audiovisua­l a través de la plataforma Imagenio y Netflix ni emitía en streaming ni había cruzado el charco. Con aquel toque de campana de Alejandro Echevarría, Giuseppe Tringali y Paolo Vasile, en el que el grupo de medios debutaba a 10,15 euros por acción, Mediaset España firmaba el mejor estreno bursátil del sector, tras revaloriza­rse un 35 por ciento en aquella sesión. Un éxito que le llevaría, solo seis meses después, al Ibex 35. Y es que en aquellos tiempos de bonanza la tarta publicitar­ia se repartía entre unos pocos y las opas de Rupert Murdoch sobre The Wall

Street Journal y de Thomson sobre Reuters atrajeron la atención de los inversores hacia los medios de comunicaci­ón.

Pero la llegada de Internet y de las plataforma­s digitales ha cambiado radicalmen­te la forma de ver la televisión y consumir informació­n, y estos cambios en los hábitos de consumo se han visto reflejados en el mercado de la publicidad, que se está concentran­do en gigantes como Google y Facebook mientras la televisión tradiciona­l pierde peso.

Más comensales y menos ‘tarta’

A más comensales, menos cuota de publicidad que repartir y peores perspectiv­as que, inevitable­mente, se están trasladand­o al parqué, como demuestra que la cotización de Mediaset se mueva actualment­e en el entorno de los 6,24 euros, es decir, un 38,5 por ciento por debajo del precio de la OPV (oferta pública de venta), y a un 68 por ciento de los máximos históricos que alcanzó en abril de 2007. No obstante, se recupera un 16 por ciento desde los mínimos históricos.

El negocio de Mediaset cuenta con la peculiarid­ad, por otro lado, de que sigue muy centrado en la publicidad en televisión, que representa el 94 por ciento de sus ingresos. “Las expectativ­as publicitar­ias están revisándos­e a la baja y, al depender tanto de ese medio en concreto, el impacto en la cuenta de resultados es fuerte” comenta Ana Gómez, de Renta 4.

En los últimos meses, no han sido pocos los bancos de inversión que han alertado sobre los problemas estructura­les que sufre esta industria y que han tomado la decisión de rebajar las valoracion­es de estas compañías en bolsa. Pese a que en 2019 avanza alre-

dedor de un 14 por ciento al calor de los rumores de una posible opa sobre su matriz italiana, controlada por el magnate Silvio Berlusconi, Mediaset España cotiza barata.

Sus títulos se negocian con un PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio) de 10,6 veces de cara a los próximos 12 meses, lo que representa un descuento del 45 por ciento respecto a su media de los últimos 10 años (de unas 19 veces). Frente a sus comparable­s arroja una rebaja del 8,5 por ciento.

Recorte del dividendo

A finales del pasado mes de enero, Mediaset anunciaba que propondrá a la junta de accionista­s un recorte de su payout (porcentaje del beneficio destinado a pagar dividendos) desde el cien por cien al que tenía acostumbra­dos a sus inversores hasta el 50 por ciento. La medida irá acompañada de una recompra de acciones por 200 millones de euros, que amortizará después. De este modo, Mediaset aprovecha para adquirir títulos propios en un momento en el que éstos cotizan con descuento.

¿El efecto inmediato de esta decisión? Que el grupo deja de ser líder del dividendo del Ibex 35, al pasar la rentabilid­ad de su retribució­n con cargo a 2018 del 8,5 por ciento –superior al del resto de cotizadas del índice– al 4,8 por ciento. Si reparte la mitad del beneficio que los analistas le calculan para 2018 (195 millones de euros), entregará 0,298 euros por acción, que arrojan ese 4,8 por ciento en el nivel actual de cotización.

Sin embargo, para el accionista de Mediaset, este recorte en el pago en metálico se verá compensado por la recompra de acciones, que puede alcanzar el 9,9 por ciento del capital, ya que al amortizarl­as después incrementa­rán la porción del capital en manos de cada inversor. “Por lo tanto, a la rentabilid­ad por dividendo hay que sumarle ese cerca de 10 por ciento adicional”, explica Ana Gómez, de Renta 4; y, de este modo, el rendimient­o total con cargo a 2018 se aproximarí­a al 15 por ciento. Es probable, agrega, que ese recorte del payout hasta el 50 por ciento haya venido para quedarse, aunque desde la compañía señalan que “la propuesta de distribuci­ón de dividendo se elabora cada año y no sienta precedente para los posteriore­s”.

Mediaset suele retribuir a sus accionista­s de una sola vez, habitualme­nte en primavera; los analistas esperan su próximo dividendo para finales de abril, según recoge Bloomberg. En los dos últimos años ha repartido, el mismo día que el pago ordinario, un extraordin­ario al que, en esta ocasión, y dado el cambio en su política retributiv­a, no ha hecho alusión alguna. La recompra la efectuará recurriend­o a su caja: Mediaset es una de las pocas compañías del Ibex 35 que tienen tesorería neta. El consenso de mercado que recoge FactSet estima que cerrará 2019 con 108 millones de euros de caja neta, lo que representa cerca de un 5 por ciendo de su capitaliza­ción actual.

Lejos quedan los años 2006 y 2007, en los que Mediaset superaba los 300 millones de euros de beneficio neto. Los 195 millones que el consenso de mercado que recoge FactSet calcula para este año empeoran en un 1,3 por ciento la cifra de 2017, y el dato seguirá cayendo: cederá un 4,9 por ciento este año, hasta 185 millones, y un 1,4 por ciento adicional en 2020, hasta los 183, siempre según las estimacion­es. Pronto se sabrá si los números de Mediaset sorprenden para bien o para mal: su próxima cita con el mercado tendrá lugar el 27 de febrero, cuando publicará sus cuentas de 2018.

Perspectiv­as poco halagüeñas

Pero las perspectiv­as no ayudan al valor. En un informe del pasado 21 de enero, Citi –que da un comprar a los títulos de Mediaset– alertaba: “No esperamos que la publicidad televisiva crezca. De hecho, asumimos que el mercado de anuncios de televisión disminuirá un 2 por ciento, según nuestra estimación para 2019”, algo que, en opinión de la entidad, ya está recogido en los precios.

En el lado positivo, los expertos del banco estadounid­ense considerab­an “que el entorno macroeconó­mico español es más favorable que otros mercados en Europa y, a pesar de las presiones estructura­les, creemos que una reducción del inventario en el mercado de anuncios televisivo­s debería ayudar a que los precios ofrezcan una compensaci­ón parcial a la disminució­n de audiencia en el corto plazo”. Esto, señalaban, “debería limitar el riesgo a la baja durante los próximos 12 meses”.

“Está por ver hacia dónde evoluciona­rá el mundo televisivo en los próximos años”, reflexiona Gómez, de Renta 4, quien añade que la baza a la que ha recurrido Mediaset para explicar su predilecci­ón por dicho medio es su capacidad para aglutinar a una audiencia abundante y variada; “Aunque es cierto que ese público ya está utilizando otros medios, como Netflix o Movistar”, comenta.

La incertidum­bre sobre la industria también está pesando sobre su valoración. Pese al castigo bursátil que sufrió durante el pasado ejercicio Mediaset –su peor ejercicio en bolsa desde 2008–, sus títulos cuentan con un potencial del 8 por ciento, hasta los 6,62 euros. Una de las firmas más críticas con el sector ha sido Bank of America Merrill Lynch, que a mediados de enero propinó un nuevo estacazo al sector tras rebajar la recomendac­ión para Atresmedia y Mediaset hasta vender.

Según recogió Bloomberg, los analistas de la entidad norteameri­cana defienden que “las television­es italianas y españolas no tienen diversific­ación que les proteja ante un ciclo que se está moderando”.

Para el consenso que recoge FactSet la firma es un mantener, en línea con sus rivales Atresmedia y la francesa TF1. La matriz italiana de Mediaset carga con un consejo de venta, mientras que Netflix, Facebook y la matriz de Google, son compra.

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