ESTAMOS MENOS GORDOS, PERO YA NO ADELGAZAMOS
Si a un gestor que sigue la bolsa española se le pide una de las fotos que menos le gustan de nuestro mercado respecto a otros sacará la del sobrepeso. La imagen es como la de un grupo de compañeros en la que salimos sonrientes, simpáticos, porque tenemos la gracia latinoamericana, pero estamos más gordos que los demás.
Es cierto que los excesos de sobrepeso que se hicieron hace una década llevaron la relación entre lo que se debía y lo que se generaba por encima de las tres veces. Una relación que se ha ido reduciendo pero en la que ya no se espera que la deuda/ebitda de las empresas no financieras se recorte por debajo de las 1,8/1,7 veces. Un porcentaje algo elevado si el otro factor que afecta en la velocidad que lleva un barco junto a las velas o los remos, el viento, cambia de dirección.
Aunque la subida del precio del dinero se está desplazando en el calendario casi con una fecha de muy largo plazo, lo que cada vez parece más claro es que los costes de financiación para las empresas están creciendo y van a seguir haciéndolo. Los titulares de que una empresa salía al mercado y lograba un récord de financiación a un plazo determinado desaparecieron durante 2017 y 2018. En la alegría por el dinero barato incluso se dio el caso de que Dia llegó a financiar 300 millones al 0,876 en abril de 2017 por seis años. Visto todo lo sucedido después, tendrían que dar explicaciones quienes acudieron a aquella emisión, porque solo parece que tienen que rendir cuentas los parameses enganchados en Dia. Hoy Fridman se queda con esa financiación casi regalada por el mismo importe que va a poner sobre la mesa si adquiere todo. 417 millones es lo que vale el 100 por cien de la compañía a 0,67 euros.
En 2019 no creo que veamos ningún récord de financiación. Incluso con unos bonos gubernamentales en rentabilidades mínimas del último año, los bancos van a continuar apretando algo la concesión de crédito. Este es el contexto con el que nos vamos a encontrar en los próximos años, en el que puntualmente se le va a recordar a muchas empresas que no han aprovechado los años de bonanza para adelgazar lo suficiente.
Será entonces cuando algunas compañías tendrán que hacer las dos cosas necesarias para perder peso: hacer régimen y ejercicio. Hacer régimen es bajar la deuda y el ejercicio es deshacerse de activos. El ejemplo de que se puede hacer ordenadamente es el actual líder de la Liga Ibex de
elEconomista: Ferrovial. Tras hacerse con la circunvalación de Toronto y Heathrow su deuda alcanzó los 23.000 millones. Se ha reducido años después a 4.000 millones, porque sus participaciones se han diluido por debajo del 50 por ciento. No consolida la deuda, pero sigue conservando el valor.