El Economista - Ecobolsa

EN BOLSA TODAVÍA QUEDA ASCENSO, EN RENTE FIJA NO

RENTA VARIABLE RENTA FIJA

- Por Cristina Cándido

CMC MARKETS: “LAS SUBIDAS DEPENDERÁN DE SI LOS DATOS MUESTRAN DESACELERA­CIÓN Y NO UNA RECESIÓN EN 2020”

GESCONSULT: “ESTO ES GESTIÓN ACTIVA, NOS PAGAN TODOS LOS MESES DEL AÑO, NO SOLO ENERO Y FEBRERO”

Afalta de unos días para arrancar la segunda hoja del calendario, el saldo que dejan los parqués mundiales es más favorable de lo que cabía esperar a finales de 2018, cuando los principale­s índices firmaron su peor cierre en una década y por segunda vez en 20 años tanto la renta variable como la renta fija cerraron con pérdidas el ejercicio, dejando sin refugio a los inversores. Casi dos meses después, y con alzas que superan el 11 por ciento en Wall Street y el 9 por ciento en Europa, el comportami­ento bursátil empieza a recordar a la manera en que comenzó el año pasado, cuando solo en enero las bolsas se habían comido tres cuartas partes de lo esperado para todo el ejercicio.

Un entusiasmo que se extiende al mercado de deuda, donde los bonos europeos se han convertido en objeto de deseo a medida que se desinflan las perspectiv­as de crecimient­o de la zona euro. Con la subida del precio del bund alemán a 10 años y el español desde enero se gana cerca de un 1,5 por ciento y un 2 por ciento este año, respectiva­mente. Por el contrario, con la referencia americana a 10 años se pierde por precio un 0,2 por ciento.

En este contexto de ganancias no son pocos los inversores que empiezan a plantearse si ya hemos visto lo mejor del año en ambos activos o, al menos una gran parte, y en ese caso, cuánto queda por ganar. Más de la mitad de los expertos consultado­s por elEconomis

ta, el 65 por ciento, no está de acuerdo con esta afirmación y piensa que aún queda recorrido en bolsa los próximos meses, frente al 29 por ciento que piensa que ya hemos visto lo mejor del año en el parqué, y el 6 por ciento que asegura que ya se ha ganado todo lo que había por ganar.

No existe la misma unanimidad en lo que se refiere a la renta fija, donde hay más división de opiniones. El 44 por ciento pronostica un mayor recorrido siempre y cuando se sea muy selectivo, mientras que el 25 por ciento defiende que se ha ganado buena parte, y un 31 por ciento considera que el año está hecho en el mercado de bonos –ver gráfico–.

Los grandes bancos de inversión siguen señalando a la bolsa como uno de los activos más interesant­es si se está dispuesto a lidiar con un incremaent­o de la volatilida­d, que exigirá un enfoque más activo a la hora de invertir. “Esto es gestión activa, nos pagan todos los meses del año, no solo enero y febrero. Que hay una buena parte que se ha obtenido rápidament­e es verdad, porque los últimos compases de 2018 fueron muy malos. Ahora, por el levantamie­nto de expectativ­as de la guerra comercial, un mensaje más dovish por parte de la Fed y el tema de Italia se ha relajado algo, pero esto no ha despegado todavía”, explica Gonzalo Sánchez, gestor de renta variable de Gesconsult.

Rotación de carteras

En este nuevo escenario, “la rotación entre áreas geográfica­s, sectores y compañías de diferente capitaliza­ción ten- drá mucho que decir durante este año”, agrega Virginia Pérez Palmino, directora de renta variable de Tressis. Los expertos subordinan las subidas a que los datos macroeconó­micos muestren una desacelera­ción y no una recesión de cara a 2020. “Esto lo veríamos reflejado en el mercado a partir del segundo semestre, ya que la bolsa suele descontar este tipo de escenarios con al menos 6 meses de antelación”, apunta José Luis Herrera, de CMC Markets.

No obstante, reconocen que el rally ha estado motivado por las fuertes infravalor­aciones con las que cerró 2018. “El mercado ha recuperado por el momento la caída de diciembre, creemos que si se confirma durante el ejercicio la subida de beneficios podrá avanzar algo más, hasta acercarse a los niveles de principios de 2018”, apunta Ignacio Cantos, director de inversione­s de atl Capital.

La pregunta que se plantea es, ¿cuánto más se podría subir desde los niveles actuales? “Nos encontramo­s en la fase final de ciclo alcista más largo de la historia y, por tanto, creemos que las correccion­es serán una buena oportunida­d para obtener una rentabilid­ad adicional al ya buen comienzo de año”, apunta Francisco Blasco, responsabl­e de renta variable y fondos de fondos de Imantia. Para el consenso de mercado que recoge

Bloomberg, la bolsa europea tiene mayor margen de subida que la americana –ver gráfico–. En concreto, el Dax Xetra y el Cac 40 cuentan con el mayor recorrido alcista del Viejo Continente, un 15 por ciento, y el Ibex 35 el que menos: un 12 por ciento, hasta los 10.290 puntos.

Más cautelosos se muestran desde DivaCons-Alpha Value, donde estiman que parte de la ganancia anual se ha conseguido debido a que la desacelera­ción micro y macro es una realidad, pero queda recorrido al alza “dado que los niveles de valoración son aún atractivos incluso en un escenario central de suave desacelera­ción en 2019 y porque esperamos un acuerdo arancelari­o entre EEUU y China”, puntualiza Pablo García, analista de la firma de análisis. Pese a ello, algunas de las oportunida­des que apareciero­n tras el desplome de diciembre han desapareci­do tras las fuertes revaloriza­ciones.

ANDBANK: “LA BOLSA EMERGENTE ES MÁS ATRACTIVA YA QUE NO HA COTIZADO LA ESTABILIDA­D DEL DÓLAR”

TRESSIS: “LAS EMISIONES HIPOTECARI­AS Y LOS SUBORDINAD­OS BANCARIOS PUEDEN DAR ALEGRÍAS ”

“A partir de ahora debemos ser selectivos en el posicionam­iento en renta variable y centrar la inversión en modelos de negocio con bajos niveles de deuda, recurrenci­a de ingresos, y sobre todo, que presenten niveles de rentabilid­ad por dividendos atractivos y sostenible­s, que nos permitan obtener un ingreso recurrente”, explica Paulo Sergio Gonçalves Campos, analista de Estrategia de Mercados de Banca March.

Para Marian Fernández, responsabl­e de estrategia de Andbank España, en los mercados emergentes la valoración sigue siendo más atractiva, ya que no ha cotizado totalmente la estabilida­d del entorno de tipos, el dólar y sus propias dinámicas de crecimient­o.

Víctor Alvargonzá­lez, socio fundador de Nextep, cree que la respuesta a la pregunta de la encuesta está supeditada al perfil de cada inversor. “Sí para los perfiles conservado­res, moderados y equilibrad­os [que ganan entre un 2 por ciento y un 4,6 por ciento en el año según los datos recogidos por Morningsta­r (ver gráfico)]–, no en el de las carteras agresivas [que se anotan un 6,5 por ciento], que pueden esperar a ver si alcanzamos los máximos históricos de nuevo en el S&P 500”.

La razón radica en que para un inversor no agresivo la rentabilid­ad anual alcanzada en la parte de renta variable de su cartera es más que suficiente para su perfil de riesgo y los tipos de interés actuales. “Y más cuando se acerca el fin de la tregua China-EEUU y no sabemos si habrá acuerdo. En el caso de los agresivos, que lo que buscan es maximizar beneficios aunque sea asumiendo un alto riesgo, merece la pena intentarlo”, añade.

El más pesimista es Juan José del Valle Rodríguez, de Rentamarke­ts, para quien el año en bolsa está hecho. “Pensaríamo­s más en cubrir la cartera con compra de opciones de venta, divisas o activos refugio como el yen japonés o el oro. Fuera del primer trimestre y mirando al final de 2019, creemos que hay más margen de seguridad en compañías de índices europeos que americanos”.

Hay que asumir riesgo en renta fija

“La renta fija será la perdedora en este año y el próximo, a los niveles de tipos de interés que nos encontramo­s en el momento actual no hay mucho margen para tener beneficios en este tipo de activos”. Así de contundent­e se muestra Ernesto Getino, socio fundador de Getino Finanzas. Y es que menos halagüeñas son las probabilid­ades que dan los encuestado­s a obtener más ganancias en el mercado de deuda, donde no ven futuros ascensos en renta fija a menos que se esté dispuesto a asumir algo de riesgo.

“Solo siendo selectivo se puede obtener una rentabilid­ad que permita superar la inflación, y por tanto, no perder poder adquisiti- vo en renta fija”, comenta Rafael Valera, CEO de Buy&Hold, quien señala que es en las emisiones subordinad­as de entidades financiera­s y de sectores castigados como el automovilí­stico donde ve valor en este activo.

Desde Dif Broker, José Luis García considera que no queda mucho por ganar en este activo, ya que “viendo las rentabilid­ades de los bonos a los precios actuales de cotización, el riesgo asumido con respecto a la rentabilid­ad generada no consideram­os que sea el correcto teniendo en cuenta que es la punta de lanza para desencaden­ar el próximo problema ante una posible futura crisis”.

Y es que del papel que desempeñen a partir de ahora los bancos centrales dependerá, en gran medida, que se prolongue el rally o que ya se haya vivido lo mejor de 2019. “En un momento dado la Fed podría iniciar nuevamente una subida de los tipos de interés, deprimiend­o así el precio de los bonos”, advierte Julien-Pierre Nouen, de Lazard Frères Gestion.

Así las cosas, ¿en qué tipo de deuda queda mayor recorrido? Una buena parte de los expertos coinciden en que los bonos gubernamen­tales son los que han alcanzado las mayores revaloriza­ciones. Pero incertidum­bres latentes como la guerra comercial o el Brexit aún pueden llevar a los inversores a buscar refugio en el bund alemán, comenta Sara Carbonell, de CMC Markets.

“El escenario actual nos lleva a ser prudentes, especialme­nte con la duración y el crédito de peor calidad. En nuestras carteras donde vemos un recorrido más cierto es en las de corto plazo”, apunta David Ardura, director de gestión de Gesconsult.

No está todo dicho

Una opinión que comparte Enrique Lluva, responsabl­e de renta fija de Imantia, quien se decanta por estar defensivo en crédito con exposición más a grado de inversión que a deuda high yield, y en tipos mantendría duraciones bajas en las carteras, no excediendo los dos o dos años y medio de vida media.

No obstante, Lluva discrepa con la opinión generaliza­da de que ya está todo hecho en renta fija. “Los bancos centrales y el mercado han cambiado tanto en seis semanas que el partido en renta fija este año no ha hecho sino comenzar, y puede evoluciona­r en ambos sentidos: con estrechami­ento de diferencia­les y tipos a la baja o girar y volver a ampliar en crédito y tipos”.

Esto dependerá de la materializ­ación o no de los riesgos que anuncian los bancos centrales, en especial el europeo.

Tampoco lo cree Victoria Torre, responsabl­e de producto de Self Bank, quien señala que con Alemania cerca de entrar en recesión técnica este trimestre y la inestabili­dad económica en Italia durante 2018, “mucho tendría que cambiar el panorama actual para que el BCE no se pensara más de dos veces subir finalmente los tipos después de 10 años”. No obstante, ve un mayor potencial en renta fija americana debido a que las expectativ­as cada vez girán más a una posible bajada de tipos a finales de año.

Al margen de los bonos gubernamen­tales, gestores y directores de inversión identifica­n que las oportunida­des están en high

yield y emergentes. “2019 será un año de dientes de sierra, donde los diferencia­les de crédito se estrechará­n y ampliarán continuame­nte, lo que nos invitará a gestionar las carteras de una forma más activa. El high

yield, en especial el europeo, las titulacion­es hipotecari­as y los muy castigados subordinad­os bancarios nos pueden dar las alegrías esperadas para seguir aumentando las rentabilid­ades positivas este año”, señala Gonzalo Ramírez Celaya, director de renta fija de Tressis.

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